Insectos chupadores en mi marihuana

Soft Secrets
24 Oct 2019

Cómo acabar con trips, arañas rojas y otras plagas del cannabis


En los últimos veinte años, hemos visto cómo se ha modificado la disponibilidad de los fitosanitarios para combatir a los insectos chupadores. Te invitamos a que te actualices para encontrar las mejores estrategias de defensa para nuestras plantas de marihuana.

¿Has encontrado pequeñas manchas blancas, como puntos en las hojas? ¿Has visto diminutos insectos en el envés de las mismas?

Prepárate para evitar las plagas de insectos chupadores con estos consejos, y llega al final de la floración en las mejores condiciones, para conseguir un cultivo de marihuana de alta calidad en tu balcón o terraza.

¿Qué son los insectos chupadores?

Por su forma de atacar, podemos diferenciar a los insectos que afectan a las plantas de marihuana, como insectos masticadores o insectos chupadores.

Los insectos masticadores se caracterizan por tener un aparato bucal específico para morder. Estos a su vez pueden diferenciarse en masticadores internos, es decir, comen desde dentro de la hoja como los minadores de hojas, o masticadores externos, como en el caso de las orugas.

Los insectos chupadores, en cambio, se denomina así porque tienen un aparato bucal preparado para absorber. Primero humedecen la zona, luego mediante el estilete abren los tejidos vegetales y succionan la planta.

El daño ocasionado por los insectos chupadores es múltiple. Cuando humedecen la hoja o el tallo antes de clavar el estilete, son vector de virus que se encontraban en plantas que han picado antes.

Al introducir el estilete, con éste penetran patógenos y además las múltiples picaduras estresan al cannabis. La succión de nutrientes también lo debilitan. Muchos segregan melazas, que junto con sus excrementos, son vía de entrada de hongos en la planta, como por ejemplo la negrilla.

A diferencia de los masticadores, los insectos chupadores suelen multiplicarse más y de forma más rápida. Una plaga de insectos chupadores no te dejará sin cosecha, pero la dejará infumable, arruinando todo el aroma, sabor, aspecto y menguando la producción, afectando la cantidad y la calidad del producto final.

Los insectos chupadores que atacan a las plantas de marihuana son la mosca blanca, los pulgones, trips, cochinilla, y aunque no son insectos, por el tipo de daño podemos incluir a los ácaros.

Los primeros en aparecer son los trips y los pulgones. Estos se hacen presentes en primavera, y si no los combatimos, pueden seguir en la planta hasta la cosecha. En primavera todavía llega la mosca blanca.

El verano es el momento de la araña roja, y con las lluvias de fin de verano llegan las cochinillas. Ten en cuenta estas fechas para ir previniendo y revisando las plantas en busca de colonias de insectos.

Los trips los verás posados en las hojas de la parte superior de las plantas. Los pulgones en el envés, es decir la cara de abajo de las hojas. La mosca blanca la veras si agitas las ramas, porque saldrá volando. Las arañas las verás como diminutos puntos en la cara inferior de las hojas, si pasas el dedo verás que queda manchado.

Acciones culturales, prevenir y curar:

Para llegar en buenas condiciones a la cosecha es importante realizar un cuidado integrado mediante acciones culturales, acciones preventivas y curativas, antes de que se transformen en plaga. Ten esto presente, porque este tipo de insectos son muy difíciles de erradicar totalmente una vez que están instalados.

En la actualidad, no disponemos de las mismas herramientas que hace 20 años, muchos de los insecticidas que antes se aplicaban sin inconvenientes, ahora requieren un carnet de uso agrícola, ya no están disponibles para el cultivador doméstico. Es necesario entonces repensar los conceptos y la forma en que cuidamos a nuestras plantas.

