Raíz cannábica contra fiebre, inflamación, artritis y dolor
La raíz de la marihuana está teniendo un renovadísimo interés en su estudio científico que va comprobando las propiedades descritas por médicos del siglo XVII, pero también de usos antiguos en diversas partes del mundo.
Existen varias formas antiguas de preparar la raíz del cannabis para uso terapéutico. Las raíces crudas se pueden machacar y triturando para extraer su jugo. También se pueden hervir lo que sugiere que los primeros formuladores intentaban extraer los compuestos solubles en agua. Existen numerosas menciones durante la Edad Media a decocciones con la raíz de cannabis. También con la raíz fresca molida, jugo o decocciones mezcladas con aceite o mantequilla. Y hasta raíces disecadas y machacadas en vinos.
Históricamente las raíces cannábicas se usaron contra la fiebre, inflamación, la gota, artritis y dolor en las articulaciones. El interés farmacológico contemporáneo se ha centrado en los metabolitos secundarios del cannabis (terpenos, flavonoides y sobre todo cannabinoides) en las flores, pero no en las raíces de cannabis que no poseen cantidades significativas de esos metabolitos. Sin embargo, tienen otros compuestos como los triterpenoides, la friedelina y el epifriedelanol. O alcaloides como la cannabisativina y la anhidrocannabisativina.
Los dispensarios de cannabis en el mundo utilizan la raíz para lociones corporales, ungüentos, bálsamos y aceite para masajes o aerosoles.
“Los estudios modernos que utilizan los mismos terpenoides que se encuentran en las raíces de cannabis han demostrado actividades antiinflamatorias y analgésicas. Sin embargo, no hay información farmacológica disponible sobre los alcaloides que se encuentran en las raíces de cannabis. Se requiere más investigación para estudiar los compuestos activos en las raíces de cannabis y explorar sus posibles aplicaciones terapéuticas”, señala un completo informe publicado, entre otros por el doctor Ethan Russo.