Cultivar en invernadero
El cultivo de marihuana en invernadero, ya sea medicinal o recreativo, resulta eficiente y menos costoso para el medio ambiente y el bolsillo si lo comparamos con el cultivo en interior bajo lámparas. Los invernaderos sin calefacción protegen las plantas de los elementos externos, y alargan varios meses la temporada de cultivo; si añades calefacción, puedes cultivar durante todo el año en la mayoría de climas.
La tierra se calienta pronto cuando se emplean lechos elevados, y también en macetas. Los invernaderos pueden equiparse con lámparas con el fin de extender el crecimiento vegetativo, o para suplementar la luz solar. Los invernaderos dotados de privación de luz pueden ser oscurecidos para provocar la floración con un horario 12/12 de día y noche durante el verano. Los invernaderos con privación de luz son tan populares en el norte de California que incluso se celebra, anualmente, en Garverville, un certamen llamado Golden Tarp Awards, donde se presentan las mejores flores cultivadas con privación de luz. He visto a muchos cultivadores inexpertos invertir demasiado dinero en cosas para sus invernaderos que no necesitaban o no iban a utilizar. En todos los casos, los cultivadores no tenían un plan claro por escrito, y estaban más motivados por la emoción que por el buen sentido. Los invernaderos pueden ser temporales o permanentes. La construcción de estructuras permanentes resulta más cara, y puede requerir permiso de obras. Los invernaderos temporales pueden ser retirados cuando el tiempo lo permita, y ser sustituidos en caso necesario. Sé realista. ¿El invernadero tiene como propósito desarrollar una afición o un negocio, como cultivar cáñamo? ¿Seguirás usando el invernadero para cultivar plantas dentro de unos años, o acabarás convirtiéndolo en un almacén? Es fácil construir de más y comprar en exceso: demasiados materiales de construcción y demasiado caros, mala planificación, adquisición de recursos para solventar problemas imprevistos, controladores caros, lámparas a la última, ser más guay que tus colegas, porque tienes algo que ellos no tienen… Deja las emociones fuera de la ecuación. Además, a los vecinos puede sentarles mal. Compruébalo antes de empezar. El tipo de estructura que elijas dependerá del tamaño y el emplazamiento de tu cultivo, tu presupuesto y la cantidad de tiempo que puedes dedicar al jardín. Los invernaderos pequeños y transportables, de montaje rápido, son prácticos y convenientes. Pueden ensamblarse cajoneras e invernaderos simples a base de materiales de uso común, como ventanas viejas y listones de madera de 5 x 19 cm.
La instalación de pequeños invernaderos equipados con calefacción y refrigeración resulta un poco más compleja. Por el contrario, los invernaderos de túnel son económicos, prácticos y fáciles de montar. En cuanto a los invernaderos comerciales de gran tamaño, lo mejor es adquirirlos a profesionales y dejar la instalación en sus manos. Un buen invernadero especializado puede utilizarse todo el año en la mayoría de climas. Sin embargo, los costes de calefacción y refrigeración varían en función del clima y de los cambios meteorológicos estacionales. Al elegir una estructura para el jardín, revisa primero tu presupuesto en términos de dinero y tiempo. Los invernaderos pueden demandar tanto trabajo o más que los jardines de interior. Empieza con un invernadero pequeño, y aprende las peculiaridades del cultivo acordes al clima de tu zona. Los invernaderos tienden a calentarse deprisa cuando les da el calor del sol, y se enfrían rápidamente al ponerse el sol. Evitar que la temperatura fluctúe demasiado puede ser dificultoso. Dominar el manejo de la temperatura requiere comprensión, experiencia y un poco de suerte.
Lo que los invernaderos deben tener
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Exposición solar total y sombra parcial a mediodía
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Circulación de aire y ventilación adecuadas
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Buen control de la humedad y de las plagas
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Tomas eléctricas impermeables
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Un grifo para manguera como toma de agua
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Conducciones de agua con aislamiento para evitar congelación si se da el caso
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Mesas de cultivo, bancos y sitios para colgar plantas (si no están en el suelo).
