Un perfil al tiro
The Beacon Luminary es una máquina maravillosa. Si alguna vez soñaste en conseguir en cuatro minutos, veinte segundos, el porcentaje de los principales cannabinoides de tu cosecha, deberías probarla. Además, tiene un precio fuera de serie, unos 10 dólares.
The Beacon Luminary es una máquina maravillosa. Si alguna vez soñaste en conseguir en cuatro minutos, veinte segundos, el porcentaje de los principales cannabinoides de tu cosecha, deberías probarla. Además, tiene un precio fuera de serie, unos 10 dólares.
The Beacon Luminary es una máquina maravillosa. Si alguna vez soñaste en conseguir en cuatro minutos, veinte segundos, el porcentaje de los principales cannabinoides de tu cosecha, deberías probarla. Además, tiene un precio fuera de serie, unos 10 dólares.
Si el cannabicultor tuviera la suerte, el tiempo, el ingenio y el dinero de enviar a un laboratorio (probablemente extranjero) su muestra de cannabis, la muestra será analizada por una cromatografía líquida, de gas o de masa, entre otras. El Beacon Luminary analiza el cannabis mediante luz, es un espectrógrafo. El material no se altera, el resultado se consigue en menos de cinco minutos y cualquier persona lo puede hacer. Esta máquina tiene una pantalla LED, que es la cara visible de un pequeño computador que leerá los niveles de THC, THCA, CBD, CBDA y CBN. Los resultados serán impresos en una maquinita de impresión, similar a la de los tickets comerciales, y listo.Testeo
Samy Abud Yoshima es brasilero, tiene un master en economía y está en Uruguay. Porque el país aprobó una ley para legalizar el cannabis. “Es un gran mercado que solo aumentará cuando la legalización incluya al aspecto medicinal, particularmente cuando el cannabis salga de la lista de sustancias peligrosas”, aventura este hombre cansado de números y planillas Excel que se pasó al activismo cannábico, desde el lado comercial. “Mi carrera en los mercados financieros no me hacía feliz. Era molesto ver que todo mi trabajo dependía de los números en una hoja de papel. No significaba mucho para mí”. Samy pensó en cannabis y en Uruguay. “Yo solo trabajo en cosas que son completamente legales”, asegura. En Uruguay fundó la empresa Senses Biotech (Altos del Plata SA), que representa en esta primera etapa de desarrollo comercial, Sage Analytics que produce en EEUU al Beacon Luminary. “El plan de negocios tiene varios escalones y el primero es la prueba, el testing”, dice con orgullo. “El testeo es la mejor forma de entrar en este mercado. Es la mejor manera de asistir a los proveedores y los usuarios en la sociedad”, dice el empresario sin titubear. En EEUU el negocio creó un pool de compañías que proveen de tests de HPLC (High Pressure Liquid Cromatography) o GC (Gas Cromatography), entre otras cromatografías. Testean las muestras que llegan y escriben la información de las etiquetas a los distribuidores, como prevé la ley. En Uruguay no existe ese set up del mercado. “Yo creo en un mercado voluntario para el testeo. En una demanda voluntaria para el testeo de los cannabinoides. Los autocultivadores quieren saber qué tienen entre manos, quieren saber si las semillas que compran tienen el perfil químico que el banco de semillas dice en la etiqueta. Quieren saber si las diferentes técnicas de cultivo consiguen distintos perfiles de cannabinoides. Nosotros queremos ayudar a los usuarios. He visto a usuarios aquí (en Uruguay) fumar cannabis muy fuerte, índicas muy potentes, gente con miedo, gente con sobredosis de THC con unas variedades del 25% de THC o más. El usuario debe saber lo que va a consumir antes de hacerlo para ajustar su dosis”, aconseja Samy. La legalización, normalización y las regulaciones que se vienen dando en varios países exponen al usuario a materiales muy fuertes. Por eso es importante, por ejemplo, saber “si tiene unos niveles altos de CBD que puedan compensar los niveles altos de THC”, apunta Samy. “Los pacientes medicinales también necesitan tener información de lo que usan. Los usuarios medicinales necesitan niveles seguros de THC y/o CBD”, señala el empresario cannábico.Máquina maravillosa
El testeo en la máquina tiene un costo muy bajo. Ahora, que está saliendo cuesta unos 10 dólares en Uruguay, “pero el precio subirá”, adelanta. Un precio tan barato para un producto tan importante hace pensar a muchos que los testeos no son buenos. Pero Samy, la tiene clara. “Cuando haces una cromatografía. Los científicos reducen el nivel de incertidumbre. Cuando la gente pide certeza, solo puedo decirles que sin la máquina tienes la certeza de no saber qué tiene tu cosecha. Con nuestra máquina de bajo costo tendrás una muy buena idea de los niveles de cannabinoides”. “La HPLC o GC son tecnologías primarias, porque extraerás las sustancias y luego usarás una columna para separarlas. Cuando unes las columnas verás el total y el porcentaje que representan. Estas cromatografías a gas transforman la muestra en un gas y lo que se mide es un gas. No significa que todos los laboratorios que usan el gas o las técnicas asociadas tendrán los mismos resultados para la misma muestra. Sabemos que los niveles de macro cannabinoides en las muestras de distintas partes de la misma planta son variables. La planta tiene niveles variables de cannabinoides. Las mismas plantas en distintos laboratorios muestran su variabilidad”. Por otro lado, la espectrografía de The Beacon Luminary además de ser fiable es una tecnología fácil “para que la gente la use. No necesitas educación especial ni background en química, cualquier persona puede hacer el test en cuatro minutos y 20 segundos. Un estudio en EEUU he hecho un test donde usarán 10 laboratorios distintos y los resultados de la misma muestra tenían una variación mayor que nuestro dispositivo tiende a presentar. “La idea es que la gente testee lo que planta y dimensione su uso. Así podremos ayudar al negocio del cannabis a mostrar que somos un encuentro maduro de gente, que no es una cosa de hippies ni una substancia que produce una experiencia lisérgica”. por Marcos Eisberg
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Soft Secrets