Prueba de variedades

Soft Secrets
31 May 2017

Como consumidor, es posible que tengas algún tipo de experiencia con variedades como Gorilla Glue y O.G. Kush. En caso de que no sea así, resulta bastante sencillo echarle un vistazo a sus características y leer algunas reseñas antes de adquirir un variedad para consumirla; o puedes comprar gramos sueltos de cada una y compararlas tú mismo.


La cosa es distinta cuando se trata de elegir variedades para cultivarlas. Vivo en una zona donde hay multitud de dispensarios que venden clones. Tienen una selección enorme de variedades, entre 25 y 125 en cada establecimiento. En conjunto, hay unas 75 variedades para elegir. Al escoger variedades nuevas para cultivar, ya sea con una finalidad personal o de distribución, surgen diversas cuestiones: ¿Cómo ramifica la variedad? ¿Cuánto crece desde que se fuerza la floración? ¿Cuánto tarda en madurar? ¿Qué variedades funcionan mejor con los métodos que empleas?

Rendimientos comparativos

Estas preguntas se responden llevando a cabo un cultivo de prueba. Estoy evaluando un diseño de plantilla para un modelo de pruebas. Con la proliferación de híbridos y variedades, los cultivos de prueba son esenciales para que los cultivadores puedan determinar qué plantas prefieren cultivar. Las pruebas pueden utilizarse para:

  • Elegir la mejor descendencia a partir de semillas propagadas.
  • Evaluar el efecto de nuevas prácticas de cultivo en las variedades que se cultivan.
  • Seleccionar la mejor planta para clonar a partir de semillas compradas.
  • Estudiar distintas prácticas de cultivo.
  • Examinar distintos fertilizantes y regímenes de abonado.

Este modelo está diseñado para minimizar el trabajo, la energía y el espacio, y hace que sea factible para el jardinero medio –grande o pequeño- llevar a cabo una prueba relativamente amplia de manera bastante sencilla. La idea consiste en cultivar plantas en miniatura, forzándolas a florecer en una fase temprana, así se convierten en plantas florecidas de tamaño reducido cuando terminan de crecer.

El diseño

El experimento fue realizado en un armario de cultivo de 1,5 x 1,5 metros. Contaba con una lámpara OG vertical de halogenuro metálico de 860 vatios, iba montada en un sofisticado reflector refrigerado por aire y estaba controlada por un temporizador. La iluminación refrigerada por aire evitaba que el calor llegara al jardín. Aún así, el exceso de calor fue controlado con un pequeño aparato recirculante de aire acondicionado, instalado sobre una mesa fuera del armario, junto a uno de los laterales. El aire se enriquecía con CO2 mediante un tanque de 9 kilos regulado por un sensor para mantener el espacio a 1.200 ppm durante las horas de luz. Un pequeño ventilador oscilante hacía que el aire del cultivo circulara continuamente. Se colgó de la estructura tubular un termómetro con registro de temperatura máxima y mínima, situándolo al nivel de la canopia. Nunca se permitió que la temperatura bajara de 15,5Cº. Los ejemplares fueron plantados en contenedores de 15 cm -2 litros-, se llenaron con una mezcla compuesta por un 50% de coco, y un 25% de compost casero envejecido (derivado de hojas, frutos caídos y restos de comida) y mezcla de sustrato usada en proyectos anteriores. Utilicé un sistema de mecha, pero cada cual debería usar su método favorito de plantación, ya sea en coco, mezcla de sustrato, hidroponía o lo que sea. Procedimiento para poner en marcha el jardín:

