Hacia la máxima cosecha anual de clones

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16 Mar 2019

La reproducción de cannabis es bien sencilla. Es una planta muy generosa que no tiene problemas en perder una rama para ganar decenas de hijos. Al salir al exterior los pequeños regalan cannabis todo el año. ¿Por qué no cosechar casi todo el tiempo?


Esquejes de cannabis: cómo hacerlos

La planta de cannabis puede reproducirse a través de semilla. Es lo que se llama reproducción sexual. También puede propagarse por medio de la clonación o esquejado. Es la reproducción asexual. El esquejado consiste en cortar una rama en crecimiento y hacerla enraizar.

Por Nico Vaia

Es una técnica milenaria que seguro hemos visto más de una vez en casa de la abuela con alguna de sus amadas plantas. Es posible obtener esquejes de cualquier planta sin importar edad o estado de su desarrollo.

Cualquier planta hembra puede ser planta madre, cultivada de semilla o ser un esqueje de otro esqueje. De una planta en estado vegetativo es posible cortar una rama, enraizarla, dejarla creciendo y luego pasarla a florecer. El esqueje reduce el tiempo que demora en terminar una cosecha.

Para desarrollar los esquejes es necesario contar con un espacio independiente. Se la conoce como sala vegetativa. Es el lugar donde crecerán las plantas. Los requerimientos del espacio son relativos. Dependen de lo que se quiera o se necesite hacer.

Pero no es necesario un gran sitio amplio. Tanto si cultivas en exterior como en interior la técnica es la misma. Será necesario, sí o sí, un espacio para hacer crecer los clones y mantener plantas madres todo el año.

Dicha sala tiene que tener un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Respetando esa norma lumínica es posible obtener clones de manera segura y perpetua. Algunos cultivadores optan por un ciclo de luz continuo de 24 horas las primeras semanas de vida del esqueje.

Para la iluminación lo recomendado es usar lámparas de mercurio halogenuro. Como mínimo de 250 watts. La luz blanca que emite este tipo de bombillas es ideal para la fase vegetativa. No está mal si se usan lámparas de bajo consumo, pero tendrás que poner varias. Y los resultados no serán los mismos. Otra opción son los tubos fluorescentes.

También la tecnología LED que se usa mucho para ambos ciclos (vegetativo y floración). Yo siempre uso lámparas de mercurio. Un esqueje con un mes de enraizado se comporta igual que una planta con cuatro meses de desarrollo. En treinta días puede ser inducido a floración con resultados muy provechosos.

Una planta consigue clones a su imagen y semejanza. Por tanto, si carece de potencia, producción, si está enferma o es muy propensa a plagas el esqueje también padecerá de esos inconvenientes. Si quieres empezar con esta técnica cría una buena planta madre, que esté sana y obtendrás óptimos resultados. Muchos cultivadores intercambian genéticas a través de esquejes.

Es una gran alternativa para tener siempre en cuenta a la hora de conseguir buen material genético. El intercambio siempre es positivo y nutre a la comunidad cannábica de diversidad y nuevos aprendizajes. El esqueje es la punta de una rama que luego se transformará en una planta. O en dos, tres, cuatro, quince. En tantos especímenes como puedas cortar.

Tu primer esqueje de cannabis

Para iniciar la aventura se debe escoger una planta hembra buena y sana. Selecciona la que más te guste. Debe tener aproximadamente dos meses de edad. Otro apunte positivo de esta técnica es que puedes comprar un lote de semillas de tu agrado, germinarlas y hacer esquejes de manera continua hasta cansarte.

El esqueje será una planta. Pero antes hay que retirarla de la rama. Y antes de comenzar conviene asegurar la higiene del lugar. Lavarse las manos y desinfectar con alcohol todos los utensillos como tijeras, navajas y bisturí. Pero también asegurarse que el espacio de trabajo esté limpio.

Para iniciar el trabajo basta cortar una rama con tijera u otra hoja afilada en un ángulo de 45 grados. Se recomienda cortar ramas firmes y sanas con un largo aproximando entre 10 y 20 centímetros. Conozco cultivadores que hacen micro esquejes, las variantes son unas cuantas. Lo importante es entender la técnica y ponerla en práctica.

Una vez hecho el corte, se elimina uno o dos grupos de hojas y se podan las hojas bajas. El tallo debe quedar prácticamente pelado para que pueda ser colocado en el sustrato, el medio donde se desarrollará y enraizará el clon. Luego debe cortarse esa rama de manera transversal entre dos nudos.