Acciones culturales

Tranquilo, que no tendrás que presentar un libro o ser comisario de una exposición en el Guggenheim. Las labores culturales, refiriéndose al cultivo de marihuana, son las tareas de cuidado y mantenimiento que realizamos en nuestro cultivo desde la germinación hasta la cosecha. El objetivo es brindar a las plantas de marihuana las mejores condiciones para desarrollarse. En cuanto al mantenimiento de nuestra planta y la lucha contra las plagas de insectos chupadores, las labores culturales son:

Limpieza del área de cultivo. Las plagas hibernan de una temporada a otra en la tierra, en maderas cercanas al área de cultivo o en otras planta perenes, y vuelve a las plantas de marihuana en primavera. Es importante mantener el espacio donde cultivas en buenas condiciones, y hacer una minuciosa limpieza del balcón, utilizando lejía, antes de empezar el cultivo.

Observa las hojas de la planta de marihuana por arriba y por abajo en busca de insectos chupadores. Puedes ayudarte con una lupa de mano o un pequeño microscopio portátil. Revisa las hojas buscando picaduras de insectos, busca pequeñas manchas blancas como puntos,  donde la hoja ha perdido el color, producto del ataque del insecto.

La aplicación de trampas físicas, como trampas adhesivas de color amarillo y azul, es muy efectiva. Tienen una doble función; por una parte, atrapan a gran cantidad de insectos que visitan nuestro cultivo, a la vez sirven para facilitar la identificación de los insectos que nos están atacando para poder actuar en consecuencia.

Procura tener una planta libre de todo tipo de estrés, falta o exceso de riego, temperatura elevada en las raíces, etc. Debilitan a tu planta. Una planta sin estrés es una planta sin plagas. Una planta fuerte y vigorosa resiste el ataque de los insectos y te dará tiempo para actuar.

Por el contrario, una planta estresada y que crece con problemas estará mucho más débil para enfrentar el ataque de los insectos. Además estará más sensible para pillar todos los demás daños secundarios que nos crea el ataque de insectos chupadores, tales como entrada de virus y aparición de hongos.

Llegar a la floración sin plagas debe ser una meta que nos debemos de autoimponer, no esperes a tener la planta llena de insectos para ponerte a combatirlos, porque aunque lo logres, puede ser tarde y el sabor de la marihuana ya no será el mismo.

Utiliza preventivos. Existen numerosos preventivos para las plantas de marihuana que actúan formando una fina película en la hoja, que impide que el insecto la pueda picar. Por ejemplo Leaf Coat o Canna Cure o el aceite de Neem que tiene acción repelente. Es una muy buena opción para aplicar cuando la planta no ha padecido ningún ataque. Pero ten en cuenta que no tiene acción curativa frente a un ataque de insectos ya instalados.

Los preventivos contra insectos y ácaros funcionan como un repelente, crean un ambiente hostil al insecto, de forma que éste prefiera alojarse en otra planta. Funcionan muy bien en huertos y jardines.

En los balcones, su acción es más limitada, ya que no existen otras plantas que el insecto pueda escoger. Si bien la mayoría de los preventivos también actúan por simple contacto, lo hacen en menor proporción que un plaguicida de contacto.

Los insecticidas y acaricidas de contacto actúan de forma directa al entrar en contacto con el insecto mediante la pulverización o al alimentarse el insecto con partes de la planta tratada. Como el insecticida de contacto actúa solo sobre la parte tratada de la planta, es muy importante llegar a ambas caras de las hojas para que el tratamiento sea efectivo.

Con los plaguicidas sistémicos, la sustancia es absorbida por la planta, por lo que permanece activa más tiempo. A diferencia de los insecticidas de contacto, los plaguicidas sistémicos serán activos también en las hojas nuevas que crezcan luego de la aplicación del producto.

Los plaguicidas translaminares se introducen en los tejidos y actúan desde allí. Son muy parecidos a los sistémicos, la principal diferencia es que la acción de los insecticidas translaminares se limita a la zona de la planta donde se ha aplicado el producto. Esto significa que si lo aplicamos cuando la planta es joven, las ramas y hojas nuevas que aparezcan desde la aplicación no estarán protegidas.

