Como aprovechar los restos de poda
Aceite, tragos, hachís, leche y hasta papa fritas. Con los restos de la poda puedes hacer lo que se te ocurra, siempre y cuando te dediques a ello, pueden ser un tesoro impensado. Así que guárdalo apropiadamente y prepara los sentidos para las otras bondades de la planta.
Todo se usa, todo se recicla. Esas hojas que no te vas a fumar también tienen lo suyo. Están recubiertas de tricomas que esperan su activación. Para aprovecharlas de la mejor manera hay que laburar un poquito.
Una interesante cantidad de material vegetal queda disponible luego de la cosecha. Los tricomas se prenden como abrojos, sobre todo a las hojas cercanas al cáliz. Cuanto más cerca del cogollo, más posibilidades de transformar los tricomas en otros productos.
Podemos diferenciar dos tipos de restos. El primero es el de la manicura que arrasa con las hojas grandes. Una segunda manicura quita todas las hojas que cubren la flor: las medianas y pequeñas, en su mayoría pobladas de tricomas.
Las hojas grandes tienen un bajo contenido de THC y son buena materia para compostar o, de contar con un lumbricario, utilizarlo para alimentar a las lombrices. Algunos cultivadores las usan para la manteca cannábica, pues ciertos tallos tienen prendidas glándulas de resina. Esos mismos tallos, pero frescos, pueden agregarse a las ensaladas como brotes de soja, quedan muy ricos y dan un plus a quienes comen con los ojos.
Las hojas medianas y pequeñas de la segunda manicura contienen una considerable cantidad de THC, pero si fumamos esas hojas de humo fuerte y picante que tienen muy poca psicoactividad, nos invadirá las vías respiratorias y lograremos más tos que vuelo.
Lo mejor es juntar los restos y si no es muy grande tu cosecha puedes hablar con amigos para juntar los restos de todos y sacar una piedrita de hachís colectiva. Para secar el producto de las podas puedes usar cajas de cartón o bolsas de papel, con el cuidado de rotar habitualmente los restos para que no se pudran o generen hongos. Siempre disponemos el producto en un lugar seco, oscuro y fresco por quince días, como mínimo.
Hachís de marihuana
Muchos cultivadores utilizan todo el material sobrante para hacer hachís. Dada su alta concentración de tricomas, el mejor chocolate de sobras se obtendrá con la manicura fina. Con 50 gramos de restos resinosos de Black Jack (híbrido 50/50), se pueden extraer cinco gramos de hash de primerísima calidad. Pero habitualmente requerimos mucha más materia para hacer una piedrita de hachís.
Existen distintas técnicas para la extracción. Puede ser en seco o en agua y hielo. La extracción en seco se puede hacer con un tamiz cuya malla sea de 220 micrones (0,022 centímetros) o menos. Estas mallas son las que se usan para serigrafía. Se coloca el material seco sobre el cedazo y bajo éste, un plato para recoger la resina. Se cubre con un plástico grueso encima del material vegetal, se afirma de los bordes para no perder nada y se golpea, ligeramente, con dos varitas. Los tricomas dorados caerán en el plato, de dónde será fácil extraerlos con una tarjeta.
El otro sistema requiere agua muy fría, hielo, batidora de mano y bolsas de tela impermeable con mallas en la base. Existen varios modelos en el mercado que van desde tres hasta siete bolsas de filtrado. Cada una tiene una malla distinta: van de los 25 micrones hasta los 220. El sistema requiere congelar el material (congelados, los tricomas se parten con más facilidad y se precipitan), luego batirlo muy suavemente para no romper la cabeza de los tricomas, dejarlo reposar y filtrar. La primera bolsa retiene el material vegetal y en las otras se deposita el hachís.
Al igual que las flores, el hachís necesita secarse en un lugar oscuro, seco y fresco, entre dos y siete días. Algunos prefieren fumarlo en pipa o bongs. Para quien no cuenta con estos accesorios la opción es el Vaso de la Vida, algo que aprendí a hacer en una Copa Cannábica. Se prende como incienso dentro de un vaso tapado. Una vez que el humo se condensa, deslizar la tapa e inhalar el humo por la rendija y pasarlo.
Una forma de obtener hachís rápido y barato es quitar la goma negra y pegajosa que se adhiere a las tijeras durante la manicura. Este chicle negro es hachís crudo, una delicia muy psicoactiva y merecido premio para el fin de una jornada de cosecha. Si usas guantes de látex, también han de quedar negros y pegajosos. Para rescatar este último chocolate, se pone alcohol etílico en un plato, no mucho, lo suficiente para poder enjuagarnos las manos enguantadas. Dada su característica de solubilidad ante el alcohol, se desprenderá fácilmente, lo cual dará como resultado un líquido negruzco. Dejar en la oscuridad el plato hasta que se evapore todo el alcohol y quede una borra marrón con el preciado hash. Del mismo modo, se pueden limpiar los picadores trabados de tanta resina acumulada.
Leche cannábica con marihuana
Para preparar leche cannábica se necesita un litro de leche entera y 20 gramos de la segunda manicura. Se pone a hervir la leche a fuego lento durante media hora a una hora y después se filtra. Se utiliza principalmente en infusiones, pero también para un mate psicodélico, acompañando un té, yogur, helado, flan, budín de pan, arroz con leche. Además, es una buena opción medicinal.
Papa frita de marihuana
El proceso del aceite cannábico es similar al de la manteca cannábica. Se pone a calentar medio litro de aceite de oliva a fuego mínimo con 50 gramos de restos durante una hora aproximadamente sin que hierva jamás, si llega a burbujear retiramos del fuego. Luego se filtra, se deja reposar y pasa al recipiente elegido, también se puede congelar o poner en la heladera. La medida para una persona de 80 kilos es una cucharada de café. Puede usarse en ensalada, en tostadas con ajo y orégano, en pan casero, alioli, pestos, mayonesas o lo que tu imaginación pueda lograr.
Tintura de marihuana
Para elaborar el alcohol, se colocan a macerar 30 gramos de manicura y un litro de la bebida elegida en un envase de vidrio con tapa. Se puede utilizar ron, vodka, grapa, tequila o pisco, cualquier aguardiente estará bien y cuanto más fino mejor. Se lo deja reposar tapado en un lugar oscuro entre 15 días y un mes, sacudiendo el frasco al menos una vez al día. Luego de transcurrido el período, filtramos y pasamos a la botella. En América del Sur entre los cannábicos es muy popular el trago conocido como Dragón Verde. Para hacerlo, colocamos dos partes de gaseosa sabor tónica, una de ron verde y unas gotas de limón o lima. No será absenta, pero el Dragón te sacará a volar. Beber y comer con moderación y volar a gusto. ¡Salud!
La dosis segura de alimentos con marihuana que puedes ingerir depende mucho de tu peso, tu estado físico y psíquico. Pero también de tu resistencia al cannabis. Si lo vas a hacer debes tener en cuenta que tu talla y la cantidad que ingieras marcarán el colocón. Estos colocones duran más porque el THC ingresa al cuerpo través del estómago y los principios activos son metabolizados por el hígado y no por los pulmones. Cuando enciendes un porro muchos principios activos se pierden con la combustión, comiendo marihuana no perdemos casi nada. Por eso el colofón durará más y será más intenso. Además, puede demorar hasta dos horas en hacer efecto. Si es tu primera vez ve despacio, come poco, ya encontrarás tu punto.