Unidas Podemos nos presenta su ley Cannabis. Entrevista a Lucia Muñoz.

Acabáis de registrar una propuesta de ley Cannabis ¿Cómo ha sido el proceso para elaborarla?

Lucía Muñoz. Elaborar la ley ha sido un proceso apasionante y minucioso. Como sabes llevamos trabajando en ello intensamente desde 2017. Hemos hablado con muchas organizaciones y personas con experiencia, conocedoras de esta realidad.

Hemos analizado todo lo que teníamos a nuestra disposición, leyes aprobadas de distintos países, documentos, informes y la propuestas de las diversas organizaciones de la sociedad civil, intentando que todas las peticiones que fueran razonables se vieran reconocidas.

Hemos contado con un equipo multidisciplinar de distintos países donde ya existen regulaciones del cannabis, todo ello coordinado por una persona conocedora de la realidad del sector del cannabis en España, que ha llevado a cabo la redacción y la integración de todas esas cuestiones en la Ley. Este equipo prefiere mantenerse en el anonimato.

¿Cuales son los ejes principales en esta ley?

Esta ley se caracteriza principalmente por ser integradora, se reconocen todas las realidades relativas al cannabis sin dejar a nadie fuera, como por ejemplo la Sociedades Cooperativas de Microproductores que tiene en cuenta a esas personas a las que siempre se las excluye de la regulación, haciendo que la misma sea más eficaz al reducir más el mercado informal.

Regula detalladamente hasta doce tipos de licencias del mercado regulado, divididas en tres bloques, las de acceso, las de producción y otras licencias complementarias. Nuestra intención es que todas estas actividades queden bien establecidas por Ley, creando un marco completo, no se indica que se va a regular, se regula, al margen lógicamente de las cuestiones más técnicas de cara a la implementación que se desarrollan reglamentariamente.

Se ha pensado todo para que la regulación no sea pervertible y que genere seguridad jurídica. Por ejemplo la ley diferencia y acota muy bien lo que suponen las actividades de autogestión sin ánimo de lucro en relación a los Clubes Sociales de Cannabis, de aquellas que sí lo tienen. Esta fue una de las cuestiones en las que más nos esforzamos.

Se ha diseñado desde una lógica ecosostenible, siendo esta una cuestión estratégica y muy ambiciosa de la Ley, no queremos macrocultivos de interior. Además se premian fiscalmente aquellos productos del cannabis en los que en su trazabilidad no se hayan utilizado cultivos de interior, y de los que si proceden de este tipo de cultivos, se destina el exceso de impuesto a partidas de transición ecológica.

Se protege nuestro mercado con imposiciones fiscales quince puntos superiores del Impuesto Especial para aquellos productos del cannabis que provengan de fuera de España, salvo acuerdo o norma en contrario. Además la Ley limita de una forma contundente la acumulación de licencias, la subcontratación, y la integración vertical, que no es posible salvo para los Clubes Sociales de Cannabis, tanto los cooperativos como los licenciados, y con limitaciones. Además se excluye la posibilidad de que soliciten licencias empresas cuyos socios no estén identificados, de cara a controlar la concentración de capital.

Tiene en cuenta la insularidad y a la España vaciada, mediante ventajas fiscales y exención de tasas para las empresas que se implanten en esos territorios.

La Ley prevé que se destinen 2/3 de lo recaudado con el Impuesto Especial a educación, sanidad y Agenda 2030.

Por último se caracteriza por un fuerte control por parte del Estado principalmente de todas las actividades de las empresas con licencia.

Háblanos del autocultivo y la tenencia en esta ley

En esta ley el autocultivo no requiere registro, se puede cultivar hasta el doble de lo permitido para una persona si hay distintos convivientes en el domicilio, pudiendo participar un máximo de cinco. Hemos creído razonable establecer unas limitaciones en cuanto a volumen en lugar de mediante un número de plantas, dado que objetivamente hablando hay mucha disparidad entre lo que puede producir una planta. En cambio limitando el volumen creemos que se puede ser más objetivo y que no haya perversiones. Se limita a veinte metros cúbicos en exterior y a cuatro en interior. Se limita además la potencia lumínica a 1200 W, también intentando ir en coherencia a la cantidad de tenencia máxima.

