Halogenuro cerámico: lo último de la cromatografía
Las lámparas de halogenuro cerámico emisoras de luz vienen ganando terreno en el cultivo de cannabis. A pesar de su precio quieren competir por lo que mejor hacen: gastan poco, tienen el espectro más cercano al sol y son más eficientes en PAR que el LED. ¿Podrán ganarle a sus competidoras? Recientemente, comenzó a rolar una de las tantas novedades a las que nos tiene acostumbrado este pujante mundo de la industria del cannabis. Esta vez fue algo vinculado al mundo de las luminarias que entregan su espectro para que la cosecha no pare de crecer.
CMH, LEC, CDM
Hablo de las lámparas de halogenuro metálico cerámico (CMH —por sus siglas en inglés—). También conocidas como cerámica emisora de luz (LEC) o lámparas de descarga cerámica (CDM). En vez de los tubos de cuarzo de las lámparas de descarga de alta intensidad luminosa (HID) usa tubos quemadores de cerámica que aportan un buen rendimiento en cultivos de interior por su estabilidad colorimétrica y durabilidad. Estas luminarias de metal haluro cerámico son mucho más eficientes que las tradicionales lámparas de haluro metálico (HM) o las de sodio de alta presión (HPS). Y los son por varios motivos. Uno es que no gastan tanto como sus antecesoras. Y alcanzan un espectro más parecido al del sol que al de cualquier otra lámpara, incluidas las LED. Los resultados finales de su espectro son objeto de debate entre breeders de todo el mundo. Sus defensores aseguran que la luz LEC posibilita plantas más robustas y de mejor crecimiento. Y eso en parte por el tipo de iluminación que fomentan.
Sus adoradores señalan que tiene un mayor rendimiento en cuanto a rayos infrarrojos, UV y UV-B. Lo que muchos emparentan con una mayor producción de cannabinoides. Y también de otras moléculas beneficiosas, sobre todo a la hora de hacer extracciones.
CMH, LED, HPS
Aunque su penetración en las hojas es superior a la tecnología de diodo emisor de luz (LED) no es tan precisa como éstas. Comparativamente con las lámparas de halogenuro metálico, el CMH dura más tiempo. Llegan a funcionar 18 meses dando lo mejor de sí. Pero muchos dicen que ni la mejor lámpara CMH compite contra una potencia de 600w de halogenuro o sodio de alta presión. Por ahora las lámparas CMH son caras. Pero eso cambiará con el tiempo. Como siempre pasa con las últimas tecnologías que se van incorporando a los hogares más o menos rápido. De cualquier manera, al apostar por esta tecnología, en el largo plazo, estarás ahorrando sin ningún tipo de duda. Otra de las ventajas del halogenuro cerámico es que se puede colocar bastante cerca de las plantas. Hasta 10 centímetros aguanta. Pero muchos recomiendan 15 centímetros entre las lámparas y el ápice de la planta. Además de no quemar la canopia, la CMH, no emite tanto calor al exterior como el HPS. Y esto ocurre, aunque generen mayor calor en los tubos de cerámica del que genera el HPS en sus cuarzos. Esa mayor temperatura interna del CMH hace que sales y gases de la lámpara se expresen mejor en el resultado final y consiga un espectro más amplio que el HPS.
Halogenuro cerámico: como la luz del sol
Las lámparas cerámicas tienen un magnífico espectro blanco. Su Índice de Reproducción Cromática es muy cercano al del sol. Las HPS marcan entre 20 y 30 en este índice, por eso los cultivos se ven anaranjados, amarillos y rojizos. El halogenuro metálico mide 60, su espectro incluye el azul. Las lámparas CMH marcan 90, y el sol 100. Los colores cálidos del espectro lumínico son auspiciados por bombilla que tienen hasta unos 3500 Kelvin (K). Hasta los 5000k. la luz será lo que se llama neutra. Y hasta los 10.000k. se asemejará al azul del cielo y parecerá una luz “fría”. En el caso del halogenuro cerámico la luz se verá más violácea que otra cosa. El CMH aprovecha de maravilla el principio de la onda cuadrada. En síntesis, evita los picos y los valles de la emisión lumínica. Cuando tomas una foto en el cuarto de cultivo con las lámparas prendidas observarás las rayas que quedan en la foto. Esto se debe a las descargas que hace la lámpara para iluminar. Son casi imperceptible para el ojo humano. Pero las plantas lo notan porque son como fogonazos que reciben. El aprovechamiento de la tecnología de onda cuadrada del halogenuro cerámico consigue más estabilidad en la emisión.
LEC: más eficiente
Hay varios informes que señalan que la eficiencia es el doble en cuanto a lúmenes comparando con el halogenuro metálico. Es decir, en lo que respecta al espectro que el ojo humano capta. Pero es bien sabido que este espectro no es el único que necesita la planta. Para ser un poco más preciso en lo que el reino vegetal necesita se mide la radiación fotosintéticamente activa (PAR —por sus siglas en inglés—). Este indicador mide la cantidad de fotones que caen en la planta por segundo. En este sentido la eficacia de la CMH es entre 10 y 20% superior al HM. Además no gastan tanta electricidad como sus competidoras. Ni producen tanto calor. Por cada 10 watts de HPS se generan 160 BTU. Con 10 watts de CMH se alcanzan 80. Una temperatura lo suficientemente alta como para encender el acondicionador de aire, intracción y extracción.
Balasto y frecuencia baja
La tecnología CMH necesita una frecuencia baja que habrá que ajustar en el balasto magnético. Los digitales no funcionarán. Como trabajan con una frecuencia baja tienden a hacer nula o escasa interferencia con teléfonos móviles y otros aparatos que usen el espectro electromagnético. La mayoría de lámparas CMH vienen con el balasto incluido así que son fáciles hasta para instalar. Sin embargo, hay que tener cuidado con él porque la rotura de su carcaza puede significar una gran quemadura si lo tocas. Y también conviene, como siempre, cuidar los ojos. Al tener un espectro tan amplio puede molestar la vista y ocasionar algún daño cuando la exposición es muy prolongada a los rayos UV-B que también pueden ser complicados para la piel. Mejor no obsesionarse e ir probando de a poco. Además, comparativamente el LED ha evolucionado muchísimo y presta magníficas funcionalidades. Pero puede ser una buena idea probar o preguntar por ahí cómo viene la movida del halogenuro cerámico. Quién te diga que mañana cambie de precio y la cosa sea conveniente en combinación o por sí mismo. Por ahora solo resta saludar a la cerámica en el cultivo.