Juicio a la asociacion de Fernanda de la Figuera

29 Jan 2020

Soft Secrets estuvo en el juicio de Marías x María, la asociación de Fernanda de la Figuera, una de las activistas por el autocultivo de marihuana más veteranas de España. Allí pudimos comprobar que la fiscalía está dispuesta a apretar duro al activismo, aunque no haya animo de lucro, con los argumentos de que efectúan una labor de promoción y facilitación del consumo, además de no ser grupos reducidos. Así fue el juicio a la Abuela Marihuana.


Activistas de toda España llegaron para apoyar a Fernanda antes y después del procedimiento, portando un gran cartel donde se leía “Libertad para Fernanda, basta ya de personas presas por plantar”. Este apoyo demuestra que se trataba de una asociación activista, que luchaba por los derechos de las personas, así como la gran trayectoria de Fernanda de la Figuera y su reconocimiento social.

Consideraciones previas de Rafa Ramos

Empezó el abogado de Fernanda y del tesorero de la asociación, Rafael Ramos, aportando pruebas de que el único dinero incautado a Fernanda lo sacó previamente del cajero y venia de su pensión.

Denunció la vulneración de derechos fundamentales, incluyendo la inviolabilidad de domicilio, ya que Fernanda estaba detenida y sin abogada cuando autoriza la entrada. La guardia civil le dijo a Fernanda que era una intervención casual, por lo que su consentimiento fue viciado.

Ramos explicó que la defensa no pudo hacer un contranálisis por parte del perito propuesto, Xaquín Acosta, porque primero no le dejaron acceder y luego destruyeron la sustancia. Por esto,  pide la nulidad de todo el proceso al producirse indefensión.

Consideraciones previas de la abogada del secretario

Además de adherirse a lo explicado por Ramos, y subrayar que su defendido ni llegó a asumir el cargo de forma oficial, denunció la vulneración total de todo el proceso de la cadena de custodia. No existe ni fin de acta de cómo se interviene y custodia el cannabis. Cuando llega al laboratorio, viene sin sus recipientes y en otras bolsas, sin saber dónde se depositó.

Declaración de Fernanda de La Figuera

Fernanda, Abuela Marihuana para los que más la conocen, explica a fiscalía cómo las personas enfermas aportaban dictado médico para apuntarse a un cultivo compartido, y solo aceptaban personas que ya usaban marihuana.

Durante todo el juicio, tanto el juez como la fiscalía fueron meticulosos y detallados en sus interrogatorios. Fernanda no rehuyó ninguna pregunta, ni tampoco perdió ocasión de añadir sus comentarios. Así es ella, sesentayochista hasta en su juicio. No se privó de declarar que la entrada de la policía fue como "la de los guerrilleros de Cristo Rey al café Gijón en los años 70, tirando a un socio que entraba para colarse, de muy malos modos. "Yo creía al principio que era un chiste, la forma de hacerlo no fue la correcta ni muchísimo menos”, declaró.

La activista también explicó que mucha gente enferma les venía a pedir ayuda. Antes de fundar la asociación, visitaron distintas zonas de España donde se estaban realizando clubs de consumo, como Zaragoza, Madrid o Barcelona. "Vimos que era todo perfectamente legal y controlado y decidimos fundar una asociación para ayudar a estas personas".

Desde el principio, explicó que el fin de la asociación era hacer un cultivo colectivo para los socios que necesitan de la ayuda de los cannabinoides. Los nuevos miembros aportan documentación que demuestra que necesitan cannabis medicinal. También explican sus necesidades de consumo, de acuerdo con las que se hace la producción que se reparte según se va necesitando.

Fernanda contó que la policía le engañó para entrar a la casa, que le hicieron creer que era sólo una inspección rutinaria, no que estuviera bajo investigación. Que en ningún momento le informaron que tenía derecho a negarse al registro. Que tampoco le informaron de que había una operación en curso, sino que jugaron a ser amigos.

Allí tenía el cultivo colectivo de la asociación, con conocimiento y autorización de la junta directiva y del resto de socios de la Marías X María. Cada socio tenía su ficha, donde constaba lo dispensado, tan sólo se le otorgaba la cantidad máxima diaria que tenía establecida.

Detalló que siempre actuó convencida de hacerlo con total legalidad, que ya fue absuelta individualmente en 1995 y por un cultivo colectivo en 2010, además de haber visitado varias asociaciones junto con el tesorero, de forma que siempre creyó que todo era legal.

