Beyond Buds: Next Generation

Beyond Buds, Next Generation es una edición completamente actualizada del libro superventas de Ed Rosenthal sobre concentrados de marihuana. Rstá disponible en todas partes a través de librerías.
Más que un manual práctico para consumidores curiosos y aprendices de productor de concentrados, –aunque ciertamente cubre estos casos-, es una vívida instantánea de la ciencia y la cultura actuales, relacionadas con el cannabis, en un momento histórico crucial: el amanecer de la industria cannábica regulada. Para aquellos que están descubriendo –o redescubriendo- los beneficios del cannabis, inversores, emprendedores, creadores de contenido y otros profesionales intelectuales que quieran tener una imagen bien enfocada de las nuevas fronteras de la cultura y el comercio cannábico, Beyond Buds, Next Generation ofrece una visión panorámica de la rápida evolución del consumo de cannabis.Por Ed Rosenthal y Greg Zeman. Extracto de Beyond Buds, Next Generation Hubo un primer ser humano afortunado que descubrió los poderes intoxicantes del cannabis. Quizá, este homínido primitivo arrancó de manera inadvertida unas ramas de Sativa mientras recogía leña, y acabó echándolas al fuego, dándose cuenta de los potentes efectos del humo al despertar con la horrible evidencia de haberse comido un antílope entero la noche anterior. Lo cierto es que, una vez que los seres humanos descubrimos el poder el cannabis, pusimos de inmediato nuestra energía colectiva en aprovecharlo. Consumir cannabis por inhalación es una práctica antigua, de manera que no queda demasiado espacio para ideas nuevas en lo que respecta a llevar los ingredientes activos hasta los pulmones. Aún así, resulta difícil apuntar un cambio más revolucionario en el consumo contemporáneo de cannabis que la popularización de la vaporización de concentrados (dabbing). Los concentrados solían tener un papel secundario frente a la “estrella” innegable del mercado cannábico: los cogollos. Ahora, con la difusión del dabbing, los concentrados han ocupado la pista central del escenario comercial y cultural del cannabis.
Materias primas
Hay tres tipos básicos de material que puede ser prensado para obtener rosin: cogollos, hachís y polvo de resina. Dentro de estas categorías existen distintos tipos y grados de calidad. En este artículo, describiremos el proceso para producir rosin a partir de cogollos. La producción desde hachís y polvo de resina está descrita con detalles en nuestro libro Beyond Buds, Next Generation.Cogollos
Las flores ricas en resina recién curadas (los cogollos pequeños y los recortes son ideales) dan como resultado el mejor rosin, porque es rico en terpenos y en cannabinoides. Por el contrario, el material más viejo y seco produce menor rendimiento de un rosin más oscuro y con menos potencia y sabor.
Polvo de resina
El polvo de resina suele contener un porcentaje más o menos alto de materia vegetal. Cuanta más materia vegetar se retire de las cabezas de tricomas, mayor será el rendimiento, y más limpio y suave será el rosin resultante.Hachís
Cuando el rosin se prensa a partir de hachís, se trata de una concentración secundaria; un refinamiento de un producto que ya estaba concentrado. Esto da como resultado una concentración más alta de cannabinoides en el rosin.Prensado del rosin
El procesado del rosin, aunque no es en frío, tiene lugar por debajo del punto de volatilización de la mayoría de terpenos, y no alcanza la temperatura necesaria para la descarboxilación. El rosin es, principalmente, una concentración de THCA y/o CBDA, los precursores ácidos de los cannabinoides. Como resultado, el producto es estupendo para fumar, pero no será psicoactivo si se ingiere.
La elección de la prensa
Una opción, para aquellos que son nuevos en la producción de concentrados, es elegir un modelo básico de prensa de sobremesa, con un tamaño mediano, y que tenga mayor capacidad de volumen que una plancha para el pelo, sin requerir la inversión y el espacio de una prensa de mayor tamaño. Si decides adquirir una prensa, uno de los factores principales a tener en cuenta es la cantidad de presión que produce. No tienes que comprar un equipamiento caro que realmente no necesitas. Es inutil adquirir una prensa que produzca 25 toneladas de presión, cuando bastan de dos a cinco toneladas. Con eso es suficiente para prensar cantidades pequeñas de hachís o de cogollo. Prensar 100 gramos o más de cogollo o hachís de una vez requiere más presión: entre 10 y 25 toneladas métricas. La mayoría de prensa específicas para rosin, disponibles a nivel comercial, están diseñadas para prensar hachís exclusivamente. Si tienes pensado prensar flores, elige una máquina que esté diseñada para ello. Se requiere más presión que en los modelos para prensar hachís. Útiles para el prensado de rosin a máquinaMoldes para prensado previo
Además de la prensa, hay distintos elementos a considerar. Los moldes de prensa son un componente crucial de muchas prensas pequeñas para rosin, por lo que es importante prestar atención a las especificaciones. La presión afecta al rendimiento. Para maximizar la presión, aplica la misma fuerza en el menor área posible.Bolsas de filtro
Es posible prensar “a pelo” un cogollo, sin emplear ninguna bolsa de filtro; usando simplemente un molde o nada. Pero si quieres refinar más tu producto, y contener el material en un área condensada (sin la pérdida de tricomas que ocurre cuando se usan moldes o se prensa a mano) las bolsas de filtro son una opción excelente.