Tras el corte empapa el vástago con alguna hormona de enraizamiento y ponlo en el contenedor. Su incubadora puede ser una pequeña maceta, pan de turba o el medio que hayas escogido para reproducir la especie.

La primera semana mantén la zona húmeda. Los clones tienen que tener humedad todo el tiempo. Para eso, utiliza un pulverizador y rocía diariamente si es necesario. Para reducir la transpiración recorta las hojas que quedaron peluqueadas por la mitad.

Los esquejes no tienen raíces para absorber agua suficiente para la nutrición de las hojas. El agua llegará por intermedio de las hojas y el tallo hasta que las raíces hayan salido. Es importante que el lugar elegido para madres e hijos sea uno donde no haya golpes de calor ni que sea un lugar seco. Tiene que ser más bien húmedo.

Los growshop amigos pueden recomendar algún sustrato pronto para esquejes. Una buena opción son los panes de turba y/o coco prensados. Al humedecerlos se hinchan y facilitan su desarrollo en macetas. Así se optimiza mucho el espacio y las raíces se desarrollan satisfactoriamente.

Los esquejes enraizarán mejor si mantienes una humedad constante del 95% durante los primeros días. Luego reduce paulatinamente la humedad durante la segunda semana. Puedes hacerles un mini invernadero para mantenerlos húmedo.

Paralelamente, los clones tomarán fuerza radicular si el medio donde están es más cálido que el ambiente. Una forma fácil de conseguirlo es poner una manta térmica bajo los esquejes que están enraizando. Esto ayudará a mantenerlos a una temperatura más cálida. Y significará un magnífico impulso para las futuras raíces.

Observa también que el sustrato no seque. Hay que estar muy atento durante los primeros días. Es imprescindible controlar que en la sala haya una temperatura entre los 24 y 26 grados centígrados. Si todo sale bien, los esquejes estarán enraizados en dos semanas aproximadamente. Una vez que las raíces asomaron es posible pasar las plantitas al contenedor donde crecerán y se desarrollarán.

De esqueje a cosecha anual máxima

Si cultivas en exterior y solamente haces una cosecha anual es momento de extender y hacer rendir el espacio al máximo. La idea es que entre las plantas de exterior se pueda desarrollar una guardería de clones prontos para florecer y ver el desarrollo uniforme entre madre e hijo.

Es posible cosechar una tanda de esquejes al mismo tiempo que se cosechan a las madres. Por estos lados de América Latina estamos en plena temporada. Es un muy buen momento para desarrollar esta técnica de esquejado y pasar a florecer clones en exterior.

Los esquejes en exterior florecerán entre marzo y agosto. Pasada esa fecha la planta puede revegetar porque ya entraríamos en la próxima temporada y tal vez no sea lo ideal. Al mes del esquejado las plantas pueden salir al exterior. Y demorarán bien poco en comenzar a florar.

Nunca te quedes sin tus flores, no importa si eres cultivador/a principiante. Procura tener el jardín con flores todo el año. Algún amigo o colega puede ayudar en los primeros pasos. Tal vez obsequiando algún esqueje para adelantar camino.

El tiempo de floración en exterior es relativo, depende de la variedad cultivada y de las horas de sol directo que tenga el jardín. El mercado actualmente ofrece versiones que aceleran la cosecha. Las velocidades de desarrollo son más aceleradas con las variedades más índicas o híbridos de corta floración.

Recuerda que las variedades sativas suelen cosecharse un poco más adelante. Una vez coseché una Punto Rojo a finales de junio en el paralelo 38 latitud sur. La experimentación es la base del aprendizaje. Podemos tener mucha teoría, juntarnos con muchos cultivadores experimentados. O conocer de genéticas y haber leído muchos libros. Pero sin práctica, constancia, dedicación y esmero de nada sirve llenar la cabeza con información.

Equivócate y aprende de tus errores.

La teoría la podemos sacar de varias fuentes y cada cultivador tiene una manera o forma de llevar adelante su cultivo. Es por eso que aprendí a escuchar y observar a experimentados cannabicultores para luego tener mis propias experiencias y compartirlas con los demás.

No me quedo con una voz o con una nota, hago una mixtura de todo lo recopilado y lo llevo a cabo, a la manera de mis plantas. Propaga la especie, has un clon, dos clones, mil clones.

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