  • Etiqueta cada planta con un marcador de plástico, que se pone en el contenedor, y una etiqueta adicional de identificación alrededor del tallo. Escribe en las etiquetas con un lápiz blando; muchas tintas se despintan.
  • Pon las plantas en los contenedores. El tallo no debería situarse más bajo de lo que ya está. Si es necesario, utiliza un tutor u otros medios de soporte para mantener recto el tallo.
  • Riega tras la plantación con una solución diluida de fertilizante (400 ppm) para la fase vegetativa. Será una de las pocas veces que tengas que hacer esto. Más adelante, las plantas absorberán la solución de agua y nutrientes a través de la mecha de nailon según sus necesidades.
  • Deja la luz encendida de forma continua durante una semana. Luego, apágala durante un día para estimular a que las plantas transicionen de crecimiento vegetativo a floración.
  • Al día siguiente, vuelve a encender la luz, pero utiliza un temporizador para que el jardín reciba 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad total diariamente.
  • Mantén este régimen de luz y oscuridad durante un mes. Las plantas requieren oscuridad ininterrumpida durante el periodo a oscuras. No abras la cortina o la puerta, ni enciendas la luz durante el periodo de oscuridad; ni siquiera un momento. La única luz que puede usarse con seguridad durante el periodo a oscuras es la luz fluorescente, láser o LED de color verde.
  • Añade agua a la bandeja a medida que se gaste. En vez de añadir abono formulado para crecimiento vegetativo, utiliza una fórmula hidropónica completa para floración (ya sea en un sólo componente o en varios), como 7-9-5, a 700 ppm. Añade agua con el pH ajustado según sea necesario.
  • En el momento de cambiar el ciclo de floración, cambia el fertilizante por una fórmula para floración. Yo utilicé un abono completo 3-13-6. Drena la bandeja y añade la nueva mezcla de agua y nutrientes.
  • Si hay un calefactor en el jardín, asegúrate de que no proyecte el aire o irradie directamente sobre las plantas.
  • Durante el periodo de luz, la temperatura ideal en las hojas es de unos 29ºC. Utiliza un termómetro de superficie para comprobar la temperatura de las hojas. A continuación, ajusta el acondicionador de aire y el calefactor para mantener la temperatura de las hojas entre 26,5 y 29,5ºC. Durante el periodo de oscuridad, la temperatura ideal está alrededor de 24ºC. No debería bajar de 15,5ºC. Usa un calefactor eléctrico o de gas si es necesario.

Las plantas se trasladaron a un invernadero pequeño cuando llevaban cinco semanas de floración, ya que estaban rebasando el espacio de cultivo. El traslado duplicó el tamaño de la canopia, de 1,2 a 2,4 metros. También llenaron el nuevo espacio, pero ya habían dejado de crecer, y estaban concentrando su energía en florecer; es decir, en desarrollar flores. El invernadero recibía luz desde arriba y por delante. Los demás lados son paredes de construcción. Para suplementar la luz natural, se encendían dos lámparas de sodio de 1000 vatios desde las 10 a.m. hasta las 4 p.m. Una de estas lámparas está en un transportador de luces, y la otra está instalada en la pared trasera para iluminar la parte más oscura del invernadero. Como las plantas estaban muy juntas, los laterales de las plantas y las hojas y ramas bajas no recibían mucha luz. Dado que la luz es la energía para el crecimiento y el metabolismo vegetal, estas partes no contribuían al desarrollo de las plantas. En vez de ello, utilizaban la energía que se producía en la canopia para mantener su metabolismo, y dificultaban el flujo de aire entre las plantas. Por esto todo el follaje fue eliminado. Esto contribuyó a que las plantas se espaciaran mejor, facilitando el flujo de aire y reduciendo la carga de energía que gastaban las partes improductivas. Este cultivo fue invernal, y tuvo lugar antes del equinoccio de primavera (22 de marzo), por lo que las plantas recibían menos de 12 horas de luz. La cosecha del jardín empezó el 25 de marzo, sólo 6 semanas después de poner a florecer las plantas. Todas maduraron dentro de un plazo de 2 semanas. Una vez cortadas, se quitó la hoja ancha y fueron colgadas en una habitación fresca para secarlas. Por lo general, la habitación se mantiene a 18-21ºC, pero hizo frío, y la temperatura bajó de 17ºC, esto ralentizó el secado. Además, estaba nublado y llovía, por lo que la humedad relativa estaba alrededor del 65%. Lo ideal para el secado y el curado es un 50%. Pasadas dos semanas, las plantas aún conservaban cierta humedad, y seguían estando bastante flexibles, así que no estaban listas para el siguiente paso: la manicura. Conecté un deshumidificador para acelerar el proceso, hizo que aumentara la temperatura al eliminar la humedad.