La asociación pretende hacer un cultivo colectivo para personas que necesitan hacer un uso médico de los cannabinoides. Las personas que pretendían ser socias aportaban el certificado médico de algún facultativo que recomiende el uso del cannabis.

Sobre el funcionamiento interno, explicó que nunca vendieron marihuana y los socios solo pagaban su parte de gastos de cultivo. Que la dispensación la hacían distintas personas y que constaban las cantidades que retiraban.

Declaración del tesorero de Marías x María

El tesorero, conocido en el mundo activista como Profe Alumno, declaró que controlaba gastos e ingresos. Que había una cuota inicial y luego una cuota anual que se pagaba en función de lo retirado, fijada según los gastos de la cosecha.  Le preguntó el juez si recuerda el día de la intervención, y dijo que perfectamente, que lo paso tan mal que lleva cinco años intentando olvidarlo.

Si hubo en algún momento intención de atribuir animo de lucro a la Junta Directiva juzgada, quedo enterrada con la declaración de Profe Alumno, ya que es alumno de muchas cosas, pero profesor de contabilidad, por lo que llevaba todo controlado a  nivel de cuotas, ingresos y facturas de gastos.

Da una explicación detallada de como se calculan las cuotas, basados en la previsión de lo que necesitan los socios. En función de esa producción se presupuestan unos gastos. Cuando se realiza la cosecha y se sabe el peso final, se divide el número de gramos entre los gastos del cultivo y de la asociación, con lo que se llega al coste final de cada gramo. Cada socio paga según la parte que retira de la cosecha.

Explica que la contabilidad estaba totalmente controlada, y que se anotaba todo, los gastos con sus facturas, así como las cuotas de los socios.

Declaración del secretario de la asociación Marías x María

El secretario de la asociación declaró que para él era como una cooperativa, como una comunidad de propietarios, que acababa de llegar al cargo. Solo entraban socios y solo se dispensaba a socios. Que sufre de migrañas y hace uso medicinal. Que se apuntaba variedad, cantidad y fecha y se firmaba. Que era para el consumo inmediato, que por ejemplo él sufre de migrañas, retiraba su gramo todos los días y lo fumaba inmediatamente.

El secretario dice que en el local había periódicos activistas que decían que toda esa actividad era legal. Sospechamos en Soft Secrets que se refería a nuestra revista. Explica que lo incautado era un cultivo de exterior que tenía que durar para todo el año. Que cada socio tenía su número y su ficha de registro.

Interrogatorio de fiscalía

Durante el interrogatorio de Fernanda y del resto de imputados, el fiscal hizo mucho hincapié en preguntar a los imputados si recordaban que los estatutos de la asociación establecían la no promoción, facilitamiento o favorecimiento del uso del cannabis.

También habló una y otra vez de una persona que se acababa de hacer socio, y fue cacheada en el exterior, encontrándosele cannabis que declaró se le había dispensado en la asociación, lo que sirvió de motivo para la entrada y registro policial, con la excusa de que era un sitio público.

Otro de sus objetivos fue dar relevancia a la posibilidad de peligro abstracto, es decir, que parte de la marihuana de la asociación saliera fuera del círculo cerrado. Que las personas adquieran la sustancia y en vez de consumo inmediato, en el local de la asociación, la saquen fuera.

Declaraciones de la Policía y Guardia Civil en el juicio de Marías x María

Un primer agente dice que los vigilaban porque se dedicaban a “promover” el consumo de cannabis. Detienen a una pareja que sale y uno dice no ser socio, por lo que deciden entrar al local por considerarlo un lugar público.

Reconoce que entraron sin orden de registro, aprovechando la entrada de un socio. También admite que la Junta Directiva colaboraron con ellos en todo momento,  mostrándoles los papeles de la constitución de la asociación.

Sobre como era el local, dice "no lo recuerdo exactamente, porque he hecho varios y mezclo unos con otros". Admite que durante la entrada, los que estaban en el local se acreditaron como socios mostrando sus carnes.

Otro agente dice que detuvieron a una pareja que salía rápidamente del local, lo que les hacia pensar que podían haber adquirido algún tipo de sustancia, por lo que esperan a que se alejen y les dan el alto. Les encuentran el cannabis y manifiestan que lo adquirieron en un local cercano que conocieron por otras personas, y que "habían sido captados para que pagaran una cuota y que pagaran la cantidad que querían comprar. Se les ofreció prestar declaración y la declinaron".

En ningún momento declara el policía que detuvo a esta pareja que uno de los dos no fuera socio, incluso el dato de que pagaban cuota de socio indica lo contrario, aunque el no ser uno socio es la excusa con el que se amparan para entrar sin orden de registro.

