Cómo hacer aceite de marihuana medicinal con etanol y aceite de oliva

04 Mar 2020

Aprende a elaborar en casa tu propio aceite de cannabis rico en CBD y saca partido a los restos de la cosecha y los cogollos de menor calidad. Los extractos de cannabis han demostrado su eficacia para tratar múltiples dolencias, así como para ayudar a paliar los síntomas de enfermedades como el cáncer, Parkinson, epilepsia, anorexia, insomnio, ansiedad, migrañas, dolor crónico, etc. Cada día son más los que se acercan a este remedio natural, conocedores de su enorme potencial. Hoy os enseñamos cómo hacer aceite de marihuana en casa, paso a paso y de una forma sencilla.


Las propiedades medicinales de la planta de cannabis son conocidas y aprovechadas desde el inicio de la humanidad. No es casualidad que forme parte de la farmacopea ancestral de casi todas las culturas a lo largo del planeta. Los extractos concentrados, como el aceite o las tinturas de marihuana, son la forma ideal de beneficiarse de todas las propiedades del cannabis, sin la necesidad de fumar o vaporizar los cogollos.

Este aceite concentrado es rico en infinidad de fitocanabinoides, como el CBD, CBG, CBN, THC, THCV CBDV, CBE y un largo ectcétera. Contiene además múltiples terpenos y aceites esenciales naturales como el Myrcene, Limonene, Alpha & Beta -pinene, Linalool, B-caryophyllene, Caryophylene, Humulene, Nerolidol y Fitol, entre otros, presentes en concentraciones variables, así como otros compuestos naturales como los alcanos, aminoácidos, flavonoides, compuestos nitrogenados, quetonas, aldeidos y glucósidos, dependiendo de las variedades y otros factores durante el cultivo.

Con el método que vamos a exponer, se puede obtener un aceite concentrado entre 5x y 7x veces. Es decir, si partimos de un material vegetal con un 5% de CBD y un 15% de THC, obtendremos un extracto que contendría aproximadamente, un 25% de CBD y un 75% de THC. Dado el elevado nivel de Tetrahidrocannabinol (THC) que poseen las variedades de marihuana más comunes, recomendamos utilizar variedades de última generación, ricas en CBD y con bajo contenido en THC. Algunos estudios sugieren que el ratio ideal es 1:1, esto es, variedades con porcentajes similares de ambos cannabinoides.

Para personas que no son consumidores habituales de cannabis y quieren utilizar el aceite de forma medicinal, lo más indicado es utilizar variedades con niveles bajos de THC. Utilizando variedades con alto CBD y bajo THC, se reduce el efecto narcótico y psicoactivo, pero siguen estando presentes el resto de cannabinoides con sus innumerables propiedades beneficiosas. Así mismo, cuanto mejor sean los restos o los cogollos empleados, más potente será nuestro aceite, a dosis más bajas. La concentración final del aceite vendrá determinada por la calidad del material vegetal utilizado.

¡Manos a la obra! ¿Qué necesitamos?

  • Marihuana o restos de poda con resina (al menos 15 -20 gr para obtener 15ml de aceite)
  • Etanol absoluto, de grado alimenticio
  • Aceite de oliva, o cualquier otro aceite vegetal
  • Un recipiente de vidrio o acero inoxidable para realizar la evaporación
  • Una manta térmica, calentador eléctrico o un recipiente con agua muy caliente
  • Filtro de café o colador de tela
  • Frasco de vidrio con tapa
  • Frasco de cristal con cuentagotas

Una vez tenemos todo listo y la zona de trabajo bien limpia, ya podemos comenzar a trabajar en nuestro pequeño laboratorio amateur de alquimia cannábica. Para elaborar 3 frascos de 15 ml cada uno, vamos a utilizar:

  • 40 gramos de cogollos bajos y restos de poda, de una Critical Orange y una Peyote Purple
  • 600 ml de etanol
  • 45 ml de aceite de oliva

Si se desea realizar con diferentes cantidades de flores secas, sólo hay que multiplicar o dividir el resto de ingredientes en la misma proporción. Nunca se debe utilizar el alcohol de curar las heridas, alcoholes de limpieza, bioetanol, o alcoholes de quemar o de otro tipo para realizar las extracciones. Contienen residuos que pueden ser tóxicos si se consumen. Las extracciones más eficaces, para realizar aceite de marihuana en casa, se suelen llevar a cabo con etanol absoluto de grado alimenticio, o alcohol isopropílico de al menos 99,8% de pureza. De fácil adquisición a través de internet y en comercios especializados.

Proceso de extracción con etanol y filtrado

1. Extracción

En primer lugar, es muy importante realizar todo el proceso de extracción con el etanol en un lugar muy bien ventilado y alejado de cualquier fuente que pueda originar una llama o chispa. Los gases emanados son altamente inflamables. La mejor forma de evitar accidentes es llevar a cabo la extracción por completo en exterior, y por supuesto, no fumar ni tener cualquier fuego encendido cerca. Una vez aclarada esta medida de seguridad fundamental, ya podemos empezar a realizar la extracción con etanol. Para ello, introducimos los cogollos bien desmenuzados y el etanol (por separado) en el congelador unas horas antes. De este modo, la extracción será más rápida y eficaz.

