Cultivo natural

Para ser sincero, siempre he sido un fan de los alimentos minerales. Me gusta tenerlo todo controlado en el cuarto de cultivo, me gusta el hecho de que cultivar en interior te permite “jugar a ser Dios”, manipular cualquier factor medioambiental que influye en el crecimiento de las plantas, con el objetivo de exprimir hasta el máximo la producción. Me gusta también el que puedas aumentar la absorción de determinados elementos ajustando el pH, añadiendo distintos elementos para controlar el desarrollo de las plantas.

No me malinterpretéis, siempre he pensado que el cultivo orgánico tiene su lugar; es fantástico para los principiantes que quieren algo sencillo o para los cultivadores que siembran unas pocas plantas para su autoconsumo y quieren obtener el mejor sabor. He usado abonos orgánicos en interior y en exterior y he logrado grandes resultado en el sabor, pero siempre he llegado a la conclusión de que la producción sufre, además he probado algunas hierbas de magnífico sabor que habían sido cultivadas con fertilizantes minerales. Tras llevar años en contacto con grandes cultivadores, puedo asegurar que la mayoría de ellos no usa técnicas orgánicas, por la dificultad de obtener resultados consistentes a gran escala. Así que nunca he sido un auténtico converso bio.

A pesar de todo, cuando recibí una llamada de un amigo que estaba experimentando con un abono orgánico de liberación lenta y que se mostraba muy impresionado con los resultados, la curiosidad me pudo. El amigo en cuestión estaba haciendo pruebas con Green Crack (de Humboldt Seed Organisation, un banco de semillas del que se habla mucho últimamente en el Reino Unido) en AutoPots y con una mezcla 60/40 (60% arlita y 40% fibra de coco). Junto a sus cuatro plantas en mezcla 60/40 y con abono mineral tenía otras cuatro plantas en sustrato Light Mix, junto con abono de liberación lenta. Estas cuatro plantas, bajo una lámpara de 600w, produjeron un poco más de 500 gramos secos y, aunque no llega a un gramo por vatio, no está lejos de ese mágico número. Las plantas con abono mineral produjeron alrededor de un 15% más de cosecha pero, incluso yo debo admitirlo, había una diferencia en el sabor y el olor, así como en la facilidad de uso, especialmente si estás más interesado en la calidad que en la cantidad. Los resultados fueron tan impresionantes que me he decidido a escribir este artículo.

He estado pensando en que he sido demasiado rápido en desechar lo orgánico y que tal vez debería echarle un vistazo a lo que la Madre Naturaleza nos puede ofrecer. He preguntado en varias tiendas y a varios amigos cultivadores sobre que productos naturales recomiendan.

El humus de lombriz y el guano de murciélago se cuentan entre los aditivos más ampliamente usados. El humus de lombriz es un fantástico acondicionador global que contiene una buena dosis de nitrógeno, mientras que el contenido en fósforo del guano de murciélago lo convierte en ideal para esparcir por encima de la tierra al principio de la floración, y regar a continuación. De hecho, un par de los cultivadores con los que hablé han abandonado completamente los nutrientes minerales y ahora usan tierra All Mix o Royalty Mix y esparcen sobre la tierra un poco de guano de murciélagos en el periodo de floración. Todo el cultivo regando a mano las plantas sólo con agua. Sencillo.

La mayoría con los que hable -yo incluido, tenían algo de conocimiento y experiencia de primera mano sobre los beneficios de usar un inóculo de micorrizas mientras enraízan las plantas, hasta el punto de considerarlo un elemento esencial. A aquellos de vosotros que no hayáis probado las micorrizas en vuestro cultivo, os animo a hacerlo. Este hongo beneficioso se espolvorea alrededor de las raíces cada vez que trasplantas; se une a las raíces y descompone comida del sustrato haciendo que esté más disponible para las raíces, a la vez que se alimenta de los productos de desecho de la planta. Esta relación de simbiosis aumenta de manera significativa el desarrollo de las raíces y la absorción de nutrientes, es un proceso completamente natural. Es uno de esos productos que te permiten ver los beneficios en pocos días.

Para acabar, un producto que todas las tiendas mencionaron fue el estiércol de insectos (Insect Frass)...hablando claro, son cacas de larvas de escarabajo. Este interesante producto puede emplearse de multitud de maneras; esparciéndolo por la superficie de las macetas, diluyéndolo en agua y regándolo o, incluso, pulverizándolo sobre las plantas. El sistema más habitual es mezclarlo con el sustrato antes de llenar las macetas, a una dosis de alrededor de un litro de estiércol de insectos por cada cincuenta litros de tierra. El estiércol contiene un amplio rango de macro y micronutrientes, está lleno de microorganismos beneficiosos (más de 450 millones por gramo) y también tiene chitin, un polisacárido modificado que se encuentra en las paredes celulares de los insectos. Los beneficios incluyen: mejor disponibilidad de nutrientes y crecimiento radicular, mayor resistencia a plagas y enfermedades, aumento del crecimiento gracias a los micro y macro nutrientes disponibles. El consenso era un indicador de que merecía probarlo.

Estos son algunos ejemplos de productos naturales que incluir en la lista de la compra para probarlos en la próxima cosecha. Todos pueden ser combinados con un programa de alimentación mineral así que pueden emplearse aunque no te decidas a hacer un cambio completo a lo orgánico. Dales una oportunidad y deja que la Madre Naturaleza te ayude.

¡Feliz cultivo!