La guía del uso responsable
Los 12 puntos del uso responsable.
Aprende a elegir el momento
Disfrutar de los efectos del cannabis implica elegir adecuadamente aquellos lugares, circunstancias y contextos que sean más adecuados para utilizarlo. Saber elegir bien ayuda a disfrutar mejor los efectos agradables y disminuir los negativos. Los efectos dependen en parte de la sustancia, pero también están en relación con el individuo que las consume y el contexto en que lo hace.
Hay momentos que son más propicios que otros. Algunos ejemplos de situaciones en las que el consumo no suele ser adecuado pueden ser fumar a primera hora de la mañana, como respuesta a circunstancias estresantes, en momentos y tareas que exigen concentración… El consumo de cannabis siempre está contraindicado cuando la salud de terceras personas pueda verse afectada (embarazo, lactancia, conducción de vehículos, realización de actividades peligrosas…).
Cuida tu relación con el cannabis
Es uno mismo quien debe observarse y reflexionar sobre la forma en que se utiliza la sustancia y el lugar que ocupa en su vida. Hay que estar atentos ante posibles señales que indiquen que el consumo pueda estar teniendo alguna repercusión en la vida laboral, familiar o social. Para muchos consumidores el cannabis no supone un problema significativo en sus vidas pero hay personas a quienes les puede resultar difícil mantener el control sobre la sustancia. En general, los consumos esporádicos, ocasionales, en tiempos de ocio implican menos riesgos que el uso habitual o cotidiano.
Fumar puede facilitar problemas en la salud
La vía más frecuente para utilizar cannabis (fumado) produce sustancias que son irritantes para el aparato respiratorio y pueden facilitar la aparición de problemas de salud. Los filtros pueden ayudar a retener parte de las partículas tóxicas que se generan durante la combustión El uso de vaporizadores evita este tipo de riesgos. La vía oral (tartas, trufas, galletas, mantequilla…) tiene sus propios inconvenientes, ya que es mucho más complicado controlar la dosis, los primeros efectos tardan en manifestarse y duran más que al fumar. Así, la aparición de cuadros de intoxicación es mucho más frecuente.
Hipotensión ortostática
El efecto adverso agudo más frecuente del cannabis son los cuadros de hipotensión ortostática (chino, amarillo, blanca, chungo, pálido, blancaza…). Si después de fumar sientes mareo, ganas de devolver, sudoración…es importante tumbar a la persona con las piernas en alto y la cabeza ligeramente ladeada durante unos minutos y después ayudarle a levantarse poco a poco. No es necesario dar bebidas azucaradas en un primer momento y no se deben dar alimentos sólidos por el riesgo de atragantamiento. En la gran mayoría de los casos estas medidas son suficientes para solucionar el problema en pocos minutos. De no ser así, conviene buscar ayuda especializada.
Ansiedad
También son relativamente frecuentes los cuadros de ansiedad, sobre todo en personas no habituadas, al utilizar la vía oral o con variedades potentes. En estos casos conviene tranquilizar a la persona, llevarla a un lugar tranquilo, hablar de forma calmada, ayudarle a controlar la respiración… las medidas de apoyo psicológico suelen ser suficientes, pero si la situación se prolonga, la persona hace o dice cosas incoherentes o existe agresividad hacia otros o hacia uno mismo es conveniente buscar ayuda.
Esquizofrenia
No existen evidencias científicas de que el uso de cannabis sea la causa directa de trastornos de tipo esquizofrénico o psicótico en la población general. Sin embargo, en algunas personas susceptibles el uso de cannabis puede ser un factor de riesgo para desencadenar un trastorno latente. Si existen antecedentes de reacciones psiquiátricas graves por el uso de drogas o historia familiar previa de trastornos psicóticos, si has tenido pensamientos extraños de forma recurrente o los demás se han preocupado por tus reacciones después de fumar, el uso de cannabis se considera contraindicado.
Memoria
A nivel neurocognitivo, los riesgos más importantes del cannabis tienen que ver con sus efectos sobre la memoria. El cannabis tiene efectos sobre la memoria reciente (la capacidad para aprender y retener nuevos conceptos). Este efecto es dependiente de la frecuencia y dosis (es más notable en consumos frecuentes y dosis elevadas) y es más acusado en fumadores poco habituados. Por lo general revierte al cabo de unas semanas de abstinencia. En la práctica, se desaconseja el consumo en periodos y etapas vitales que impliquen trabajo intelectual, por su posible influencia en el rendimiento escolar o académico.
Tolerancia
Las personas que fuman de forma habitual desarrollan tolerancia farmacológica a los efectos de los cannabinoides. El cuerpo se habitúa y es necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos efectos. La única forma de evitar este efecto es no hacer del uso del cannabis algo habitual y tomar descansos por temporadas.
Comienza con pequeñas dosis
Al probar variedades nuevas de las que no conoces su composición sé prudente y empieza con una pequeña cantidad hasta notar sus efectos. Existen marihuanas diez veces más potentes que otras, o plantas que expresan distinta concentración de cannabinoides. Hay que tener en cuenta, además, que la tolerancia hace que dos personas puedan tener reacciones distintas ante una misma cantidad.
Interacciones
La mezcla con otras drogas puede potenciar alguno de los riesgos y efectos desagradables del cannabis. Por ejemplo, dosis altas de alcohol facilitan la aparición de cuadros de hipotensión y la mezcla con estimulantes (cocaína, speed…) puede predisponer a episodios de ansiedad. Los efectos de algunos psicodélicos (LSD, ketamina, hongos…) también pueden verse potenciados por el uso simultáneo de cannabis.
Legalidad
Existen riesgos legales. La tenencia y consumo en espacios públicos se castiga con sanción administrativa y multa mínima de 300 euros. La venta, incluso de pequeñas cantidades, puede considerarse un delito que de lugar a un proceso por vía penal. Si cultivas procura ser discreto y maneja sólo cantidades que puedan justificarse para tu consumo propio.
Efectos
El cannabis es una sustancia que puede aportar experiencias interesantes si se usa con respeto. Produce euforia, puede rebajar tensiones y hacer ver los problemas cotidianos desde perspectivas diferentes. También puede aportar un deleite especial en la sensibilidad sensorial como escuchar música y aportar pensamientos novedosos a las ideas que nos rondan. Por eso utilizar del cannabis para disfrutar de estos placeres es utilizar la planta, mientras que consumir cannabis por el mero hecho de intoxicarse es ser utilizado por la planta. Utiliza el cannabis con inteligencia y él te lo agradecerá.