Antes contábamos con varios plaguicidas de sistémico y translaminar, que se utilizaban contra pulgones, trips y mosca blanca, ácaros, o insecticidas y acaricidas de contacto muy potentes. En la actualidad, han cambiado los tratamientos disponibles para curar nuestras plantas, la acción se ve circunscrita al uso de piretrinas naturales y piretroides

La piretrina es un compuesto de origen orgánico, generalmente extraído de las flores del crisantemo. Las piretrinas se degradan muy fácilmente con la acción del sol, aire y agua. En algunas formulaciones se combina con butoxido de piperonilo, ya que tienen una acción sinergizante.

La acción de la piretrina se realiza por contacto o por ingestión. La piretrina actúa sobre el sistema nervioso del insecto; primero provoca temblores, seguidos de paralización y muerte. La piretrina no afecta a mamíferos, aves o peces, pero en cambio resulta toxica para los insectos en general, ya sean benignos o malignos.

Sin embargo, la piretrina está permitida para la agricultura doméstica, debido al poco tiempo que permanece útil en la planta. Esto nos da una idea de por qué no sirve para utilizar como preventivo, ya que en pocos días e incluso horas si llueve… no puede ejercer una función preventiva. En cambio, resulta una excelente herramienta para combatir a los primeros insectos chupadores que se posen en nuestra plantas.

La piretrina es menos eficaz cuando la plaga está totalmente instalada en la planta de marihuana, por lo que siempre es necesario revisar las hojas, por arriba y por abajo en toda la planta.

Algunas formulaciones de piretrinas vienen acompañadas de aceites que tienen como función asfixiar a los huevos de los insectos. Como las piretrinas dejan de estar activas en poco más de tres días de exposición al sol, los huevos de los insectos que no se ven afectados por las piretrinas eclosionan a los pocos días. Para evitar esto, se suele combinar con aceites. Tampoco resulta efectivo al 100%, por lo que habrá que aplicar una segunda dosis pasada una semana.

Es un gran contraste con los plaguicidas químicos que se utilizaban en el siglo pasado e inicios del actual, más potentes, algunos sistémicos, que nos permitían descuidar las plantas, hasta descubrir el ataque bien avanzado, ya que se cargaban la plaga de forma total y más rápidamente.

Además de las piretrinas, los piretroides siguen permitidos para la agricultura doméstica. Los piretroides son compuestos químicos de síntesis, de estructura similar a las piretrinas naturales, con mayor persistencia útil  en la planta, pero también resulta ser más tóxica para los insectos benignos e incluso para mamíferos, por lo que dichos compuestos deben ser manipulados con mayor precaución y evaluando si realmente hacen falta en nuestro cultivo.  En caso de ser estrictamente necesarios, se han de utilizar solamente durante la fase vegetativa o de crecimiento de la planta de marihuana.

Es fundamental que los insecticidas que utilicemos no dañen la marihuana ni afecten a la salud, pero también que no dañen el medio ambiente, que no sean peligrosos para quien los aplica y no afecten a los insectos beneficiosos.

Los fitosanitarios permitidos actualmente para la agricultura doméstica son menos peligrosos para la salud del que los aplica. Su fabricación produce menos contaminación que los productos que utilizábamos antes y tiene menor incidencia en el medio ambiente. Pero por contra, requieren un uso más continuado y resulta más trabajoso cuidar nuestro cultivo doméstico de marihuana en el balcón.

Es necesario ponerse las pilas y dedicar más tiempo a revisar las plantas, realizar las tareas culturales y no dejar que el ataque de los insectos se convierta en plaga. Nos están obligando a que prestemos más atención a nuestro cultivo, si queremos lograr un resultado de buena calidad.

No te dejes estar, consigue tu fitosanitario antes de que aparezca el ataque de los insectos chupadores, procura  tenerlo a mano cuando haga falta, que esperar luego a tener tiempo libre para ir a la tienda o estar a expensas del correo o del mensajero para recibir el plaguicida. Ésta puede ser la diferencia entre acabar con la plaga fácilmente o tenerlo que hacer con una generación nueva de insectos y de huevos dispersos que nos darán más dolores de cabeza.  Ánimos, a no bajar los brazos, y a doblar nuestros esfuerzos para tener las plantas preparadas para una gran floración.

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