Dice que la intervención fue porque "promovían el consumo de sustancias estupefacientes con ventas, lucrándose de ello", sin aportar prueba o explicación alguna de esta acusación de lucro. El local tenían toda la apariencia de un bar, con mesas, sillas y otros elementos de hostelería. Aprovecharon que alguien salía para entrar al local, sin orden de registro.

Otro agente reconoce que estaba todo a la vista y no fue necesario el registro para encontrar nada, que nadie se esconde o escaquea, sino que los socios van de frente y dan la cara manifestando su condición. Asegura entraron por ser establecimiento público. Reconoce que el permiso de registro de su casa Fernanda lo concedió estando ya detenida.

Todos los agentes insisten que al entrar dentro parecía un bar, para hacer mayor énfasis en que se trataba de un establecimiento público. Un agente que entró en la finca con el cultivo dice que llegaron por casualidad, por el fuerte olor, que no sabía nada de la operación que se desarrollaba en el club. Que los que estaban en la casa colaboraron y explican que es un cultivo de una asociación y que las plantas eran de muchas personas. No recuerda que hubiera carteles que identificaban el cultivo como propiedad de una asociación.

Un agente que había estado investigando previamente la finca, dato que se conoce después al aparecer en un atestado sobre una investigación en Cartama. Dice que se sorprendió de la intervención esa mañana de otros compañeros, que no estaba en contacto con ellos y que ellos llegaron por casualidad, por el olor.

Otro agente también reconoce que habían hecho vigilancia de la finca en los días previos, pero no estaban en contacto con la otra unidad, que entró por el olor. Esta entrada por sorpresa fue la que lo aceleró todo.

Otro agente reconoce que los que estaban dentro de  la asociación acreditaron ser socios con sus carnets. Aunque se colaron aprovechando la entrada de un socio, este agente asegura que el local era un establecimiento público y había una web para que la gente fuera allí para adquirir, que era un punto de venta. Asegura que los encontraron porque hacían propaganda en una web, pero no se acuerda de la página, ni sabe explicar por qué este importante dato no aparece en el atestado.

Declaraciones de las socias de Marías x María

Una primera socia con VIH, hepatitis y ansiedad explica que necesita cannabis. Que no pagaba por marihuana, sino colaboraba con los gastos en función de su consumo. Que cuando no tenía dinero no aportaba dinero. Que las cuotas eran para gastos del local y del cultivo, no un pago por marihuana. Insiste que las instrucciones eran clarísimas, consumir en el local y no sacarla. A preguntas del juez, declara la testigo que había asambleas generales todos los años y había reuniones.

Una socia con cáncer desde 2014, que también sufrió la perdida de un hijo, por lo que usa cannabis medicinal. Solo consumían en el club y nunca compró, sino que pagaba su parte de gastos. Los pagos de gastos eran bajos, nada que ver con el mercado negro. Que no sentía ser compradora sino socia.

Que presentó sus papeles médicos para entrar. Asistió varias veces a las asambleas de la asociación. Funcionaba como cualquier asociación con sus actas y necesidad de quorum, orden del día y puntos a tratar. La testigo conocía todos los gastos de la plantación de marihuana y le presentaban facturas.

Habla la siguiente testigo, médico y con un cáncer de mama. Nunca les vendieron, sino que pagaban cuotas simbólicas, relacionadas con los costes del local y del cultivo. Que tenía un carnet y estaba inscrita en una ficha. Que consumían la sustancia en el local.

Declaraciones de los peritos de la policía

El primer perito dice que siguieron los protocolos de Naciones Unidas y que no intervino en la selección de las muestras. No sabe cómo se incauta, deposita y entrega. Ratifica que solo trabajó con las muestras que le llegaron.

El segundo perito de la policía fue el que realizó el muestreo. No recuerda cómo le llegaron las muestras, no recuerda si se le entrega el cannabis el mismo día de la incautación, que muchas veces les tardan en traer las muestras varios días.

La tercer perito de la policía llegó, como los anteriores, con el informe en la mano y leyendo, pues ni se acordaban. La recepción la hizo una compañera de baja por larga enfermedad, por lo que se presentó ella en sustitución. El peso neto se calculó por extrapolación y asegura que se recogieron muestras según protocolos de Naciones Unidas y la AEMPS. Aunque se arrancaron plantas en vivo,  a preguntas de la defensa, quedó claro que el material ya llegó a peritar seco, más aún, la principal perito de la policía no sabía cuánto tarda en secarse el cannabis. Reconoció que en el peso se añadieron hojas, lo que no cumple el protocolo de la ONU citado anteriormente.

