Control de calidad del cannabis

Soft Secrets
24 Mar 2019

La industria cannábica está más en auge que nunca, y con tantas variedades y la gran influencia de las redes sociales, saber qué estás fumando realmente marca la diferencia entre comprar paja y cogollo de primera.

  A continuación, trataremos algunos puntos a considerar la próxima vez que examines flores de cannabis en un coffee shop de Ámsterdam o un club social de Barcelona o de tu localidad. ¿En qué categoría estás y cómo de bien conoces el material? Hierba de baja calidad – Bueno, bonito y barato En la vida, hay niveles para todo, y el cannabis de baja calidad está en el fondo del todo. Las características del cannabis de mala calidad puede ser un trabajo deficiente de manicura, con mucha hoja; flores con tallos y ramitas; cogollos con semillas; casi ningún aroma, similar al olor de la madera vieja; coloración de aspecto oscuro y envejecido; cogollos de tamaños indeseables; falta de atractivo visual; y, finalmente, efecto pobre. La experiencia de la fumada resulta dura, y lo más probable es que le haga a uno tragarse su orgullo. Los cogollos de hierba de baja calidad son bajos en THC y hacen poco efecto. Están mal cultivados, y la producción de tricomas y terpenos lo refleja. El proceso de secado habrá sido rápido. Si el cogollo en cuestión está demasiado húmedo o tan seco que se desintegra al apretarlo con los dedos, lo más habitual es que esté en mal estado. Estas características dibujan un escenario de pesadilla para un entendido que se encuentre de vacaciones, y esté a punto de gastar su dinero en basura de cultivo casero, normalmente de exterior. El precio puede rondar los cinco euros por gramo, lo cual incluye un amplio beneficio para el vendedor. Es de esperar que la ceniza sea negra, y que las semillas que encuentres en la hierba no sirvan para nada. La hierba de baja calidad puede identificarse de inmediato, ya que salta a la vista en su bolsa de plástico o en su envoltorio de papel de aluminio. Todas estas señales indican que estamos tratando con un vendedor de los de bueno, bonito y barato, así que la próxima vez que te cuelen una bolsa de Paja Haze, recuerda los puntos anteriores. Control de calidad del cannabis Cannabis de calidad media – Entusiasta cannábico Éste es el nivel de cannabis al que están acostumbrados el 75% de los fumadores de todo el mundo. Cuando les endosan basura de baja calidad, hacen todo lo que pueden para superar la experiencia y adentrarse en un ambiente de flores más aceptadas comercialmente. El cannabis de media calidad puede tener cierto atractivo visual gracias a un trabajo de manicura bien hecho, un aroma impresionante, y un tamaño decente de biomasa. Las flores de calidad mediana no tienen muchos inconvenientes, ya que los sabores y los terpenos tienen una presencia fuerte; sin embargo, carecen de la finura que pueden producir los criadores afamados de Europa y California. Gran parte de ello se debe a la genética y al cultivador. El cliente suele ser alguien que está bien introducido en la escena cannábica, pero no está considerado una persona de la industria. En lo que respecta a la búsqueda de sabores o fenotipos específicos, el cannabis de calidad media puede encontrarse en la mayoría de coffeee shops, clubs sociales y a nivel local. Este tipo de flores suele adquirirse a 5-7 euros el gramo, e incluye genéticas como Northern Lights, Skunk, Lemon Skunk, Chocolope, Amnesia, Cheese, Afghan Kush, Critical, White Widow y otras variedades con tirón comercial.

Primera calidad – Connoisseur

Como la mayoría están acostumbrados a flores de 8 sobre 10 como máximo, cuando se encuentran con lo mejor de lo mejor, se dan cuenta de que hay distintos niveles en lo que respecta a la genética, el cultivo, el curado, la presentación, los distintivos de marca y mucho más. Lo que marca la diferencia entre bueno y estupendo no es sólo la genética, sino también el cultivador. El motivo de que Silver Haze y otras muchas variedades famosas en Ámsterdam fueran tan consistentes y afinadas es que los cultivadores conocían perfectamente estas variedades. Al máximo nivel, las flores de las que hablo suelen estar cultivadas en función del fenotipo por jardineros profesionales. Entra en juego un nivel alto de conocimientos sobre cultivo orgánico o hidroponía avanzada. La producción de tricomas será óptima, con tallos largos en los relucientes tricomas. Los cálices estarán tan hinchados que hay biomasa y pequeñas formaciones alargadas. Por supuesto, no todas las variedades tendrán este tipo de estructura, pero el cogollo estará completamente desarrollado y maduro. Los terpenos que emanan desde la inflorescencia seca hasta la fumada deben oler como algo que no has probado antes, y el sabor será una sensación húmeda, de mojarte los labios, que llenará la boca con un gusto recién descubierto. Es de esperar un precio de 15-25 euros por gramo en clubs sociales y coffee shops, pero verás lo último en variedades, como Cookies, Cherry Pie, Pie Hoe, Chem Cookies, híbridos con Glue, Tangieland y muchas de las variedades más relevantes de la industria actual. La calidad será 10/10, y lo habitual es que se asegure un periodo de curado previo. Se considera que merece la pena guardar las semillas que aparecen en estas flores. Los verdaderos entendidos saben con exactitud lo que buscan, y si la flor en cuestión pasa la prueba según su aspecto. Hasta la forma de manejar y servir los cogollos de primera resultan destacables. Suelen presentarse en botes con tapa a rosca e imagen de marca. No te confundas con los cogollos tratados con reguladores del crecimiento vegetal, que llegan de California a precios disparatados, y que están generando una cultura de la estafa en las redes sociales. Los cogollos de alta calidad están manicurados de forma meticulosa, y cada hoja cubierta de resina se guarda para producir concentrados de alto valor. Buena suerte a la hora de adquirir las mejores y más sabrosas flores orgánicas posibles. Compruébalas siempre dos veces, y nunca tengas miedo de rechazar la paja.
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