Comparando tipos de extracciones
En este artículo vamos a comparar los tipos de concentrados que he catado y hecho a lo largo de mi vida como consumidor de cannabis. El hash es una auténtica delicatessen, pero sus cualidades pueden ser muy distintas según el proceso de extracción que se emplee.
Las extracciones están en auge, hace unos pocos años nos miraban con cara extraña a los que hacíamos hachís, pero hoy en día no es algo raro. Es bueno hacer una comparativa superficial entre tres grupos de extractos muy corrientes hoy en día; aceite, agua/hielo y tamizado en seco. Incluiremos en el mismo grupo, “tipo aceite”, a todos los extractos hechos con disolventes químicos aunque sean muy distintos entre ellos para facilitar las comparaciones. Excluiremos de la comparativa los isómeros y acetatos, pues creo que no están al alcance del cannabicultor medio.
Rendimiento
Los extractos con butano alcanzan los mejores rendimientos, es normal ver retornos de un 15-20% usando cogollo buenos. Además rinden extractos muy limpios, con la ventaja de ser todo de primera calidad. Los extractos tipo aceite extraídos con alcoholes, mediante técnicas tipo Quick Wash, tienen el potencial de alcanzar rendimientos altos, aunque algo inferiores al butano, pues dada la alta polaridad del etanol y el isopropanol hay ciertas sustancias que no extraeremos del vegetal. Los winterizados tendrán rendimientos todavía inferiores, pues pasan primero por un “filtro” de sustancias polares y luego por otro de apolares.
Obtendremos un retorno inferior usando agua y hielo, entorno al 10/13% si usamos buen vegetal. Es factible obtener resultados de casi 100% tricomas, aunque es mucho más fácil de “ensuciar” que un BHO. Otra desventaja con respecto a los extractos tipo “aceite” es que en el ice, sobre todo si quieres algo de primera y a la vez retornos altos, te ves forzado a tener varias calidades. Algo muy atractivo es que los hashes de distintos tamaños de glándula son sorprendentemente distintos y te permiten cierto juego. Puedes subir el retorno a base de hacer polvo el vegetal pero estropeas el hash.
Hacer hachís en seco de primera calidad significa tener un retorno ínfimo, en torno al 2%, aunque hasta un 5% siguen siendo de muy buena calidad. Algunas plantas determinadas, si se trabajan con cuidado, he visto que llegaban a rendir hasta un 7% o un 8% manteniendo calidad más que aceptable, pero no es lo normal. Al igual que con el ice podemos sacar rendimientos más altos, pero poco a poco será mas verde, de prensado más difícil y con más sabor a vegetal.
El rendimiento es un aspecto importante y aquí ganan los extractos tipo aceite. Aunque tiene un doble rasero, a una hierba a la que le has hecho una extracción tipo BHO estará para tirar, una de iceolator aún la puedes usar para mantequilla, a una que le has extraído hash tamizando la puedes seguir vaporizando/fumando si no la has dado demasiada caña.
Cualidades Organolépticas
Para muchos el sabor es lo único que importa. Coincido con muchos amigos, que son buenos “chocolateros”, en que la riqueza en matices de aromas y sabores en un hash extraído en seco (si este es de altísima calidad) es superior a la de un ice hecho de la misma planta. Se explica por la oxidación con el agua de ciertos compuestos aromáticos y perdida de terpenos hidrosolubles. Al prolongar el contacto del agua con la resina y vegetal se va degradando el sabor, haced las cosas medio rápido o degradareis los sabores/aromas. Estos sabores hacen muy atractivos para mí, con mi vapo y mi bong, los extractos tradicionales.... sean con hielo o por simple tamizado. Recordad también que todo esto es referido a una extracción limpia, un ice o polen mal hechos saben a lo mismo, vegetal.
En mi opinión los extractos tipo aceite,sea cual sea el disolvente, carecen de esa complejidad organoléptica de los buenos hash tradicionales. Están muy ricos (si están bien hechos), pero si compiten contra resina de alta calidad obtenida por vías más tradicionales pierden en el apartado que a complejidad sensorial refiere. Esta comparación no es valida con extractos de menor calidad, ya que al tener alto contenido en fibras vegetales quedan desvirtuados.
La mayor simplicidad de aromas en esas oleorresinas es por la pérdida de ciertos componentes aromáticos con el calor del purgado, por lo que variará mucho según el equipo que se use, técnica etc... También es consecuencia lógica de que el solvente no extrae todos los compuestos de la resina con la misma facilidad, de hecho, dependiendo del disolvente hay ciertos tipos de pigmentos, lípidos, terpenos etc. que ni siquiera son extraídos. Así pues, según el disolvente empleado, el contenido en agua de la materia vegetal y el tiempo de contacto de esta materia con el medio dispersante se extraen en menor o mayor medida sustancias, deseadas o no, de los tejidos vegetales, pudiendo obtener resultados muy distintos usando la misma materia prima, podríamos dedicar un artículo entero a esto.
Psicoactividad
Quizás sea lo más importante para algunos, y aquí solo puedo decir que ganan los extractos tipo aceite (sobre todo si se emplean técnicas de fraccionamiento por winterizado) son prácticamente todo cannabinoides. Los resultados de los análisis realizados por laboratorios profesionales americanos raramente dan menos de un 50% de THC y no es raro ver cifras de 80% de THC o 90% de cannabinoides. Mencionar también, que he visto aceites americanos de cepas altas en CBD que daban resultados de 50% del codiciado cannabidiol.
La potencia de extractos en seco y con agua y hielo dependerá, cómo es lógico, de la psicoactividad del vegetal, pero será directamente proporcional a la ausencia de materia vegetal en la extracción. Diría que es mas potente el ice pues es más fácil hacerlo puro que un hash en seco, pero un polen muy limpio es una buena bomba a la altura de un hash con con hielo. Lo normal será que un ice o polen buenos tengan en torno a un 40% de THC, aunque he visto análisis que llegaban a cifras considerablemente más altas.