El paraíso musical de los fumetas

El 29 de abril el mayor festival de música alternativa del país daba la bienvenida a sus cientos de miles de invitados. Era el primero de cuatro intensos días en los que los asistentes iban de concierto en concierto para poder escuchar a sus ídolos. La feria cannábica Viña Grow era el punto de encuentro para muchos de ellos, que disfrutaron de su segunda edición con monólogos, debates y actividades. Hubo tal cantidad de artistas, que necesitaríamos la revista entera para hablar de todos, así que nos conformamos con darte unas breves pinceladas de lo que ocurrió. 

Llevábamos esperándolo desde hace meses, se le oía desde lejos, el Viña Rock este año iba a superarse de nuevo. Y no esperábamos menos, porque el 2015 es año de celebración. Y es que es el 20 aniversario de uno de los mejores festivales de España. Por sus escenarios han pasado los grupos españoles de rock más míticos, y ahora se suman artistas de otros estilos musicales que han tenido un gran protagonismo en esta edición.

Los viñarockeros disfrutaron de la buena música y también de la marihuana, ya que tras el éxito del pasado año, se organizó de nuevo la feria cannabica Viña Grow. Más de 50 stands de empresas y asociaciones se colocaron en una gran carpa montada a la entrada del recinto. Nos pasamos a visitar a nuestros amigos de Canna, Pepita Seeds, Kannabia, Smoking. También a los de Delicious Seeds, que han patrocinado algunas de sus semillas con reconocidos artistas como Lion Sitte y Señor R. Estuvimos con ellos en su stand fumando porros y nos regalaron grinders y recipientes para guardar la hierba. Little Pepe también ha apadrinado otra semilla, esta vez de Positronics Seeds. Es la One Love Haze, variedad que desprende tantas buenas vibraciones como su música. Pudimos verle en en stand de Positronics después de su magnífica actuación.

La segunda edición de Viña Grow disponía de un escenario, en el que se realizaban los debates y las mesas redondas con profesionales del sector y algunos cantantes. Nuestro colaborador y abogado, Hector Brotons, fue uno de los participantes. También nuestros compañeros de Regulación Responsable, que dieron a conocer su iniciativa ante decenas de personas. Los monólogos fueron la exitosa novedad de Viña Grow. Para aquellos que quisieran descansar un rato de los conciertos, podían acercarse a la feria y sentarse a fumarse unos canutos mientras te echabas unas risas con Álvaro Velasco y Fernando Moraño. O aprender a realizar extracciones solventes con el equipo de Hemppassion, que hicieron una excelente demostración al público.

Alzando los canutos al cielo

En Viña Rock se conoce a gente de cualquier rincón de España. Podías ver banderas de Galicia, Asturias, Valencia o Granada, a todos les unía la misma pasión por la música. Veías centenares de riñoneras atadas a sus dueños, que transportaban grinders, papel y un par de chivatos. Es el perfil del viñarockero, aquel que se mueve entre letras, rimas y verdes humos. Y es que entre el público era habitual ver manos alzadas con el porro, testigo de cada concierto, de cada canción.

El miércoles Manu Chao, Trashtucada y La Pegatina inauguraron el festival por todo lo alto. El día anterior había sido peregrinación de muchos jóvenes -y no tan jóvenes-. Por la carretera se veían caravanas y coches cargados de trastos, con carteles que indicaban su destino: Viña rock 2015.

Los alrededores de Villarrobledo se iban llenando poco a poco de tiendas de campañas, de nómadas musicales que estrenaron la temporada de festivales ese puente de mayo. Los habitantes de este pueblo manchego salían de sus casas

para observar la llegada de sus nuevos inquilinos. Algunos vecinos abrían sus garajes y montaban barras de bar improvisadas donde vendían refrescos, cervezas y bocadillos. Otros, incluso, colgaban carteles alquilando sus duchas para que los campistas se pudieran lavar.

