¿Es inteligente invertir en empresas cannábicas?
La respuesta es definitivamente sí. Claro, siempre que seas un gran inversor. Es decir, tengas capital, tiempo para esperar los retornos y mucha visión de futuro.
Hace treinta años hubiera sido impensado invertir en el mercado de algún tipo de cannabis legal. Hoy las ventas en el mercado legal solamente de América Latina superaron los 7,5 millones de dólares en 2020. Y las estimaciones son que a nivel global las ventas tanto de cannabis de uso medicinal como de uso recreativo (legal) superarán los 51 millones de dólares.
Habitualmente los inversores se quejan de que los mercados regulados tienen muchas trabas como es el caso de Uruguay. O que se produce mucho cannabis y luego no se tienen mercados para colocar. Porque uno de los principales problemas de es esta incipiente, pero pujante y muy bien financiada industria, es que hay pocos países que reciban en sus fronteras de forma legal tanto cannabis de uso adulto como medicinal (también por las estrictas certificaciones y procesos a los que se deben someter los laboratorios y los cultivos en origen).
“La nueva industria cannabis es un fenómeno global que ofrece grandes oportunidades. Las dificultades regulatorias, los problemas con las cadenas de suministro y potenciales tendencias disruptivas constituyen riesgos para los inversionistas que deben ser evaluados cuidadosamente y que probablemente retrasaran el tiempo de llegada al mercado” señaló un reciente reporte de New Frontier Data.
El movimiento de la industria es imparable y aunque más lento de los que se esperaría y con no pocas contradicciones, se avanza. Cada vez existen más asociaciones de productores, más encuentros de negocios en cada país que abre una ventana y más interés de la industria financiera en hacer de este negocio algo lícito. ¿Quieres invertir en cannabis? Piensa en el futuro.