Seguidamente, se introducen los cogollos en el frasco de cristal y se cubre con el etanol, se tapa y se agita enérgicamente entre 15 a 30 segundos. No es recomendable un tiempo mayor de extracción, que arrastraría clorofila, ceras y otros restos vegetales carentes de interés. Cuanto mayor sea el tiempo que pase el material vegetal sumergido en el alcohol, más oscura será la tonalidad de la extracción final.

2. Filtrado

Sobre el recipiente o bandeja de pyrex, procedemos a filtrar todo el etanol, a través del colador de tela. Este etanol filtrado es el que contiene casi todos los cannabinoides presentes en los cogollos utilizados. Y una vez evaporado todo el líquido, podremos utilizar tal cual, o bien diluir en aceite de oliva para una dosificación más fácil.

3. Evaporación y purgado del etanol

El etanol se evapora a temperatura ambiente, pero es un proceso lento, que dependiendo de la cantidad y el clima puede llevar varios días. Sin embargo, podemos utilizar mantas eléctricas o calentadores para subir la temperatura y reducir mucho el tiempo de evaporado. Al mismo tiempo, se realiza la descarboxilación de los cannabinoides, al ser sometidos a altas temperaturas, pero siempre sin llegar a hervir. Otra buena opción es calentar agua en un recipiente hasta casi llegar a ebullición, y tras retirarla del fuego, colcar la fuente con el etanol encima (como para realizar un baño María), este proceso puede llevar de 1 a 2 horas, o incluso más, según la cantidad de etanol a evaporar. Si se trabaja con un volumen grande, será necesario ir renovando el agua, añadiendo más agua caliente, a medida que se vaya enfriando. Es importante asegurarse de que no queda ningún resto de etanol en el recipiente, y solo se observa una masa de aspecto pegajoso y color ámbar o marrón oscuro en el fondo.

4. Diluir el extracto en el aceite y envasar

Esa melaza resinosa que queda después de evaporar todo el líquido es el extracto puro concentrado de los cannabinoides presentes en los cogollos utilizados. Así se encuentran listos para consumir, pero puede resultar demasiado concentrado, por lo que se recomienda comenzar con dosis muy pequeñas, del tamaño de un grano de arroz, e ir regulando la cantidad según los efectos observados y las necesidades.

Algunos consumidores de aceite medicinal encuentran más cómodo disolver esta pasta obtenida en aceite de oliva, para así poder tomarlo en forma de gotas, mas fáciles de dosificar. Si se quiere diluir en aceite, se recoge con una tarjeta o cuchilla de afeitar toda la resina y se pesa, seguidamente se multiplica por 10 y se añade esa cantidad de aceite de oliva. En nuestro caso vamos a utilizar 6 gramos de extracto puro, por lo que lo deberemos diluir en 60 gramos de aceite, que corresponde a 35/40 ml, según la densidad del mismo. Para este paso es muy útil una jarra graduada pequeña y una báscula digital. Para ayudar a realizar la dilución de la resina en el aceite, se puede calentar ligeramente el aceite, sin sobrepasar nunca los 65/70ºC.

Una vez disuelta toda la resina en el aceite, se toma con ayuda de una jeringa o pipeta y se pasa a los frascos definitivos para su envasado. A la hora de tomarlo, es importante agitar bien el envase. La adición de terpenos naturales puede mejorar la calidad vuestro aceite, si lo habéis realizado con material vegetal demasiado seco o de escasa calidad. Cannabinoides y terpenos hacen sinergia y actúan mejor de forma conjunta que por separado, potenciando cada uno las propiedades del otro.

¿Cómo tomar el aceite de marihuana con fines terapéuticos?

Nuestra recomendación es utilizar este aceite como un suplemento o una ayuda para paliar ciertos síntomas de algunas enfermedades, pero en ningún caso debe sustituir un tratamiento médico prescrito por su doctor sin consultárselo antes. Otra recomendación importante es no consumirlo nunca justo antes de conducir, o si se van a realizar actividades peligrosas, puede causar somnolencia o excesiva relajación, sobre todo en personas poco acostumbradas al cannabis.

Empezar a tomarlo por la noche en dosis pequeñas, es una buena forma de verificar cuan sensibles somos al preparado, de este modo se puede aumentar o reducir gradualmente la cantidad ingerida hasta obtener el efecto deseado. Colocar 2 o 3 gotas del aceite debajo de la lengua y mantenerlo durante unos 30 segundos, para tragarlo posteriormente, es la forma más habitual para tomar este aceite de marihuana.

Los cannabinoides y otros principios activos, presentes en este tipo de extractos, se absorben más rápidamente a través de los tejidos de la mucosa sublingual, que mediante el tracto digestivo. Por este motivo son más eficaces y efectivos tomándolos de esta forma, en lugar de simplemente tragar el aceite, mezclado con agua, zumo o cualquier otro alimento.