Secando hachís al agua

Exitable
02 Jan 2015

Hacer hachís con hielo es relativamente fácil. Al principio asusta un poco pero cuando lo has hecho unas cuantas veces ves que lo realmente importante es contar con buen material de partida. Bueno, también tener cuidado con no destrozar el vegetal, mantener todo muy frío, minimizar el tiempo de contacto con el agua y tener el equipo necesario. Realmente es bastante fácil, aunque si crees que por hacer esto bien ya lo tienes todo, estás equivocado. Lo más delicado de hacer hachís con hielo, donde veo más errores, es precisamente en el secado.


Cuando el ice se está secando, produce en el chocolatero una sensación de ansia que a algunos domina por completo. Es una sensación parecida a la que sienten ciertos cultivetas cuando tienen la cosecha en el secadero (el que diga que nunca la ha sentido debe tener horchata en las venas) y lleva a lo mismo, a precipitarse, ¡hay que intentar dominarse! Yo recomiendo que se deje secar una semana. Si queréis probar un poquito, coged, pero no se os ocurra guardarlo en un bote o prensarlo antes de esa semana.

Fumar hash húmedo es mejor que no fumar nada, pero supone un pequeño desperdicio. La humedad estropea el sabor y hace que el hash se vaporice o combustione peor. Prensar un hash que tiene humedad hará que esa agua sea casi imposible de evaporar. Aunque al principio dará sensación de ser muy maleable y gomoso, el hash acabara por desmoronarse o incluso podría pudrirse tras unos días. Así que ya sabes, ni lo fumes ni mucho menos lo prenses.

 

¿Dónde vas a secarlo?

Es importante que el hash sea esparcido en una capa lo más fina posible, así retiene menos la humedad y se asegura un secado homogéneo. Planificaremos el tamaño de la “plataforma” sobre la que secaremos, según la previsión de rendimiento, de tal manera que el hash tenga el mayor espacio posible para airearse y secarse.

El material de esta plataforma sobre la que secaremos es otra cosa delicada. Hay mucha gente que recomienda usar cartón, papel, un plato… Lo cierto es que yo he usado casi de todo y creo que hay que tener ojo con ciertos materiales, a veces se pegan a la resina cuando ésta se seca. Al rascarla acabamos muchas veces con alguna fibrilla estropeando el hash o perdiendo delicatesen pegada en el papel.

Yo las últimas veces he usado un pequeño apaño casero que vi a un yanky y que me parece una opción buena. Consiste en una lamina de cartón que envuelvo en papel absorbente y luego una capa de papel sulfurizado que lo envuelve todo. La resina se quitará bien del papel sulfurizado, el papel absorbente y el cartón aportarán unas condiciones que mantendrán más seco el hachís. Además la rigidez del cartón y un buen trabajo envolviendo harán una bandeja sólida que nos ahorrará sustos y una superficie lisa que no se alterará al manejarla, ni hará que salga el hash volando.  

 

Desmigando

El uso de instrumental para separar las glándulas no es obligatorio, pero facilita su posterior secado. Esto es consecuencia lógica, pues aumenta mucho la superficie y por lo tanto la eficiencia con la que se evapora el agua. Hay multitud de opciones válidas que dependerán de nuestros gustos, métodos o medios. El utensilio que utilicemos debemos procurar que esté limpio y que sea de un material que no pueda acabar de ninguna manera en la extracción. El acero inoxidable es fácil de limpiar y sabes que no acabará de ninguna manera en tu hachís.

El uso de un colador de metal tipo malla está bastante extendido. Raspamos el hash contra el colador de forma continuada y suave repartiéndolo lo mejor que se pueda sobre nuestra bandeja de secado. Recordad que va quedando por abajo del colador resina pegada, cada poco debéis esparcirla también sobre la bandeja. Casi todo el mundo ha probado y posiblemente tengáis ya uno en casa.

Los Microplane son unos ralladores americanos de alta calidad muy de moda entre los que hacen bubble hash. Usan modelos con muchísimos agujeros muy pequeños que  supuestamente consiguen dejar el hash mucho más suelto y si se tiene cuidado apenas daña las glándulas. He leído muy buenas opiniones de gente respetable sobre este producto y su empleo en ice. De hecho hay chocolateros americanos que no quieren oír hablar de otra cosa. Grandes personalidades del chocolate como Nikka T o el canadiense Bubbleman son defensores de esta técnica. Lo cierto es que tengo pendiente hacerme con uno desde hace tiempo para poder dar información de primera mano.

Los dos métodos le pegan un poco de paliza a las glándulas, a veces puedes romperlas, cosa que no quieres. Para evitarlo lo suyo es no ser bestia, pero mantener el hash en todo momento lo más frío posible ayuda. Para ello grandes maestros como Bubbleman comenzaron a utilizar un pequeño pañuelo/malla con la que facilitan la recogida rápida del material, y que luego usan para meter la bola de hash de nuevo al congelador previo a su rallado/microplaneado. Esto además facilitará algo la labor al no quedarse todo pegado. Hay usuarios que incluso meten el rallador al congelador para mantenerlo frío.

Un amigo muy maniático de estas cosas siempre utiliza dos tenedores encima de un plato y los usa a modo de rastrillo con suavidad. Dice que así separa muy bien y no rompe nada. Yo soy un poco manazas y no consigo dejarlo fino así, además tardo muchísimo. Pero a él le queda bien.     

 

En secado

Una vez el hash está en secado debe permanecer en un sitio alejado de la luz, donde no llegue el polvo y haya una humedad y temperatura que le permitan secarse sin pudrirse. He visto gente secar el hash poniéndolo al sol una mañana tras una ventana y es una mala idea. También he visto chocolateros poner platos encima de calefactores y tampoco me gusta. Creo que a temperatura tipo 20 C y humedad ambiente en torno a 50% se seca muy bien, por lo que la mayoría de vuestras habitaciones valen. Pero por favor, ¡una semana mínimo antes de ir al bote o prensarse!

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