Cultiva cannabis aprendiendo con la luna
El cultivo lunar permite adaptar fases del crecimiento del cannabis para mejorar los rendimientos y potenciar las acciones necesarias durante el vegetativo y la floración.
Muchos creemos que la luna desempeña un papel súper relevante en el cultivo exterior de marihuana. La luna influye en diversos aspectos de la naturaleza. Regula las mareas, los ciclos menstruales de la mujer y por supuesto en el reino vegetal se pueden encontrar diversos ejemplos beneficiosos de cómo ese satélite que orbita la Tierra ayuda a nuestras plantas de marihuana en su ciclo vital. La luna nueva se la asocia a los cambios en la raíz. Es el momento de probar con nuevos fertilizantes (si son orgánicos siempre mucho mejor). La savia de la planta va hacia abajo en esta fase lunar. Durante esta fase lunar conviene potenciar las acciones en el cultivo de fructificación y crecimiento.
También es recomendada para ayudar a las plantas enfermas no solo con caldos nutritivos para sus raíces sino para controlar insectos y plagas. La luna creciente hace que la savia vaya hacia tallos, hojas y frutos. Le da fuerza al crecimiento. Hojas y raíces aprovechan mejor esta fase lunar. Es el momento de sembrar, hacer injertos o sanitizar el sustrato. Probablemente abonar en este momento no sea del todo aprovechado por las plantas. En la medida que la savia empieza a trasladarse hacia arriba es mejor evitar las podas. Hay muchos que dicen que tampoco sirve para combatir plagas como caracoles, babosas, hormigas y otros insectos. En la luna llena se asocia con la germinación porque la savia sube con los nutrientes que fue creando. La siembra antes de luna llena es la más recomendable. Con la luna menguante la savia vuelve a los frutos desde las raíces. La planta cobra vigor y fuerza. Es momento para fertilizar y regar.
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