Seleccionando plantas élite
La selección es la herramienta que nos permitirá identificar y conservar aquellas plantas de cualidades excepcionales, para que podamos volver a cultivarlas o utilizarlas siempre que lo necesitemos.
Plantas élite:
Hemos leído infinidad de veces el concepto de clon élite en diversos libros, foros, artículos y publicaciones del sector. Este concepto proviene del entorno de la mejora genética y fue adaptado por muchos cultivadores y criadores de la comunidad. Usualmente definimos una planta o cultivar élite como aquel altamente seleccionado entre muchas otras, que posee unas características o muestra una serie de rasgos agronómicos altamente deseables, como pueden ser productividad, resistencia a todo tipo de estrés (nutrientes, sequía, plagas, fitopatologías, etc), adaptabilidad, alta habilidad combinatoria y gran transmisión de rasgos. En general, el material genético de élite proviene de pedigrís muy seleccionados y siempre muestran una serie de rasgos preferidos de gran valor, tanto por los mercados como los agricultores. O también una serie de rasgos poco comunes, únicos y especiales, con respecto al resto de cultivares comercialmente disponibles. Si trasladamos este concepto al cultivo o al desarrollo de cultivares de cannabis, debemos distinguir si se trata de una planta élite para el consumo final o para su uso en programas de mejora genética vegetal. Si bien este uso data de décadas atrás, así como los primeros clones élite de cannabis más longevos, no es hasta hace unos pocos años cuando el concepto empieza a popularizarse en la comunidad internacional. Si bien la tradición de seleccionar plantas élite entre cientos de ejemplares es muy popular fuera de nuestras fronteras, siempre lo ha sido entre los cultivadores domésticos, con la popularización de los clones élite extranjeros se ha abandonado un poco la costumbre de selección doméstica propia. Muchos cultivadores ansían cultivar clones élite famosos, dejando de lado la posibilidad de seleccionar sus propios clones élite y contribuir a mejorar la escena local. El problema que tiene la circulación o popularización de los clones foráneos tiene una influencia negativa en la escena local, ya que acaba con la diversidad de variedades que hasta no hace mucho, definía y de hecho diferenciaba la escena californiana de la holandesa, la inglesa, la suiza y la española. En los últimos años, nos encontramos con que no solamente se cultivan las mismas variedades en todos estos sitios, sino que en algunos casos incluso los mismos clones. En el caso de una planta o clon élite, desde el punto de vista del cultivador o consumidor, se trata de ejemplares que han sido seleccionadas entre muchas similares por destacar sobre todas las demás en una serie de características particulares y habitualmente deseadas como pueden ser potencia, vigor, productividad, tiempo de floración, producción de resina, rendimiento en cannabinoides, rendimiento en terpenos, peculiaridades de su efecto psicoactivo, etc. Sin embargo, una planta élite para el consumo final no tiene porqué ser una buena planta para su uso como parental en mejora genética. Una planta muy resinosa y potente podría dar una descendencia poco resinosa y poco potente, del mismo modo, una macho élite que no nos sirve para consumir ni elaborar extractos, sí podría dar una descendencia estupenda. Por tanto, en este caso, las plantas élite se seleccionan siguiendo otra metodología como los test de progenie. Podemos encontrar gran cantidad de plantas élite de renombre en el mundo del Cannabis. Tenemos algunas muy longevas, como la UK Cheese de 1988, las NL#5/Haze que Nevil seleccionó en los 80s en Holanda o las Northern Lights de 1983 y 1984. También otras como Chemdog 1991 han marcado la historia moderna, más jóvenes sin duda, pero ya con 27 años desde que fueron encontradas y compartidas por primera vez.La necesidad de seleccionar
Desde los inicios de la humanidad, el hombre ha tenido por costumbre buscar o tratar de conservar la excelencia y todo aquello que le podía resultar de más utilidad o destacaba por sus cualidades excepcionales. Es de esta ambición por obtener algo más beneficioso de donde nace la necesidad, innata, de seleccionar aquello que más nos gusta. Cuando llevamos un tiempo cultivando o consumiendo esta planta, pronto aprendemos a discernir aquellas plantas que destacan por su calidad, embriagadores aromas o tal vez su potencia y un efecto de gran calidad. A medida que nos hacemos conocedores de algo, también modelamos un criterio de calidad propio que vamos conformando a través de nuestra experiencia. Antes o después, todos pasamos por ese punto de inflexión en el cual generalmente llegamos a la conclusión de que no hay nadie mejor que nosotros mismos para saber el tipo de plantas que nos gustan o querríamos obtener. Al fin y al cabo, los gustos y querencias personales son tan individuales y variados como nosotros mismos. Del mismo modo, esto se verá reflejado en nuestros jardines y plantas preferidas. [caption id="attachment_10498" align="alignnone" width="800"] Esta reina de la resina tiene demasiada hoja pero un aroma a cereza ácida embriagador.