Auténtica primera calidad en hachís al agua

Soft Secrets
27 Mar 2018
La extracción de un buen hachís es un proceso artesano y delicado, en el que resulta crucial cuidar cada paso. El premio final es degustar auténtica primera calidad, manjar que nunca está en el mercado, solo lo fuma el que lo hace.       Author: J. Searcher En The Plant Organic Seeds son grandes amantes del hachís, por lo que uno de sus principales criterios de selección de las variedades es que rindan extracciones de calidad. Nos revelaron sus secretos para obtener un hash de auténtica primera calidad.

Ingredientes

Materia vegetal: El buen hash se hace con materia prima de calidad y bien resinada, en el equipo The Plant Organic Seeds, además de cogollos pequeños, emplean solo los restos de manicura cercanos al racimo floral, donde hay abundancia de tricomas. La mejor calidad viene de plantas sanas y sin plagas, ni restos de plaguicidas. Es importante que la materia vegetal esté bien seca. Se recomienda ponerla a secar en papel de periódico y no conservarla en bolsas de plástico, ya que en las bolsas la electricidad estática atrapa la resina. También que esté lo menos manipulada posible y no se haya movido de un lado para otro. Aunque algunos piensan que no pasa nada por perder parte de la resina porque aún queda mucha, debe tenerse en cuenta que las glándulas que primero caen y se separan son justo las más gordas y las más maduras, las de mayor contenido en cannabinoides, por lo que cuando se desperdician estos tricomas, ya no saldrá una auténtica primera calidad. [caption id="attachment_9692" align="alignnone" width="300"] Elementos para la extracción.                    [/caption] Lavadora y mallas. Según el volumen de material a procesar se necesitan mallas y lavadora de un tamaño u otro. En este caso había mucho material, por lo que se emplean mallas de 120 litros. Los tamaños de malla empleados son 25, 45, 73, 120, 160, 190 y 220. [caption id="attachment_9693" align="alignnone" width="300"] El agua se ha de poner a 4º.[/caption] Agua, hielo y termómetro. El agua es mejor desmineralizada porque los minerales dan sabor, el hielo ha de estar disponible en abundancia, si es en verano más. Respecto al termómetro conviene que sea digital para una medición más rápida y precisa.

Preparación

Lo primero es hacer bajar la temperatura del agua a 4º, pues es el momento donde mejor se desprende el tricoma de la masa vegetal, para lo que hay que añadir hielo. Vamos comprobando con el termómetro digital y cuando nos acercamos a la temperatura paramos de introducir hielo. Es normal que la inercia del hielo añadido haga que baje de los 4º, pero se ha de intentar no pasarse, ya que si el agua se enfría demasiado se densifica y es más difícil soltar los tricomas. La materia vegetal se introduce en la malla de trabajo que se meterá en la lavadora. Al rellenar esta malla conviene que se use como mucho un tercio de la capacidad, pues si se introduce demasiado queda una bola en el medio. La manera de sacar calidad y cantidad es ir poco a poco, aunque se hace muy tedioso, sobre todo en invierno.

Batida

Se mete una malla de trabajo y se da una batida de 5 minutos, a continuación, se escurre y se mete al congelador, mientras que se da otra batida de 5 minutos a una segunda malla de trabajo. Después, se pega la segunda batida de 15 minutos y se vuelven a congelar. La tercera batida será de 15 minutos también. Según pasa el tiempo se estabiliza con más facilidad la temperatura en 4º, por lo que los tricomas son más fáciles de separar. [caption id="attachment_9694" align="alignnone" width="300"] Desaguado de dos lavadoras a un juego de 120 mallas[/caption] Dar tres pasadas es una indicación general, para la mayoría de los casos. En este apartado juega un papel clave la genética, pues hay algunas variedades que con dos pasadas ya sacas todo, mientras que las campeonas de la resina, como por ejemplo la Nicole Kush, necesitan 4 o hasta 5 pasadas.

Desaguado y drenaje

El contenido de dos mallas de trabajo se desagua, tras cada pasada, en un cubo con un juego de mallas de 120 litros que se colocan siempre en el mismo orden: 25, 45, 73, 120, 160, 190 y 220. La 220 micras es de trabajo, mientras que la 160 y la 190 van con mucha materia vegetal. Las calidades interesantes están en las mallas con micraje de 25, 45, 73 y 120. Se sacan las mallas y permite al agua salir. Al realizar esta operación se emplea una botella de agua con agujeritos en el tapón, para lavar las mallas y que no se queden restos de resina pegados a las paredes. De esta forma se suelta la resina y se conduce al centro de la malla, pero sin meter demasiada agua que podría subir la temperatura. Hacer un hachís de primera calidad es como ser un buscador de oro, que al batear el agua se centra en localizar hasta la última brizna del precioso tesoro. Las últimas mallas son las más difíciles de drenar, sobre todo la de 25 micras, donde conviene dar golpecitos para que el agua pase. Una vez que sale el agua se dejan secar las mallas en una mesa o sitio plano, con una bayeta por debajo para absorber los últimos restos de humedad. De ahí se pasa a una malla de serigrafía tensada en un marco, desde donde se seca por debajo con ayuda de servilletas. Gracias a estos trucos, optimizan el proceso de secado, una de las claves de conseguir alta calidad final. [caption id="attachment_9695" align="alignnone" width="300"] Secado con una bayeta por debajo.[/caption]