Declaración del perito Xaquín Acosta

El ingeniero agrónomo Xaquín Acosta señaló que se contabilizaron las hojas junto a las sumidades floridas, en contra del criterio de la ONU, que no se hace pesaje inicial de la totalidad del material. Que en los atestado se ve un baile de cifras en el contenidos de los 28 recipientes, primero son 7 kilos 800 gramos, luego son 7 kilos y 380 gramos, luego llega sanidad y da un supuesto neto de 12 kilos 300 gramos.

Que es probable que el contenido de las cajas no estuviera listo para consumo. Que no pudo ver el material, ni siquiera fotos del material, sino fotos de las cajas, con la excusa de que ya había un peritaje hecho. Que no es normal que sanidad de un peso mayor al del primer peritaje, pues suele ocurrir lo contrario. Por estos motivos y otros, Acosta señaló que el peso total, del aprovisionamiento para todo el año, era nunca superior a los 8 kilos y claramente inferior a los 10 kilos.

Conclusiones finales fiscalía

Reconoció no hubo animo de lucro, pero les acusa de promoción y facilitamiento. Reconoce que era una asociación legal y que hay sentencias absolutorias, pero que también hay condenatorias del Supremo, por no ser un grupo reducido de personas para consumo inmediato.

Les acusa por ser un grupo cercano a las 200 personas y que no se controlara de forma hermética que no saliera la marihuana de la asociación. Citando condenas anteriores en estas condiciones. Cuestión en la que incidieron mucho tanto fiscalía, como el juez, durante los interrogatorios. Señala en que la promoción estaba vetada en los estatutos, pero se efectuaba facilitamiento de la sustancia.

Insistió en que se desbordaron los limites del consumo compartido, que se sobrepasaron los limites marcados por el Tribunal Supremo y aseguró que no se puede alegar error de prohibición. Por la actuación del fiscal durante este juicio, parece ser que las acusaciones se van a centrar en que las asociaciones no son grupos reducidos, que hay peligro que no sea para el consumo inmediato, sino que la marihuana salga de la asociación.

Conclusiones finales de la defensa del tesorero

La defensa del tesorero detalla que solo llevaba dos días hábiles en el cargo, que no había tomado el cargo de forma oficial y estaba ayudando con la actualización del libro de socios. Insistió en que desconocemos donde se deposita el cannabis, como se conserva, como se hace la toma de muestras, todo llega en bolsas, pero otras sustancias estaban en fiambreras, no coinciden los recipientes, hubo trasvases, lo que implica ruptura total de cadena de custodia.

Conclusiones finales de Rafael Ramos

Un atestado reconoce que hubo investigaciones previas y la entrada sin orden de registro no fue casualidad, aunque luego se intentó tapar. Hubo delaciones indebidas. El pesaje no fue correcto por incluir hojas. Nunca hubo intención de difusión indiscriminada. El grupo era reducido, no eran miles de socios.

El consumo se produce el consumo en un lugar cerrado, todos las personas detenidas en sede eran socios, también las personas detenidas fuera. Las cantidades eran tan pequeñas que es poco probable la difusión indiscriminada. La jurisprudencia del Tribunal Supremo señala que el cultivo de marihuana para el propio consumo no es un delito. Cumplían incluso los requisitos mas estrictos del Tribunal Supremo.

La asociación no es una seta que aparece sola, viene del trabajo activista de los socios desde el siglo pasado. Falso lo que dice la policía de que hiciera promoción en inet, no tenían web. Las sentencias del Supremo fueron anuladas por el Constitucional y el Supremo absolvió.

Además Rafa Ramos exhibió una de sus grandes bazas, hubo error de prohibición invencible porque fueron absueltos incluso con más marihuana en un anterior proceso judicial anterior,  estaban convencidos de que actuaban con licitud.

Ultimas palabras en el juicio de Fernanda de la Figuera

"En todo momento pensé que estaba haciendo algo que se podía hacer, algo que estaba dentro de los límites de la la legalidad, algo para ayudaba a los demás y que no estaba contraviniendo ninguna ley. Antes de realizarlo, visitamos diferentes asociaciones, tanto el tesorero como yo. Estoy en la pelea por la legalización de la marihuana desde hace muchos años. He sido absuelta en repetidas ocasiones. Creo que algún día llegará, creo que es la medicina del siglo XXI y me parece que estaba haciendo una labor muy útil para muchas mujeres."