[/caption] Muchos cultivadores encuentran de esta manera el camino a realizar sus propios cruces domésticos en casa, para poder suministrarse así con semillas de calidad de forma habitual, sin tener que invertir una gran cantidad de dinero para ello. Sin embargo, tanto para el aficionado a guardar semilla como para aquel que simplemente busque plantas excepcionales para guardar sus propias madres, la selección se convierte en algo fundamental y totalmente necesario. A grandes rasgos, la selección tiene como objetivo fundamental encontrar plantas con características deseables y excepcionales. Es decir, plantas que destaquen por su calidad por encima de todas las demás. Para lograrlo, debemos favorecer el aumento de proporción de genes o rasgos deseables, esto lo conseguiremos mediante una población lo más amplia posible, para generar diversidad y una buena variedad de plantas, entre la que poder seleccionar aquellas que destaquen por sus cualidades superiores y tratarse de genotipos élite. La base de la selección es, fundamentalmente, la identificación y posterior medición o evaluación de aquellos rasgos deseables que diferenciarán a los individuos genéticamente superiores de aquellos menos deseables o útiles, según sea el fin u objetivo de la propia selección. No es lo mismo buscar una planta comercial de gran producción, que una de flores coloridas o efecto determinado que pueda satisfacer nuestras expectativas concretas.Criterios de selección
Como decíamos, el objetivo o destino final de las plantas marcará en gran medida el proceso entero de selección, pues fijará unos criterios determinados que buscaremos, a la vez que favorecerá el descarte de aquellas plantas individuales que no los cumplan. Entre las características generalmente deseadas para las plantas de cannabis podemos encontrar algunas como la potencia, el contenido en aceites aromáticos o cannabinoides, la cantidad de resina, el vigor y el crecimiento, los tiempos de floración y maduración, densidad y tamaño de flores, etc. Si lo que buscamos es una planta productiva que rentabilice al máximo la inversión que hacemos en el cultivo, debemos buscar cuanto antes aquellas pistas en las plantas que nos podrían indicar que la planta tiene potencial para ello. En este caso, podremos fijarnos en la estructura y vigor de la planta, el número de nudos y ramificación, el espaciamiento intermodal, el porte, la consistencia de los tallos, la tolerancia a los nutrientes, etc. [caption id="attachment_10490" align="alignnone" width="800"] Este viejo clon de Blueberry tiene un aroma estupendo pero ramas débiles y nudos largos que la hacen poco productiva.[/caption] En el caso de buscar plantas élite destinadas a la cría, los objetivos serán totalmente diferentes. No siempre una planta de calidad se traducirá en un parental de calidad, que transmita todos esos rasgos deseables a la descendencia. La mejora genética es un tema mucho más complejo y profundo, que habitualmente responde a factores distintos como la dominancia de genes, la habilidad combinatoria, etc. Para la cría, nos centraremos en otras herramientas diferentes como los tests de progenie, la selección de machos y otros muchos. [caption id="attachment_10491" align="alignnone" width="800"] Los clones Diesel también tienen una estructura poco deseable, estiradas y con nudos largos.[/caption] Por el contrario, si la selección tiene como objetivo encontrar una planta de calidad para su consumo final, será de gran importancia prestar atención a los quimiotipos que podemos encontrar en nuestra selección, pues de ellos dependerá que la planta tenga el efecto o características organolépticas deseadas. Recordemos que el quimiotipo, también conocido a veces como fenotipo químico, se refiere a aquellas diferencias individuales en cuanto a la composición química de unas plantas respecto a otras. En el caso del Cannabis, tenemos plantas con quimiotipos predominantes en THC, CBD, etc. Asimismo, podremos encontrar quimiotipos predominantes en Mirceno, en Limoneno, en Terpinoleno y muchos otros. Esto favorecerá la