Papel de horno o PTFE
Con independencia de la aplicación de la TR que elijas, el papel de horno es absolutamente esencial. Asegúrate de que el papel que eliges no tiene ningún recubrimiento; nunca utilices papel encerado.Prensado de flores a máquina
El prensado de cogollos produce entre un 10% y un 35% del peso original, lo que se corresponde aproximadamente con el contenido de cannabinoides de la materia prima. Si una variedad alcanza un 20% en análisis de laboratorio, puedes esperar un rendimiento en rosin cercano al 20% del peso del material, si se dan unas condiciones óptimas; por ejemplo, en ese caso, 25 gramos de cogollos producen alrededor de 5 gramos de rosin. Antes de proceder al prensado, asegúrate de que la humedad relativa del material es la adecuada. Si es demasiado baja, el rendimiento y la calidad se resentirán; si es demasiado alta, el rosin será difícil de recoger, o tendrá olor y sabor a clorofila, y hasta puede teñirse de verde. En general, es preferible usar material con un nivel de humedad relativa del 55-60%. Puedes medir esto usando un higrómetro, ya sea un modelo básico analógico, como los que se emplean en los humidores para puros, o un higrómetro digital, que puede adquirirse por 30 euros más o menos. Si los cogollos están demasiado secos, puedes utilizar un pack de humidificación, como los que produce Boveda específicamente para cannabis. Corta y pliega el papel de horno siempre antes de proceder a prensar. Preparar el papel durante el trabajo resulta engorroso, inapropiado e ineficiente. Reducir la temperatura suele dar como resultado una calidad superior, pero esto no ocurre siempre, y las temperaturas bajas hacen que disminuya la producción; a veces, drásticamente. Esto depende de la calidad de la materia prima y de su “personalidad”: el conjunto de idiosincrasias y características físicas que afectan a cómo reacciona al prensado. Una buena manera de juzgar cuánto tiempo mantener el cogollo bajo presión es observar el color del aceite y su grado de fluidez. Una vez que el flujo empieza a oscurecerse y a ralentizarse, es momento de detener la presión.

Recolección del rosin
Recoger el rosin tras el prensado suele suponer un reto mayor que el prensado en sí. Dependiendo del material de partida, su humedad, la temperatura y el tiempo, pueden resultar distintos tipos de consistencia. Puede tratarse de un material estable y fácil de recoger, o puede ser una especie de savia pegajosa. El rosin de hachís es más estable (menos pegajoso y pringoso) que el rosin de flores, que suele ser difícil de recoger. Independientemente de la consistencia con la que estés tratando, lo mejor probablemente sea trabajar en una habitación lo más fría posible; idealmente, sobre superficies de trabajo frías. De esta forma, se aumenta o se mantiene la manejabilidad del rosin mientras lo recoges y lo envasas. Asegúrate de usar guantes para evitar la contaminación del rosin con aceites de las manos, y también para impedir que el rosin se te pegue a las manos. Tras prensar el rosin, deja los papeles en el frigorífico durante unos 5 minutos para que todo se enfríe y se estabilice el aceite. Pueden utilizarse placas o bloques fríos para facilitar la recolección: una placa de aluminio que se deja en el frigorífico, o puesta sobre un bloque de hielo constituye una superficie fría ideal. Evita rascar el papel de horno, ya que esto puede dar como resultado que el producto final se contamine con partículas de papel.
Curado y conservación
Después de recoger el rosin y hacerlo una bola, hay varias formas de curarlo. Una bola grande es una buena manera de proteger la mayor parte del producto frente a la oxidación y la evaporación de terpenos. Guarda siempre el rosin en un contenedor sellado en el frigorífico. Esto conserva los terpenos y evita la oxidación. Si no tienes pensado pesarlo en porciones, déjalo en una bola grande dentro de un contenedor sellado.
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Soft Secrets