Las plantas desarrollaron distintos tipos de forma durante su ciclo vital, estas diferencias se veían con claridad al estar colgadas sin las hojas anchas. Antes de quitar los cogollos, fotografié cada planta para tener referencias en el futuro. Los cogollos fueron manicurados, pesados y analizados para determinar el contenido de cannabinoides. Esto nos proporcionó un perfil de su forma, su aspecto y su rendimiento relativo. Disponer de esta información servirá de ayuda a los cultivadores para planificar los campos o jardines: cuánto espaciar las plantas, y cómo podarlas para obtener un rendimiento mayor. Una vez secas y curadas, las plantas fueron manicuradas y pesadas. Los resultados no fueron impresionantes debido al bajo nivel total de luz que hubo durante la floración y la cosecha. El mes pasado, el jardín de invierno todavía seguía colgado, pasando mucho tiempo entre el secado y el curado. Ahora tiene la sequedad adecuada, y está envasado en botes de cristal. Los cogollos fueron analizados con un dispositivo único, el QuantaCann2, que utiliza luz infrarroja para determinar los porcentajes de cannabinoides. Tarda poco en dar el resultado: menos de 60 segundos por prueba. Por desgracia, no analiza los terpenos ni los flavonoides.

Resultados con las variedades ordenadas de mayor a menor THC

 

Comentarios

Los niveles de THC no fueron altos. El principal motivo de ello fue que las plantas sólo tuvieron una cantidad moderada de luz durante la floración. La media de horas totales de luz fue de sólo 10,5 horas diarias. La luz solar invernal y de principios de primavera que recibieron fue débil y principalmente indirecta. Esto fue suplementado con 6 horas de luz de sodio, aunque seguía siendo demasiado poco para producir un desarrollo máximo del cogollo y del potencial de THC. Las diferencias en los niveles de THC muestra el potencial relativo de THC y CBD de las distintas variedades. Observa cuántas variedades se encuentran entre 14% y 16%. A excepción de las variedades específicas, todas las demás prácticamente no contenían CBD.

Explicación del sistema de mecha y de la instalación experimental

Una mecha de nailon tejido de 1 cm con dos extremos se extiende desde un lado al opuesto a través de sendos agujeros, practicados en la parte inferior del contenedor. Llega hasta la bandeja que hay debajo. Se utiliza alambre recubierto de plástico para evitar que se deshilachen los extremos de la mecha. Los 35 contenedores de esta unidad se asientan sobre un palé de madera, situado dentro de una bandeja de 1,2 x 1,2 metros llena de agua de lluvia tratada con una fórmula hidropónica completa para crecimiento vegetativo (7-9-5 con silicato de potasio), hasta alcanzar 700 ppm desde las menos de 300 ppm iniciales. A continuación, el pH se redujo a 6,0. El agua circulaba por la bandeja gracias a 2 bombas pequeñas de agua, hacían fluir un total de 1.135 litros por hora. Se aireaba mediante cuatro piedras de aire, que funcionaban con la energía de una pequeña bomba de acuario. El agua se mantenía a 21 ºC, como mínimo, gracias a un calefactor para acuarios de 150 litros. La bandeja estaba montada sobre una plancha de poliestireno extruido de 1,3 cm de grosor, servía de barrera entre la bandeja y el suelo frío de cemento.

Text: Ed Rosenthal

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