El cáñamo ES marihuana

Cannabis, cáñamo, marihuana, etc., son distintos nombres que hacen referencia a una única planta, pero ¿por qué a veces escuchamos hablar de cáñamo y otras veces de marihuana? 

Lo cierto es que no hay razón genuina para hacer esta distinción. Tal como indica una publicación realizada en 1839 por el médico irlandés que introdujo el uso terapéutico de Cannabis sativa en la medicina occidental, Sir William Brooke O'Shaughnessy: “Los efectos narcóticos del cáñamo son popularmente conocidos en el sur de África, América del Sur, Turquía, Egipto, Asia Menor, India y los territorios adyacentes de los malayos, burmeses y siameses. (...) En la medicina popular de estas naciones lo encontramos extensamente empleado para multitud de afecciones”. Por tanto podemos evidenciar que hablar de cáñamo es hablar de marihuana. 

¿Por qué se habla de cáñamo y no de marihuana?

La Asociación Europea de Cáñamo Industrial (EIHA) representa los intereses comunes de los agricultores, productores y comerciantes de cáñamo que trabajan con fibras, espigas, semillas, hojas y cannabinoides de cáñamo. Esta asociación define al cáñamo como “una planta de Cannabis sativa L., o cualquier parte de la planta, en la que la concentración de tetrahidrocannabinol (THC) es inferior al nivel máximo regulado”, y advierte: “el cáñamo industrial no debe confundirse con el cannabis tipo droga, comúnmente conocido como marihuana, que es una variedad de Cannabis con niveles altos de THC. Para aclarar, estamos hablando de cáñamo (Cannabis sativa L.), que está autorizado bajo el Catálogo Común de Variedades de especies de Plantas Agrícolas de la UE (Reg. 1308/2013) y contiene menos del 0,2% de THC, que significa que no es psicoactivo”. 

Con esta definición y advertencia, podemos concluir que se ha desvirtuado la definición del cáñamo para estigmatizar su capacidad psicoactiva, ya que obedece el concepto establecido por el prohibicionismo. Con esta nueva definición desvirtuada del cáñamo, los agricultores, productores y comerciantes pueden continuar su labor bajo un régimen prohibicionista.

Usos del cáñamo 

La EIHA enseña que todas las partes de la planta (tallos, semillas, flores y hojas) se pueden cosechar y procesar, lo que convierte al cáñamo en una planta versátil con múltiples usos. Esto significa que un solo cultivo tiene el potencial de producir una amplia gama de productos. Desde finales del siglo XX, el cáñamo ha resurgido y está emergiendo como uno de los mercados agrícolas e industriales de más rápido crecimiento en décadas.

El cáñamo es un cultivo polivalente que se utiliza para fabricar biomateriales, cosméticos, piensos, alimentos y suplementos. Los materiales derivados de la planta son reutilizables, biodegradables y compostables. Lo que hace que el cáñamo sea atractivo para uso industrial es que es un material fuerte y liviano que se puede moldear en miles de formas. El cáñamo se puede transformar en fibra textil, materiales de construcción, papel, biocompuestos (utilizados para el embalaje o la industria automotriz), muebles, fibra de vidrio, mantillo, compost, combustible, pintura, alimentos y piensos saludables, y cosméticos.

El cáñamo y George Bush

Según explican la película Hemp for Victory de 1942, la Extensión Agrícola de la Universidad de Kentucky en 1943, y el Estudio de Viabilidad de la Marihuana en Kentucky de 1977, el cáñamo fue reintroducido en EE.UU en 1942 debido a la Segunda Guerra Mundial, después de que hubiera sido prohibido en 1937. El jóven piloto George Bush no podía imaginar que partes del motor de su avión se lubricaban con aceite de semilla de cáñamo, el 100% de la lona de su paracaídas fue fabricada con cáñamo cultivado en EE.UU, prácticamente todas las cuerdas y aparejos del barco que lo rescató estaban hechos de cáñamo, las mangueras de incendios del barco estaban hechas de cáñamo, incluso sus zapatos eran de cáñamo. Sin embargo, Bush ha dedicado gran parte de su carrera a erradicar la planta de cáñamo.

La psicoactividad del cáñamo es una parte intrínseca de sí mismo. Si somos capaces de apreciar sus bondades, debemos respetar su noble condición. 

¡Que viva el cáñamo psicoactivo!