Aceite de coco y leches cannábicas
El aceite de coco y la leche son una opción saludable a la hora de cocinar postres de marihuana, trufas y preparar todo tipo de bebidas, desde una chocolatada a un refrescante batido de frutas.
Por Celine
Los alimentos cannábicos se están convirtiendo en el nuevo medicamento sabroso. Una alternativa para quien no desea o no puede fumar cannabis pero quiere consumir. Cuando hablamos de uso medicinal, uno de los inconvenientes de la comida cannábica es el alto porcentaje de materia grasa que tienen muchas recetas.
Los cannabinoides se disuelven en grasa o en alcohol. Una solución es el uso de aceite de oliva infusado en marihuana. Sin embargo, el gusto pronunciado dificulta el uso en repostería, por tanto es el aceite de coco una excelente alternativa de origen vegetal. También lo son las leches vegetales para las personas intolerantes a los lácteos; ofrecen nuevos ingredientes y variaciones a las recetas tradicionales.
Leche de coco cannábica
De todas las leches vegetales, la leche de coco contiene la cantidad más alta de grasas saturadas (al igual que la leche de soja), lo cual asegura una buena absorción de THC. Además, las grasas de la leche de coco son fáciles de digerir, y la leche, baja en colesterol, sin lactosa y sin gluten. En caso de que tengamos aceite de coco o leche de coco, los pasos para enfusar el aceite son los mismos que para enfusar la manteca, la leche o el aceite de oliva.
El proceso tiene que ser a baño maria y fuego lento. En esta receta usamos coco rallado para extraer leche de coco y aceite de coco cannábico. En una olla, llevar a punto de ebullición tres tazas de agua, verter una taza de coco rallado y dejar hervir por 5 minutos (mientras tanto, preparar una cacerola para seguir cocinando la mezcla a baño maria).
Luego de los 5 minutos, fuera del fuego, echar una taza de manicura de marihuana o 2 gramos de flores picaditas, y pasar la mezcla a baño maría para que se cocine a fuego lento por una hora, revolviendo cada tanto. Cuando ya pasó el tiempo de cocción, se deja enfriar la mezcla unos 10 minutos para asegurarnos de no quemarnos mientras la manipulamos. Vertemos la mezcla en una licuadora y licuamos de 3 a 5 minutos y vamos aumentando la velocidad hasta que se consiga una pasta homogénea, cremosa y espesa.
Con una malla de tela o un colador de metal, colamos la mezcla en un recipiente alto y ancho, y exprimimos hasta sacar todo el líquido. Se deja enfriar; se puede guardar hasta 5 días en la heladera. Naturalmente la grasa de coco se separa de la leche y se acumula en la parte superior del recipiente. Para usar la mezcla como aceite de coco, es suficiente recolectar la grasa acumulada y tirar el líquido, ya que todos los cannabinoides se han disuelto en el aceite. Para usarla como leche de coco, agitar primero para que se mezcle la grasa con la leche.
Aceite de coco cannábico
El aceite de coco puede sustituir la manteca parcial o totalmente en todas las recetas de postres, tartas, galletitas… También es muy útil para glaseado y trufas. Una de las ventajas del aceite de coco es que se endurece muy rápido bajo 25 grados, y puede pasar de una consistencia líquida a una sólida sin que la calidad del producto se vea afectada.
La mezcla de coco rallado y manicura se puede reutilizar como base para galletitas o una torta, tomando en cuenta que tendrán muy poca psicoactividad ya que todo el THC fue extraído en la grasa de coco. En este caso hemos elegido un batido de frutas. Mezclamos en una licuadora dos duraznos, 100 g de frutilla y un vaso de leche de coco cannábico. Si se desea, se le puede agregar azúcar, stevia o miel; puedes usar todas las frutas que gustes para realizar un batido de fruta cremoso y sano, con un gusto suave a coco y marihuana. Otra bebida que puedes obtener es piña colada, con o sin alcohol.
En una licuadora mezclar un vaso de leche de coco cannábico, una taza de piña cortada en trocitos, hielo y una medida de ron, si deseas una bebida alcohólica (siempre consume con moderación).