Fertilizantes y abonos en el cannabis: ni excesos ni carencias
Si vas a usar fertilizantes y abonos deberías tener en cuenta que tanto los excesos como las carencias son fatales. Al igual que las personas, el cannabis necesita alimentarse de forma correcta para poder desarrollarse de manera óptima. Una persona que no come morirá al cabo de un tiempo y una persona que come todo el día también padecerá alguna enfermedad producto del sobrepeso.
Excesos y carencias de los fertilizantes del cannabis son complicados. Hay que evitarlos. Si la planta no tiene nutrientes a su disposición morirá al cabo de un tiempo. Por el contrario, si suministramos demasiado fertilizante o la tierra se encuentra sobre abonada, la planta enfrentará problemas relacionados con el exceso de nutrientes, pudiendo incluso llegar a morir si no se toman las medidas necesarias para corregirlos.
Es por esto que las distintas marcas de fertilizantes ofrecen una serie de productos con los nutrientes necesarios para las distintas etapas del cultivo, incluyendo tablas de aplicación de sus productos con las cantidades a utilizar según la semana de vida de la planta. Es importante entender lo que se está comprando para no perder dinero ni llevarnos alguna mala sorpresa.
Cada marca de fertilizante ofrece distintas líneas de productos acorde al sistema de cultivo en que se apliquen (tierra, fibra de coco, hidroponía, sustrato inerte, etc) y muchas de ellas también venden los sustratos para utilizar en combinación con sus fertilizantes. Estas formulaciones van ligadas a las necesidades de la planta en las distintas etapas de su desarrollo. A medida que la planta crece y se desarrolla su metabolismo va cambiando, al igual que sus requerimientos nutricionales.
El tamaño del macetero también va a influir de manera importante en el abonado de nuestras reinas, si el macetero es pequeño, la tierra se secará mas rápido y la planta tardará menos en consumir los nutrientes presentes en el sustrato, por lo que necesitará un abonado frecuente en las macetas grandes o en la tierra madre.
En un comienzo, en la fase de germinación y desarrollo de la plántula hay una alta absorción de fósforo. Luego, a medida que la planta va creciendo va a necesitar un fertilizante de crecimiento rico en nitrógeno para desarrollarse correctamente, eso si, sin dejar de lado el fósforo ni el potasio. Durante las primeras semanas de la fase reproductiva todavía no se aprecian flores y se observa un crecimiento acelerado, un ultimo estirón acompañado de una notable rigidez de las ramas.
En esta etapa se debe suministrar un fertilizante que contenga nitrógeno, pero en menor cantidad que en la etapa de crecimiento. Hasta este punto, se pueden aplicar fertilizantes diluidos de manera foliar (con un aspersor directamente sobre las hojas de la planta), una vez aparecidas las flores olvídate del pulverizado o puedes terminar fumando fertilizante o incluso peor, puede que tus plantas desarrollen hongos.
Cuando la planta deja de estirarse y comienza a desarrollar sus flores es cuando debemos disminuir la concentración de nitrógeno y aumentar las cantidades disueltas de fósforo y potasio. Por lo general los fabricantes incluyen este tipo de refuerzos en sus líneas de fertilizantes. El aspecto visual es de suma importancia, las plantas sanas son de un color verde intenso y crecen de manera vigorosa.
Un tono verde pálido y un decaimiento en el crecimiento son indicios de que debemos abonar. Se pueden obtener muy buenos resultados con muchos de los fertilizantes disponibles en los growshops y todos ellos tienen distintas concentraciones de nutrientes, por lo que no existe una fórmula única para la fertilización de tus plantas.
Siempre recomiendo utilizar el mínimo de la concentración sugerida por el fabricante, debido a que muchas veces se desconoce la calidad del agua de riego, pudiendo contener concentraciones de sales que interfieran en la aplicación de los abonos. Es más fácil y mucho menos perjudicial distinguir y corregir una leve carencia de fertilizante que remediar un estrés en la planta por exceso de abonado. Recuerden, miren sus plantas, no abusen del fertilizante, y si compran de alguna marca en especial, prefieran la línea completa indicada para su sistema de cultivo. El correcto abonado se traduce en flores densas y pesadas, de esas que gustan a cualquiera.
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