Calcio y magnesio
Los nutrientes secundarios (calcio, magnesio y azufre) suelen agruparse con los macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) debido a que las plantas utilizan los nutrientes secundarios en grandes cantidades.
Nutrientes secundarios
El cannabis en crecimiento rápido puede procesar más nutrientes de este tipo que la cantidad que proporcionan la mayoría de fertilizantes para uso general. Un fertilizante bien equilibrado, ya sea orgánico o hidropónico a base de sales iónicas, proporciona todos los macroelementos y microlementos en formulaciones adecuadas para obtener máximos resultados. El calcio y el magnesio se encuentran disueltos en todas las fuentes de agua, y en grandes cantidades habitualmente. También suelen darse niveles más bajos de azufre en la mayoría de redes de abastecimiento de agua. Ten siempre en cuenta la cantidad preexistente de calcio y magnesio, que ya están disponibles en la fuente de agua, a la hora de abonar, especialmente si se emplean fórmulas hidropónicas.
El exceso de calcio genera “agua dura”, lo que limita la absorción de nutrientes. Si cultivas en tierra para macetas o mezclas inertes de sustrato que son ácidas, corrige el pH del medio de cultivo hasta 5,8 añadiendo caliza dolomita. El calcio ya está incorporado en la parte de turba que contiene la mezcla. La proporción adecuada de caliza tiende a ser de 3 a 5 kilos por cada metro cúbico. Cuando el pH es inferior a 6, la incorporación de una taza de caliza dolomita fina (harina) por cada cuatro litros de medio de cultivo asegura una provisión adecuada de calcio y magnesio. En la mayoría de fertilizantes se encuentra azufre en forma de distintos compuestos.
Calcio
Calcio (Ca) – inmóvil (esencial)
El calcio es fundamental para la producción y el crecimiento de las células. El calcio es necesario para preservar la permeabilidad de la membrana y la integridad de la célula, lo que asegura un flujo apropiado de nitrógeno y azúcares. El cannabis debe disponer de algo de calcio en la punta de crecimiento de cada raíz. Como el calcio tiene poca movilidad en el interior de la planta, ha de estar disponible en la zona de las raíces para poder ser absorbido y evitar carencias.
La “dureza” del agua del grifo está determinada por la cantidad de sales disueltas de calcio y magnesio. Los niveles altos de calcio ayudan a proteger el tejido vegetal de los ataques de plagas y enfermedades. No obstante, el agua dura contiene una cantidad considerable de carbonato de calcio, CaCO3, que es casi insoluble en agua.
Deficiencia. Las carencias de calcio son poco comunes en interior y en invernaderos, pero aparecen con más frecuencia en los jardines hidropónicos. El calcio es abundante en prácticamente todos los tipos de tierra, pero en ocasiones falta en el suelo en lugares con tierra ácida y climas fríos y húmedos. A veces, la cantidad de calcio resulta deficiente en medios de cultivo para enraizamiento sin tierra.
Al principio, la deficiencia provoca que las hojas bajas se ricen y retuerzan. A medida que progresa la deficiencia, los síntomas aparecen con relativa rapidez; primero, en las hojas bajas, que desarrollan manchas irregulares de color marrón amarillento con un borde marrón oscuro que va aumentando de tamaño. Con frecuencia, las manchas están en el borde de las hojas o cerca del borde. Las hojas afectadas más viejas desarrollan manchas y zonas difusas amarillentas alrededor de manchas necróticas irregulares de mayor tamaño.
El desarrollo de cogollos florales se ve inhibido, y las puntas de las raíces suelen secarse. Las plantas se atrofian, y la cosecha disminuye. Causa: Un fertilizante desequilibrado, con calcio no disponible, provoca deficiencia de calcio. El calcio puede estar bloqueado o fijado en el suelo (ácido), lo cual hace que no esté disponible para ser absorbido.
El exceso de amonio, magnesio, potasio y sodio en la zona de las raíces frena la absorción del calcio. A menudo, el calcio está disponible tanto en la solución como en el medio de cultivo, pero no está disponible en el interior de la planta debido a un problema de transporte (dentro de la planta) debido a las condiciones ambientales. La humedad demasiado alta o demasiado baja dificulta la transpiración.
Una EC que es demasiado elevada, o un riego inadecuado que cause movimientos internos de agua, afectan a la absorción del calcio, lo que puede observarse en las hojas bajas. El exceso de fósforo también puede ocasionar la deficiencia. Se confunde con: Enfermedades de las raíces, exceso de nitrógeno (amonio), magnesio, potasio y sodio, o deficiencia de hierro, potasio y zinc. Solución: Lava la tierra o la mezcla de sustrato con agua pura o de EC baja para arrastrar las sales de fertilizante acumuladas, que podrían estar impidiendo la absorción del calcio. Corrige la deficiencia en el suelo y la mayoría de mezclas de sustrato mediante la adición de caliza dolomita fina (Ca y Mg) o de yeso (sulfato de calcio hidratado [CaSO4·2(H2O)] al sustrato de cultivo.
Las tierras ácidas suelen contener niveles bajos de calcio. Aplica un fertilizante hidropónico soluble que esté formulado adecuadamente y contenga la cantidad apropiada de calcio; preferiblemente, en forma de nitrato de calcio. Disuelve media cucharadita (2,5 ml) de cal hidratada por cada 4 litros de agua. Riega las plantas afectadas por la deficiencia con la solución rica en calcio mientras persistan los síntomas de esta carencia.
Recuerda que los tejidos dañados no se recuperan. O utiliza un fertilizante completo para hidroponía que contenga una cantidad adecuada de calcio. Mantén estable el pH del medio de cultivo.
