Cuando el olor llega a la puerta de entrada

Soft Secrets
23 Feb 2018

La gente que cultiva su propio cannabis, lo guarda en un armario y fuma siempre en casa, es probable que no note el olor a marihuana. Sin embargo, las visitas o los peatones, podrían notar algo de olor en la puerta de entrada o cerca de ella. Por este motivo es básico secar y almacenar el cannabis de manera segura. No es sólo cuestión de eliminar el olor, también hay que conseguir y mantener un buen nivel de calidad en la producción


Con un proceso de secado rápido, las flores no tienen suficiente tiempo para madurar después de ser cortadas. De hecho, las flores cortadas de las plantas no deben secarse en un horno a 80 grados durante ocho horas, es mucho mejor hacerlo en un armario con una humedad relativa del 60% y una temperatura alrededor de 20ºC. Si las condiciones son más frías, cálidas, secas o húmedas, no beneficiarán a la cosecha. En el peor de los casos, el cannabis empezará a enmohecerse. Para evitarlo, se recomienda airear la cámara de secado o, al menos, favorecer la circulación del aire. Si es necesario instalar un extractor de aire, debe añadirse antes un filtro de carbón activo apropiado. [caption id="attachment_8232" align="alignnone" width="300"] El aire aspirado olerá.[/caption] El problema con el olor comienza desde la cosecha. Cuando las plantas no se cosechan en el cuarto de cultivo, donde hay instalado un sistema de extracción de aire prefiltrado, sino en otra habitación, aparece la necesidad de impedir que el olor se expanda. Las máquinas de manicura con succión de aire ponen en movimiento una gran cantidad de aire cargado de olor. En la habitación donde se manicura el aire debe pasar a través de un filtro antes de salir al exterior o impulsado dentro del cuarto de cultivo donde haya un sistema de extracción filtrada permanentemente encendido. La calidad depende de que el secado sea apropiado. Los cogollos individuales pueden extenderse en capas finas en una malla de secado y darles la vuelta a diario. Las ramas pueden colgarse de una cuerda de tender ropa. El éxito del resultado depende también del clima. [caption id="attachment_8233" align="alignnone" width="300"] Una bolsa cortada en pequeños trozos[/caption] Tras el secado, los cogollos se guardan en bolsas, preferiblemente de papel. Debe comprobarse, unas horas después y también al día siguiente, si se han rehumedecido al estar dentro de la bolsa cerrada. En caso de que haya algo de humedad residual, basta con dejar la bolsa abierta para que la humedad restante se vaya evaporando lentamente. Un proceso de secado lento y delicado siempre es beneficioso para la calidad. Es, por tanto, apropiado, dejar que la humedad residual se evapore bajo condiciones controladas. [caption id="attachment_8234" align="alignnone" width="300"] Almacenamiento al vacío[/caption]

Condiciones de almacenamiento adecuadas y seguras

El THC se oxida por acción del oxígeno y la luz. Por eso, las flores secas de marihuana, los trozos de hachís y los extractos deben ser protegidos del aire y las fuentes de luz. Además, debe elegirse una habitación fresca como lugar de almacenamiento. Los cogollos de marihuana contienen cannabinoides y terpenos, que son esenciales para el sabor y el efecto del producto final. Muchos terpenos, sin embargo, son muy volátiles y se evaporan con temperaturas por encima de 30ºC. [caption id="attachment_8235" align="alignnone" width="300"] Sellando una bolsa antiolor[/caption] Numerosos cultivadores congelan sus cosechas, lo que es una buena idea.

Debe tomarse la precaución, eso sí, durante el proceso de descongelado y apertura, de comprobar que no se haya acumulado humedad en el contenedor. Durante el congelado es mejor que el contenedor se encuentre bien cerrado. Aquellos que dependen de grandes cantidades recogidas en una sola cosecha que deba durar todo el año deberían considerar usar una zona de almacenamiento apartada. Lugares como una bodega, un garaje o un cobertizo de jardín pueden servir para evitar los olores dentro de casa. Es importante tomar precauciones para evitar que la humedad pueda penetrar dentro del contenedor de almacenamiento. En pocas palabras, el lugar de conservación debe ser inodoro y a prueba de fugas. [caption id="attachment_8236" align="alignnone" width="300"] Bolsa antiolor sellada[/caption] Las típicas bolsas ziplock no son 100% herméticas, las Noaks Bags son mucho mejor.

También hay bolsas antiolor que se sellan con una plancha eléctrica tras llenarlas. Otra opción son las bolsas de vacío. En ambos casos las bolsas son herméticas. Las bolsas antiolor también son opacas a la luz. De todos modos, estas bolsas no deben ser dobladas o retorcidas pues se dañaría la capa interior antiolor. Las bolsas al vacío llenas de cogollos es posible que puedan ser detectadas por los perros. Normalmente se sella el extremo de la bolsa. Si se corta este extremo para abrir la bolsa y transferir parte del contenido a otro contenedor luego se puede sellar la bolsa de nuevo. Los contenedores Tupperware de calidad son especialmente prácticos, aunque las bolsas a las que se les saca el aire son más apropiadas para el almacenamiento. Para congelar, las bolsas al vacío son perfectas. Vale la pena recordar que incluso un sólo gramo en un entorno cerrado puede liberar un olor detectable a varios metros de distancia por una nariz humana, aunque la nariz humana no es tan buena como la de los perros. Aquellos que viajen con cannabis quizás deban evitar usar bolsas ziplock ni siquiera para un sólo gramo, y elegir mejor otros escondrijos a prueba de olor.  Sólo hay que cortar el borde para que se pueda resellar.[/caption]

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