existencia de quimiotipos de olores cítricos, otros de aromas astringentes, florales… Estas diferencias en el perfil químico de cada planta individual son precisamente las que nos permitirán caracterizar el carácter psicoactivo y también organoléptico de las mismas. Igualmente, seguiremos criterios diferentes si la finalidad de la planta está destinada a la producción de flores, o si buscamos una mayor durabilidad o vida útil del producto tras su almacenaje, o si la planta será empleada para producir diferentes extractos, aceites esenciales, medicamentos, cosméticos, etc… Por último, en el caso de buscar expresiones vistosas con fines ornamentales o fotográficos, nos basaremos en criterios totalmente diferentes, que se regirán por sus cualidades estéticas. Esto podría ser la vistosidad de flores, la presencia de colores en hojas, tallos o flores y cualquier otra particularidad similar que proporcione a la planta de algún rasgo estético particular. [caption id="attachment_10492" align="alignnone" width="800"] Esta Peyote Purple muestra unos bellos colores y resina, pese a una mala relación cáliz/hoja.[/caption] En definitiva, podemos afirmar que el objetivo final dictará los criterios de selección. Por ejemplo una planta seleccionada para su cultivo mediante técnica “SOG” deberá concentrar el mayor vigor de su crecimiento en el fuste y mostrar una gran dominancia apical, favoreciendo así que se ajuste al método de cultivo escogido. Por último, no debemos olvidarnos de que también debemos tener en cuenta la importancia de eliminar o descartar cualquier planta que muestre alguna de las características no deseadas. En esta selección negativa descartaremos de forma precoz cualquier planta que muestre poco vigor o dificultades de crecimiento, una estructura poco deseable, maduraciones demasiado tempranas o tardías, excesiva sensibilidad a determinadas fitopatologías (hongos, virosis, etc) o a las plagas más comunes (araña roja, pulgones, mosca blanca, etc). Si tenemos todos estos factores en cuenta, obtendremos ejemplares que no solamente se adapten a nuestros objetivos, sino que además tendrán un adecuado rendimiento durante su cultivo.Seleccionado genotipos
En el caso de seleccionar plantas para su consumo final, la mayoría de ocasiones nos basaremos en una selección individual, ayudándonos de los fenotipos que cada planta o genotipo expresa para hacernos una idea de su potencial. [caption id="attachment_10499" align="alignnone" width="800"] Este ejemplar tiene una estructura excepcional que nos da una pista muy valiosa acerca de sus cualidades.[/caption] Debemos ser conscientes de que cuando seleccionamos una planta, estamos seleccionando genotipos, no fenotipos. Sin embargo, esta selección genotípica tiene lugar a través de la observación de los fenotipos deseables que las plantas pueden expresar en su entorno de cultivo. Recordemos que el fenotipo de la planta es la expresión conjunta de su acervo genético (genotipo) sumado al efecto del entorno de crecimiento de la misma. Tengamos también en cuenta que, si bien una planta o genotipo muestra un determinado fenotipo en nuestras condiciones de cultivo, podría mostrar otro fenotipo diferente una vez que es trasladada a otro entorno de cultivo o las condiciones iniciales dejan de ser constantes. Por lo tanto, esta selección de fenotipos solamente nos asegurará la superioridad genética de la planta en ese ambiente, careciendo de validez una vez que la misma sea trasladada a otro diferente. Hay que tener en cuenta que, en el caso de plantas alógamas como el cannabis, existe una menor coincidencia entre fenotipos y sus genotipos, ya que estos se podrían encontrar enmascarados por las diferentes dominancias de algunos rasgos, así como por la influencia del entorno o ambiente donde la planta se desarrolla. Debido a la gran heterosis de la variedad, el cultivador doméstico apenas se puede basar en la selección fenotípica para encontrar aquellos genotipos que podrían expresar las características más deseables o aquellas que buscamos. Mediante el proceso de selección de fenotipos, buscamos la comparación entre los diferentes individuos, teniendo en cuenta que todos ellos tienen la misma edad y crecen en el mismo ambiente, con macetas de igual tamaño, mismo espaciado, régimen de nutrientes, etc. De esta forma, podremos atribuir con cierta seguridad que las diferencias entre las distintas expresiones de las plantas provienen de sus genotipos. Así, intentamos anular al máximo aquellas las variables que podrían influir en el fenotipo, mientras lo usamos como una pista de cuáles podrían ser los genotipos más deseables.Manejando los números y el espacio con eficiencia