Orden

También a la hora de colocar el contenido de cada malla se sigue siempre el mismo orden, de manera que no se confundan las calidades. Así, sitúan las mallas de 120, 73, 45 y 25. En los procesos de extracción conviene ir siempre en el mismo orden y de forma organizada, dejar siempre la misma calidad en el mismo sitio para evitar errores. Como en muchos momentos hay que esperar, el orden permite sistematizar el proceso y ocuparse de otras fases de la siguiente tanda, mientras el agua drena o mientras la resina seca. Cuando eres metódico y repites siempre los mismos pasos, las posibilidades de equivocarse se reducen mucho. Por eso al principio hay que ir con calma, pasito a pasito, hasta que interiorizas una forma de trabajar y te sale de forma automática. Por supuesto, nunca mezclan las calidades, ya que el hash recogido en la 120 es más activo y de sabor más intenso, mientras que el de la malla de 45 es más sedante. [caption id="attachment_9696" align="alignnone" width="300"] Distintas variedades ofrecen distintos tonos[/caption]

Picado y secado

Una vez que llegan a un secado que deja desmigar, le dan el primer picado. La operación de desmenuzado nunca la realizan con coladores u otros instrumentos metálicos, pues rompen los tricomas, lo que dificulta el secado y reduce la calidad del hachís. Se trata de hacer un picado manual, para lo que es necesario paciencia. En todo lo que sean trozos grandes se queda agua, lo que arruina el producto final. Es imposible desmenuzar bien la resina de una vez, el picado se efectúa como mínimo en tres tandas, con tiempo de secado entre cada una. Así se consigue eliminar el agua de forma correcta, cuestión clave, sobre todo en las calidades superiores, las más difíciles de secar. El equipo de The Plant Organic Seeds ha visitado países donde se realizan las extracciones en agua de forma profesional para obtener grandes cantidades. Según nos explican, en estos equipos de trabajo hay personas que se dedican solo a desmenuzar la resina en diferentes tandas, lo que da idea de la importancia de un buen picado. De esta forma se puede desmenuzar a fondo y queda como polvo. The Plant Organic Seeds nos explican que prefieren conservar el hachís en este formato de polvo, que procesan en el último momento. En muchas ocasiones se hace este proceso final de forma incorrecta y queda agua dentro, lo que arruina el mejor hachís, ya que entonces al fumar hace toser y molesta en el pecho. [caption id="attachment_9697" align="alignnone" width="300"] Secado encima de mallas de serigrafía[/caption]

Variedades

Igual que hay distintos tipos de jamones, en función de la raza porcina concreta, las distintas variedades de cannabis producen distintos tipos de hachís. The Plant Organic Seeds nos comentó algunas de sus estirpes favoritas. Nicole Kush. La genética estrella en producción de hachís, con rendimientos increíbles de hasta el 25%, a la vez que mantiene la calidad y un buen paladar, además de olor penetrante. Rinde hasta cinco pasadas, con producto final de calidad hasta en la cuarta. Kinkanna. Planta olorosa, de paladar potente, exquisito y frutal. Rinde bien en todas las mallas y en este caso dar una cuarta pasada se hace imprescindible para aprovecharla bien. White Widow. Un clásico de la resina con un efecto físico y relajante. El tricoma es de tamaño medio, por lo que no destaca en la malla de 120 y da mejores resultados en la de 73 micras. Bubba kush. Otro clon de resultado legendario en extracciones, por su gran cantidad de resina con alta calidad, paladar de tonos terroso y efectos relajantes. South Plant. Da bastante hash de tonalidad oscura, cuando se ha cultivado con mimo ofrece sabores frutales y exóticos. Golosina para expertos. Amnesia. Destaca por ser un hash superoloroso, con sabor profundo, toques cítricos y efecto activo. Cannalope Haze. Una variedad muy resinada, por lo que en las extracciones rinde excelente resultado final, con un aspecto llamativo y textura pegajosa, efecto activo que sube rápido. Cheese. Clásico del Skunk, con un paladar llamativo y sabroso, además de subidón rápido y efecto fuerte. [caption id="attachment_9698" align="alignnone" width="300"] Primera calidad de fusión completa[/caption]

Cata

Cuando se parte de materia vegetal de primera calidad, almacenado y secado de forma correcta, y se hace un procesado meticuloso, siguiendo todos los pasos anteriores, para cazar todos los tricomas más maduros y hacer un secado correcto, se consigue un auténtico hachís de primera calidad. Según nos cuentan en el equipo de The Plant Organic Seeds “Cuesta tanto trabajo de elaborar que nadie lo vende. Además los productores comerciales prefieren mezclarlo con la calidad inferior para vender ambas como primera. Es imposible encontrarlo en ningún lugar, ni siquiera pagando 120 euros por un gramo, como piden en algunos. El auténtico primera solo lo fuma el que lo hace y le dedica tiempo”. Es un hachís denominado “full melt” o de fusión completa, es decir, burbujea y desaparece, con calidad que va más allá de aspectos estéticos, sino que se revela de forma definitiva en la cata, donde presenta un paladar intenso y diferente. Cuando lo pruebas, lo recuerdas para siempre, aunque pasen años.
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