- Un lugar seco para guardar fertilizantes, tierra y herramientas
Emplazamiento del invernadero
Escoger el sitio perfecto para tu invernadero reducirá los costes y evitará muchos problemas. Una vez instalado en el emplazamiento ideal, los costes de calefacción y refrigeración serán mínimos, y podrás aprovechar la geografía del entorno para hacer que el aire corra alrededor de la estructura y dentro de ella. Orientar el invernadero en la dirección adecuada sacará el máximo partido al arco natural del sol, de forma que todas las plantas reciban la mayor cantidad de luz directa. Si el clima es muy ventoso, proteger la estructura frente a ello ahorrará costes de construcción y estrés. La posibilidad de llegar en vehículo hasta el jardín, y de manejar un carro o una carretilla sobre terreno plano, facilitará la descarga de materiales. Un emplazamiento plano también evita la necesidad de excavar la tierra y las rocas antes de acometer la construcción. Resulta esencial una fuente de agua de riego que sea accesible. También puede ser necesario suministro eléctrico para la ventilación, las lámparas y las herramientas que precisan corriente. Lo mejor es planificar con tiempo y asegurarse de tenerlo todo previsto antes de coger una pala. El emplazamiento sur es ideal, y garantiza que brille la máxima cantidad de luz en tu hermoso jardín a cubierto. Todo depende de la trayectoria del sol en el cielo. Tras el sur, la segunda mejor opción respecto al sol es la sureste, seguida de la suroeste; el emplazamiento norte sería la última opción. Haz que el invernadero esté orientado de este a oeste para que el sol pase de un extremo al otro, en vez de un lado al otro. Las sombras se reducen al mínimo cuando el invernadero está orientado en paralelo al arco del sol. Orientar el invernadero de manera que los extremos den al sur y al norte provoca que más plantas tengan sombra, lo cual no interesa. El calor generado por la luz del sol se acumula dentro de los invernaderos. Sería ideal poder ubicar la estructura bajo la sombra de un árbol de hoja caduca, y así tener sombra durante la parte más calurosa del verano. En invierno, cuando el sol está más bajo en el cielo, los árboles de hoja caduca pierden sus hojas, dejando pasar la luz directamente hasta el invernadero. Me encanta la forma que tiene la Madre Naturaleza de hacernos la vida más fácil. El tiempo ventoso supone una preocupación mayor. El coste de construir un invernadero resistente al viento aumenta en función de la velocidad del aire. Resguardar el invernadero frente a los vientos fuertes ahorra en calefacción y refrigeración. Las construcciones, los árboles y la vegetación alta que rodean al invernadero reducen la velocidad del viento.
Instalar un cortavientos permeable, con malla de sombreo, es una opción relativamente barata de reducir el impacto del viento. Un invernadero con muchos agujeros y grietas deja pasar el viento. Este viento absorbe la vida de las plantas, secándolas rápidamente, lo cual hace que aumente el mantenimiento de riego. Además, ralentiza el crecimiento. Un buen drenaje en la tierra es fundamental cuando se cultiva en contenedores, pero especialmente si se cultiva directamente en el terreno del invernadero. El suelo absorbe una gran cantidad de agua. Si el drenaje es pobre, el agua se acumulará bajo la superficie, creando más problemas. El drenaje natural es gratis. Construir un sistema de drenaje es caro y lleva tiempo. Los terrenos planos son lo suyo. En los viejos tiempos, antes de la legalización, estábamos forzados a montar invernaderos en colinas o en zonas bajas cubiertas por árboles. Ya no. Tendrás que llevar un montón de materiales al invernadero, y sacar de allí todo lo cosechado. Poder manejar un vehículo sobre un terreno plano, que se mantiene seco todo el año, te hará la vida más sencilla. Evita poner invernaderos en sitios bajos con un nivel freático alto, en terrenos inundables o en laderas. Estos lugares aumentan la carga de trabajo y los costes de mantenimiento. Una buena fuente de agua limpia es crucial. Si puedes, lleva hasta el invernadero una conducción principal de agua bajo tierra, e instala el grifo para manguera dentro del invernadero. Esto también asegurará una presión adecuada de agua. Instalar el grifo cerca de la puerta principal, por dentro de la pared, es lo más económico y de acceso más fácil.
El agua está disponible tanto dentro como fuera de la estructura. Asegúrate de que la conducción principal hasta el invernadero suministra más agua de la que puedas necesitar: así podrás expandir metros cuadrados más adelante. Entierra la tubería a profundidad suficiente para que el tráfico de vehículos y el suelo helado no interrumpan el suministro. Si no es posible enterrar la tubería principal, asegúrate de que pueda drenarse cuando llegue tiempo de heladas. Puede ser necesario contar con corriente eléctrica para el funcionamiento de la ventilación, bombas, lámparas y herramientas. En tal caso, hará falta una línea eléctrica dedicada y enterrada en conducto o situada a bastante altura para que la maquinaria pueda pasar por debajo. Utiliza exclusivamente cable eléctrico con toma a tierra y conducto apto para ser enterrado. Los cambios en el suelo y la humedad pueden interrumpir el suministro eléctrico. También es preciso utilizar un grosor adecuado de cable. El voltaje disminuye a medida que la electricidad se aleja de la fuente. Instala una caja de fusibles con interruptores dentro del invernadero para cortar la electricidad si se produce una sobrecarga o un cortocircuito. La ventilación, las bombas, las herramientas y las lámparas pueden requerir mucha electricidad. Su consumo eléctrico está determinado en amperios, y figura en cada aparato. Calcula el total que suman los aparatos para saber los amperios totales. El suministro eléctrico debe ser, como mínimo, un 20% más que el total de amperios consumidos cuando está todo en marcha. Te aconsejo que dispongas de más corriente que la que planeas utilizar, de modo que tengas margen para ampliar. Yo siempre consulto con un electricista cualificado en estos casos, y te pido que hagas lo mismo.
Este artículo es un extracto de la nueva edición de Marijuana Horticulture (también conocida como La biblia), de Jorge Cervantes. La séptima edición de Marijuana Horticulture estará disponible en otoño de 2021. Puedes encontrar los libros de Jorge en las tiendas Amazon de todo el mundo.