Una de las claves de todo proceso de selección es generar la máxima variabilidad adecuada para encontrar plantas superiores, es decir, cultivar un gran número de plantas para que tengamos más opciones y probabilidades de encontrar ejemplares excepcionales. Es cierto que muchas plantas élite de gran fama o calidad han podido surgir en pequeñas selecciones domésticas o de pura casualidad. Sin embargo, si queremos garantizar una mayor probabilidad de encontrar plantas excepcionales, debemos iniciar nuestra selección partiendo del mayor número de plantas que podamos permitirnos. [caption id="attachment_10493" align="alignnone" width="800"] A veces debemos mirar también las hojas en busca de pistas.[/caption] Esto también depende en gran medida de la calidad de los cultivares escogidos y sus características. El pedigrí de las variedades escogidas va a tener un gran peso en la descendencia que podremos encontrar, así como las probabilidades de encontrar plantas dignas de ser conservadas y de que nuestras expectativas se cumplan. En general, aquellas variedades con un buen pedigrí o que a su vez sean hijas de plantas élite, proporcionarán más probabilidades de encontrar nuevas plantas élite en su descendencia. Por el contrario, buscar plantas élite en híbridos poco trabajados o que procedan de plantas élite seleccionadas de forma accidental o surgidas como fruto de polinizaciones accidentales indeseadas, sin duda podría convertirse una tarea más complicada o presentar otros problemas. Entre estos encontraríamos falta de vigor por endogamia, plantas con sexo poco estable, gran heterogeneidad entre la descendencia, etc. Al final, no deja de ser una lotería genética en la que debemos controlar cuantas más variables nos sea posible, en función de lo que busquemos. Cuantos más boletos tengamos, no hay duda de que tendremos más opciones de ganar o encontrar algo excepcional. Si nos gustaría tener cierta homogeneidad entre nuestras plantas, debemos partir de variedades razonablemente estables o trabajadas, semillas S1 o F1 originales y tratar de huir de polihíbridos inestables, procedentes de clones que a su vez son polihíbridos con poco trabajo de selección detrás. Esto es particularmente cierto en el mercado de semillas feminizadas, donde la mayoría de variedades proceden de clones revertidos sobre otros clones y el trabajo de selección es completamente nulo. Cuando los clones usados provienen de selecciones pobres o cruces accidentales, las cosas se complican todavía más. Por el contrario, si buscamos mayor variedad donde escoger, podemos comenzar con semillas F2 que hayamos obtenido de cualquier otra variedad que nos guste, también con híbridos o incluso nuestros propios cruces con nuestros híbridos favoritos. En cuanto a los números, poca gente puede permitirse selecciones de unos pocos cientos de plantas, mucho menos con miles de plantas. En este caso, más siempre será mejor, por lo que, siendo conscientes de esta limitación, deberíamos intentar trabajar con una población de plantas lo más alta posible. [caption id="attachment_10494" align="alignnone" width="800"] Cama de 1x1m en donde podemos cultivar 25 esquejes sin usar macetas.[/caption] Por esta razón, hay que tener en cuenta también que una selección de bastantes semillas requiere una inversión bastante importante. Si no disponemos de semillas propias en cantidad, debemos preparar nuestra cartera para adquirir unos cuantos paquetes de semillas de la variedad deseada, añadiendo rápidamente cifras a nuestro presupuesto final. Cuando el espacio es el verdadero problema, podemos tratar de aprovechar al máximo la superficie con la que contamos empleando macetas y plantas de menor tamaño, así como controlando al máximo su crecimiento. Dado que durante la selección haremos copias de todas las plantas y las guardaremos hasta el descarte final, no tiene sentido ocupar espacio usando plantas y contenedores demasiado grandes o dejar que las plantas crezcan demasiado antes de florecer. Solo conseguiremos llenar el poco espacio del que disponemos. Hay gente que realiza con éxito selecciones en macetas de un par de litros como máximo, buscando obtener una especie de cultivo SOG a partir de semilla. Para ello, no solamente es importante el mínimo tiempo de crecimiento posible, sino también la poda de ramas laterales para maximizar el crecimiento vertical y favorecer a que tengamos solamente una punta de cada planta. Será suficiente para evaluar su potencial y superioridad con respecto a sus hermanas. Otros prefieren hacer uso de bancales para usar toda la superficie disponible, cultivando todas las plantas en un único contenedor de 1,2x1,2m o cualquier tamaño similar. [caption id="attachment_10495" align="alignnone" width="800"] Este ejemplar de Lemon Thai muestra buenas cualidades pero demasiada hoja.[/caption] Por último, no debemos olvidarnos de algo de gran importancia, como es el correcto y meticuloso etiquetado de todas y cada una de las plantas. No importa la metodología empleada, letras, números, etc… lo importante es ser meticuloso con el etiquetado y sus referencias.Métodos de selección