Por otra parte se prevé una zona adicional para la conservación de plantas madre y esquejes.

Una cuestión importante es que estas medidas respecto del autocultivo, y algunas otras que entendemos prioritarias, entrarían inmediatamente en vigor tras la publicación de la Ley. No se puede esperar más tiempo para dotar de un marco legal claro esta actividad.

En cuanto a la cantidad de tenencia de sumidades, hemos acatado la petición más establecida del movimiento social, 3.650 gr de sumidades secas al año, relativa a la mitad de la cantidad diaria máxima admitida por el Instituto Nacional de Toxicología para un año. En cuanto a las cantidades de extracciones y de productos elaborados con Cannabis hemos intentado ser proporcionales a lo establecido para la cantidad de sumidades.

También hay una subcomisión medicinal abierta ¿Defenderéis allí el acceso por varias vías, incluyendo el autocultivo terapéutico como ha ocurrido en Canadá, Estados Unidos y más países?

Desde luego que en esa subcomisión es más que necesario poner encima de la mesa la función que han realizado las asociaciones cannábicas, especialmente durante la pandemia, de cara a ayudar a los pacientes en momentos en los que el acceso se limitaba a estas entidades o al mercado informal y también la labor de los pacientes que han podido, pese a sus dolencias y limitaciones, autocultivar su propio cannabis, por lo que es de justicia hacerlo valer. Creo que al final, lo fundamental, independientemente de la vía de acceso, es que todo sea autorizado y supervisado por un médico, asegurando el mejor tratamiento posible, poniendo primero a las personas y no los intereses económicos de grandes empresas farmacéuticas extranjeras.

Introducís una Agencia Española de Control de la Regulación Integral del Cannabis y un Software de control, SoftCRIC. Háblanos de este tema.

Pensamos que en el actual contexto prohibicionista, uno de los puntos críticos para convencer a los no convencidos de que una regulación es necesaria y posible, es el control y la fiscalización de todas las operaciones que se desarrollen. Para ello es necesario dotarse de herramientas suficientes y eficaces para llevar a cabo ese control.

Cabe destacar para este fin, la eficacia de las herramientas tecnológicas, como un software estatal al estilo del que ya se utiliza en Uruguay o en otros lugares donde se ha regulado el cannabis, evidentemente diseñado Ad hoc para la regulación que pretendemos aprobar. De esta forma transmitiremos un mensaje de control y fiscalización profunda, por supuesto a quien haya que controlar, principalmente a las empresas y a los operadores, pero en ningún caso a las usuarias que tienen que seguir manteniendo su privacidad en el acceso, el consumo, el autocultivo y la gestión cooperativa del acceso a los productos del cannabis, al igual que ocurre por ejemplo con el alcohol y el tabaco.

La Agencia que se crea tiene vertebración territorial, las competencias de las Autonomías serán reglamentadas tras la aprobación de la Ley. Tiene un carácter polivalente para poder implementar correctamente esta ley. Hemos creído fundamental apartarse de una lógica enfocada en el control punitivo y tampoco centrase en la cuestión económica, recogiendo el guante de la sociedad civil que nos ha grabado el mensaje de que esto es una cuestión de derechos de las personas usuarias. Es por ello qué encuadramos la AECRIC en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, pues creemos que es donde mejor puede encajar, en linea con lo que propone también el informe del OECCC “Cannabis Sostenible, Manual de Políticas Públicas”, en el que se propone alineas las políticas del cannabis con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

Respecto de la Junta Directiva se incorporan a la misma representantes de los principales Ministerios a los que afecta de alguna forma esta materia, y además se integran en la misma representantes de las distintas delegaciones territoriales de la Agencia que se irán renovando cada dos años para que haya una rotación efectiva entre todos los territorios de España de forma igualitaria.

El Consejo Consultivo de la Agencia da voz entre otros a los directamente afectados, teniendo representación, los autocultivadores, los clubes sociales cooperativos y las empresas del sector, pues es clave que los mismos participen y asesoren a quien tiene que implementar la ley y los reglamentos.