El agua filtrada por osmosis inversa requiere que se le añada calcio. Exceso: Las hojas se marchitan, pero muy poco. La adición de cantidades excesivas de calcio soluble al inicio de la vida de la planta puede frenar el desarrollo.
Una cantidad excesiva de calcio bloquea la absorción del potasio, el hierro, el magnesio y el manganeso. En los cultivos hidropónicos, el exceso de calcio se precipita con el azufre en la solución, lo cual provoca que la solución nutriente quede suspendida en el agua y que las partículas se agreguen formando una masa que hace que el agua se ponga turbia (se flocule). Una vez que el calcio y el azufre se combinan, forman un residuo [yeso, CaSO4·2(H2O)] que se asienta en la base del depósito. Causa: Demasiado calcio disponible en el agua o en la solución nutriente. Se confunde con: Deficiencia de potasio, magnesio, manganeso o hierro. Solución: Cambia la solución nutriente; intenta eliminar el exceso de la tierra mediante un lavado a fondo.
Magnesio
Magnesio (Mg) - móvil (esencial)
El cannabis utiliza mucho magnesio. Se trata del átomo central en cada molécula de clorofila, y es esencial para la absorción de energía luminosa y la fotosíntesis. Contribuye al aprovechamiento de los nutrientes. El magnesio ayuda a la producción de carbohidratos y azúcares por parte de las enzimas, que se transforman más adelante en flores. También neutraliza los ácidos del suelo y los compuestos tóxicos que produce la planta.
Deficiencia: La carencia de magnesio es común en los cultivos de interior, y también se da en exterior de manera ocasional. Durante las primeras 3 o 4 semanas, los síntomas de la deficiencia no son visibles. Entre la cuarta semana de crecimiento y la sexta, aparecen las primeras señales de la carencia.
Las hojas más viejas y las de edad media muestran amarilleamiento y manchas irregulares de color marrón óxido entre los nervios, mientras que las hojas más jóvenes se mantienen sanas. A medida que la deficiencia progresa, el tamaño de las manchas de color marrón óxido entre los nervios aumenta, y los síntomas se extienden a las hojas más bajas y, por último, a las hojas más jóvenes. La planta entera tiene un aspecto enfermizo. Aparecen puntos de color marrón óxido en los bordes y las puntas de las hojas, así como entre los nervios. Las hojas empiezan a morir y a caerse, posiblemente rizándose antes de desprenderse de la planta. Una deficiencia menor apenas causa problemas en el desarrollo. Sin embargo, las deficiencias menores aumentan rápidamente durante la floración, acaban haciendo que la cosecha disminuya. Causa: El magnesio queda bloqueado en el suelo si hay un exceso de potasio, amoniaco (nitrógeno) y calcio (carbonato). Muy a menudo, el magnesio se encuentra en el sustrato pero no está disponible para las plantas porque el entorno de las raíces es demasiado ácido, húmedo y frío. Los suelos arcillosos ricos en calcio también tienden a ser pobres en magnesio. Los sistemas radiculares pequeños, además, no son capaces de absorber el magnesio suficiente para cubrir la gran demanda de este elemento.
Una EC elevada ralentiza la evaporación de agua y también contribuye a reducir la disponibilidad del magnesio. Se confunde con: exceso de potasio, nitrógeno amoniacal y carbonato de calcio. Solución: Añade caliza dolomita superfina a los sustratos ácidos para macetas antes de plantar: estabilizará el pH y aportará calcio y magnesio al medio de cultivo. Añade media cucharadita (2,5 ml) de sales Epsom (sulfato de magnesio) por cada litro de agua en cada riego para corregir las deficiencias de magnesio, en caso de no haber mezclado caliza dolomita al plantar. O diluye kieserita (sulfato de magnesio monohidratado MgSO4·H2O) en agua. Para obtener resultados rápidos, pulveriza el follaje con una solución al 2% de sulfato de magnesio o de sales Epsom cada 4 o 5 días. Si la deficiencia progresa hasta el ápice de la planta, será ahí donde primero reverdezca. Pasados de 4 a 6 días, el verdor irá extendiéndose hacia abajo por la planta, haciendo que las hojas inferiores reverdezcan progresivamente. Continúa regando regularmente con sales Epsom hasta que los síntomas desaparezcan por completo. Utiliza sales Epsom diseñadas específicamente para plantas, y no del tipo que se vende en los supermercados.
Otra opción consiste en aplicar kieserita, la cual se encuentra envasada como fertilizante o suplemento de Ca y Mg. El estiércol compostado de vaca y de pavo también es rico en magnesio. Mantén la zona de las raíces y la solución nutriente a 21-24 ºC.
La temperatura del aire no debe bajar de 21 ºC durante el día y de 18 ºC durante la noche. Usa un fertilizante completo con una cantidad adecuada de magnesio. Mantén el pH de la tierra por encima de 6,5, el pH hidropónico por encima de 5,5 y reduce la EC alta durante una semana. Reduce la EC mediante lavados con agua.
Exceso: El exceso de magnesio se da raras veces, y no aparece rápidamente. En general, una cantidad extra de magnesio en la tierra no es perjudicial por sí misma, pero bloquea la absorción del calcio. Los síntomas aparecen como una toxicidad de amplio espectro a causa de las sales acumuladas, acompañada por crecimiento atrofiado y follaje de color verde oscuro. Causa: La toxicidad a causa del magnesio es poco frecuente, y resulta difícil de discernir a simple vista. Si llega a niveles extremadamente tóxicos, el magnesio da lugar a conflictos con iones de otros nutrientes (normalmente de calcio), especialmente en soluciones hidropónicas de nutrientes. La acumulación tóxica de magnesio en sustratos que son aptos para el cultivo de marihuana resulta poco frecuente Se confunde con: Deficiencia de calcio. Solución: Lava a fondo la tierra para arrastrar el exceso de sales.