El jueves por la tarde algunos grupos emergentes abrieron la primera jornada del Viña Rock. Mientras, los primeros artistas afinaban sus micros en la prueba de sonido. Chulito Camacho fue uno de los primeros en pisar el escenario, alzando su puño en el Viñarock, con gran backing de Dj Drez Kachafayah. Fue un desgranar de un temazo tras otro con un público muy entregado. Mucha canción cannábica coreadísima. También cantó la de dicen que no soy real, pues menudos blablas los que lo digan. Chulito Camacho es un artista pionero, podría salir con la fórmula que ya le funciona, temas densos, roncos, sólidos, dedicados a los chicos del barrio. Pero asume el riesgo de abrir su corazón y hablar sobre la verdad de la vida, no de fabricar hits. Eso es ser real y el que no lo pueda ver que se vaya a graduar.

Después, llegó el turno de Roberto Sanchez y la Forward Ever Band, sonando como uno en el Viñarock. Reggae melodioso hecho con amor y sencillez. Un sonido natural, como el aire después de la lluvia. Roberto con su trayectoria ha puesto Cantabria en el mapa mundial del Reggae, es una demostración de la fuerza de la voluntad sobre los caminos preconcebidos.

Los fans llegaron a tono al concierto del Fyahbwoy. El Dancehall Warrior arrasó el Viñarock presentando #BL4QKFY4H, un nuevo trabajo que lo va a reventar. La gestación fue un embarazo, con emocionante parto final en Jamaica, donde Fyahbwoy y Daddy Cobra radiaron por Instagram cada contracción a la emocionada familia que esperábamos ansiosos las buenas noticias. Al final el niño nació sano, con potente chorro de sonido y mucho que decir. Una actuación para la historia, en la que Fyahbwoy y Mr Karty contaron lo que piensan de los que nos quitan la yerba y pisotean a cultivadores y usuarios de cannabis, hasta recomendaron la app Social Driver. Finalizamos la jornada con una gran sesión de los RockSteady Beatz, un colectivo de Dj profundamente underground.

El Viernes empezamos en el escenario Canna con Carmona versus Darmo, rap honesto y de calle, entre la rabia y la realidad, no vinieron a mentir, ellos siempre a tope. Actitud de rap sin máscaras. A continuación el ritmo del Canijo de Jerez, la mejor vacuna para la tristeza. En El Canijo de Jerez hay la grandeza de la humildad, saliendo por todo lo alto del Viñarock oficial mientras se fuma su cigarrito. Al fin la primavera trompera ya llegó y el público encantado. Música humana. Naturalidad garrapatera.

Impresionante llenazo de Aspencat con el público muy entregado. A continuación el Señor Wilson, Reggae directo a las personas y energía fresca. La música que reivindica el milagro de la vida y la alegría por las cosas sencillas. Avanzando con paso firme en el rumbo que marca el corazón. En el escenario Canna La Mala Rodriguez voló muy alto. Clase antigua de mujer guerrera que pisa por su cuenta sin rendir pleitesias. Y para el que se la quiere liar tiene un trato: “lo suyo pa su saco”. Los Wailers fueron una de las culminaciones de la jornada, con la interpretación de sus temas más míticos. Acabamos el día disfrutando con Original Juan & Gordo del funk, clase, elegancia y orgullo underground.

Pero sin duda, el momento fuerte fue el sábado. A las cuatro y media, con los rayos del sol multiplicando los efectos del THC, volvimos al escenario Canna para ver al rapero Costa. Después de él actuaba Little Pepe, que atrajo a centenares de fans deseosos de verle en acción. Y para seguir con más reggae, fuimos a visitar a nuestros amigos de Green Valley, que este año celebran su décimo aniversario. Están en su mejor momento y eso quedó demostrado en el Viña, siendo uno de los grupos de reggae del festival que más público atrajo en su actuación. Protoje y Dub Inc fueron los internacionales de este género. El cierre del festival fue con el gran concierto de los Chicos, en su gira de despedida, con un público encantado.

Entre música, marihuana, activismo y amigos, los días pasaron volando. Nos vemos el año que viene, pues el Viñarock va a mantener el Viñagrow, incluso se habla de aumentarlo.