Igualmente se integran a distintos actores vinculados a la materia del cannabis como representantes a nivel político de la Comisión Mixta de Adicciones y el Plan Nacional Sobre Drogas.

¿Es posible que presentéis una ley final con la sociedad civil y más partidos como ha ocurrido con la ley de vivienda por ejemplo?

Es nuestra voluntad que esta ley salga adelante y trabajaremos duro para que así sea. Desde que anunciamos la presentación de la ley, hemos transmitido nuestra voluntad de trabajar con la sociedad civil y por supuesto con todas las fuerzas políticas que quieren lo mismo que nosotras. Obviamente y dado el escenario habrá que negociar y transaccionar en aras de aprobar una ley que sea la mejor para el objetivo común.

¿Que piensas que ocurrirá en la votación de toma en consideración?

El clima político internacional cada vez es más favorable a la regulación. En el contexto europeo hemos visto recientemente cómo los socialdemócratas alemanes que acaban de ganar las elecciones se han posicionado a favor de la legalización. Se están dando una serie de condiciones que podrían hacer posible lo que parece imposible. Todo el mundo va a estar pendiente de lo que haga el PSOE porque la gente es consciente de que tienen la llave, ya que de la derecha asalvajada que tenemos lamentablemente no se espera nada. El PSOE tendrá que decidir si está con la derecha, por detrás de la sociedad o si España avanza en la conquista de derechos.

Habéis celebrado una mesa sobre Cannabis con la sociedad civil en la Universidad de Otoño, aparte preparáis una presentación en el Congreso ¿cuál es el objetivo?

Lo llevado a cabo en la Universidad de otoño va en linea con nuestra forma de trabajar, que es abriendo espacios de reflexión y diálogo con la sociedad civil. Creo que también fue un punto de partida para comenzar a hablar de la necesidad de definir una estrategia conjunta.

Respecto del evento del Congreso, principalmente se plantea para socializar nuestra propuesta y someterla a aportaciones de la Sociedad Civil y también que participen los distintos partidos del Congreso de los Diputados. Que así se pueda hacer una fotografía de situación del fenómeno del Cannabis y de la necesidad de su regulación de forma integral.

Se expondrán ejemplos de distintos países donde ya se ha regulado el cannabis y de los que se dispone de datos tras la implementación de esas regulaciones pasados unos años. También se tratará de transmitir desde distintos enfoques, la ineficacia de la prohibición y la necesidad de ese cambio de paradigma que nos lleve a posiciones más justas con las usuarias y con la sociedad en su conjunto. Pronto comunicaremos más noticias al respecto.

¿Qué le pides a la sociedad civil ahora?

A la sociedad civil lo que le pedimos es que esté más activa que nunca, que sea perseverante. Estamos en una encrucijada histórica y necesitamos el empuje del movimiento social para que se avance. Estrategia conjunta, calendario, acciones unitarias, debates, diálogos, campañas, manifestaciones, reuniones, coordinación, organización. Las organizaciones han demostrado que saben hacerlo, si no hubiera sido por el empuje de la sociedad civil organizada los últimos años hoy no habría tres leyes registradas y una subcomisión para el estudio de la regulación del uso medicinal del cannabis. Las luchas sociales son condición de posibilidad para la conquista de derechos, estamos avanzando y podemos llegar más lejos.

¿Quieres añadir algo para acabar la entrevista?

Sí, quiero añadir que en cuanto al uso medicinal del cannabis, una vez analizado en profundidad el encaje jurídico, decidimos que técnicamente y estratégicamente era más conveniente abordarlo de forma separada. Se nos ha insistido mucho, por parte de las asociaciones de pacientes y de nuestro socio de gobierno, en no mezclar la dimensión medicinal con otras cuestiones. Nosotras aceptamos trocear el debate siempre que se aborde todo al mismo tiempo. Ahora se han dado las condiciones para que eso ocurra en dos espacios diferentes: una subcomisión para abordar la dimensión medicinal y tres leyes registradas que abordan más cuestiones y que se debatirán en el Pleno. Pensamos que de esta manera, con un debate ordenado, hay más posibilidades de avanzar.