¿Por qué Marruecos es la capital mundial del hachís?
¿Por qué Marruecos es la capital mundial del hachís?
Marruecos tiene una larga historia de cultivo de cannabis y procesamiento de su resina. Y también un presente que respalda su muy ganada fama como uno de los proveedores más importantes de hachís del mundo.
El hachís en Marruecos históricamente ha sido conocido como kaif y hoy como kif, una palabra que implica placer, bienestar y sueño. Sus usos ceremoniales son parte hasta el presente en varias congregaciones islámicas. Aunque no todas deseaban el cultivo del cannabis ni su uso.
Las primeras crónicas sobre su uso provienen de Europa, del siglo XIII. El hachís marroquí desde por lo menos esa época fue muy utilizado en el sur español, por entonces tomado por “los moros” que Isabel La Católica corrió del reino español dos siglos después. Pero ni Isabel, los Borbones o la muy pacata Iglesia Católica, tampoco la Guardia Civil, pudieron erradicar el hachís de España que hasta no hace tanto provenía exclusivamente de Marruecos.
Las referencias en el vecino Egipto sí que vienen de muy lejos, ya en la época faraónica el cannabis era una planta siempre retratada en mano de dioses. Pero fue Marruecos el país que logró, y todavía mantiene, un gran comercio de hachís y unas plantaciones impresionantes, según distintas fuentes de 134.000 hectáreas a 47.000.
En 1890 el sultán Muley Hassan autorizó la plantación de marihuana en varias zonas para abastecer prácticamente la totalidad de la demanda francesa para usos boticarios. En 1956 el cultivo se prohibió, pero ya era tarde, miles de familias lo plantaban. Desde entonces las prohibiciones de plantar han sido más o menos estrictas y también más o menos laxas. Incluso hubo guerras por el kif con miles de campesinos que resistieron al rey y pagaron con 8000 muertos en la década de los 50.
A comienzo del 2000 el cultivo de cannabis era hasta 46 veces más rentable que el de cereales en Marruecos. La política del rey ha sido extraña, por momentos ha coqueteado con la legalización, por momentos reprime las históricas zonas de cultivo y procesamiento como Ketama y Bab Berred. Por eso y por mucho más es que Marruecos es el productor global de hachís que es y seguirá siéndolo por más piedras que le pongan en el camino.
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Demian Jara
