Qué hacer y qué no para riego foliar de la marihuana
El riego foliar tiene muchos beneficios en el cultivo de marihuana. Ataca las deficiencias de nutrientes, nutre a planta, también ayuda a las raíces dañadas y potencia una planta perfectamente saludable.
Beneficios y problemas del riego foliar en la marihuana
El riego foliar para marihuana es todo beneficio. Pero también tiene sus contra indicaciones. Y una forma correcta de hacerlo.
La absorción de nutrientes a través de las hojas es un gran beneficio en el cultivo de cannabis. Los abonos foliares más habituales ayudan a restituir deficiencias de nutrientes. Otras ayudan a reducir el espacio inter nodal lo que resulta en cogollos más densos a la hora de la cosecha. Pero también hay varios para combatir plagas y enfermedades.
El riego foliar debe ser asperjado con precaución, con que las hojas queden rociadas basta. No por poner más será mejor. De hecho la recomendación es que las hojas no queden chorreando. Cuanto más fina sea la aspersión, mejor. La aplicación se debe hacer media hora después que las luces se apagaron en interior o cuando el sol no da directo a las plantas, porque las quemaría.
Respeta las indicaciones del fabricante. Y si la planta es muy pequeña, ha tenido problemas de estrés o tienes dudas, mejor diluye al doble la concentración que dice el fabricante. Obviamente se debe usar el riego foliar cuando la humedad lo permite. En caso que sea muy alta no es conveniente. Porque si el ambiente es proclive a que la planta desarrolle hongos, con la aspersión prácticamente que la aseguras.