Para la selección de nuestras plantas, podemos usar varias técnicas, entre algunas tenemos la observación directa, la selección analítica y la selección subjetiva. La observación directa se basa en la comparación de cada ejemplar contra sus inmediatos. De nuevo, debemos tener en cuenta que esta comparación solamente tiene validez y objetividad cuando ocurra en las mismas condiciones ambientales o entorno de cultivo. El proceso de selección se inicia con una primera revisión de toda la plantación, buscando individuos sobresalientes en su crecimiento, calidad de su estructura, cantidad de resina, aromas, etc. Del mismo modo, examinaremos aquellos individuos que destaquen negativamente, haciendo una selección negativa con los mismos. Esto nos servirá para destacar aquellas plantas indeseadas, plantas con poco vigor, con poca estabilidad sexual, nudos demasiado largos o ramas endebles, relación cáliz/hoja pobre, poco aroma, etc. Todas estas plantas que pasen la primera criba, o que pasen la primera selección, deben ser correctamente marcadas y también esquejadas antes de pasar al siguiente paso. Esto nos permitirá conservar dichos clones tras los descartes finales y conservar los genotipos seleccionados en forma de madre élite. [caption id="attachment_10496" align="alignnone" width="800"] Esta otra Lemon Thai tiene unas flores mucho más equilibradas.[/caption] Una vez completado este paso de evaluación fenotípica, podemos incorporar las plantas marcadas a un programa de cría posterior si fuese el caso, o simplemente cosecharlas para posteriormente pasar al proceso de evaluación de calidad tras su adecuado procesado. La selección subjetiva tiene lugar una vez que ha terminado el procesamiento de las plantas y la cosecha. Tras un secado correcto, llega el momento de evaluar la calidad de las muestras de forma subjetiva. Nos fijaremos en la deseabilidad del producto final, desde el tamaño y densidad de las flores, a sus cualidades organolépticas y finalmente, la calidad de sus efectos psicoactivos. Todo ello en función de nuestros objetivos finales. No es lo mismo buscar una planta con un aroma excepcional, que una con el efecto más balanceado o con la mejor relación entre productividad, potencia y aromas. La validez de este proceso de selección subjetiva está estrechamente relacionada con la metodología empleada y también la experiencia o el bagaje del propio evaluador. De todas formas, es un método que no por ello deja de ser interesante y válido. Especialmente en el caso de selecciones domésticas, donde somos nosotros los que tenemos que imponer nuestro criterio y decidir si las muestras pasan nuestra criba o se adecuan a los objetivos deseados para la selección. La selección analítica es aquella que tiene lugar mediante el uso de herramientas analíticas de laboratorio químico, como cromatógrafos, espectrómetros y otros equipos de alto coste y especialización que podemos encontrar en la actualidad. Gracias al uso del laboratorio químico podremos evaluar de forma exacta las características de los quimiotipos seleccionados, su perfil aromático, las proporciones y cantidades de sus cannabinoides, etc. Este es el método más científico de selección y evaluación, aunque también resulta muy costoso, especialmente en casos de grandes selecciones, donde tendremos que enviar muestras numerosas a un laboratorio químico para su caracterización. También es importante contar con un laboratorio adecuado, no solamente a nivel técnico, sino humano, que nos garanticen que toda la maquinaria estará correctamente calibrada y la metodología será lo más correcta posible. Esto es especialmente cierto en los últimos años, en los que han surgido numerosos laboratorios especializados en respuesta a la demanda del mercado. En muchos casos, estos laboratorios tienen un claro ánimo de lucro y descuidan aspectos técnicos, proporcionado en esos casos unos resultados decepcionantes y que debemos coger con pinzas. Sea cual sea el método escogido, debemos tomar notas adecuadas de todas y cada una de las plantas y sus respectivas muestras, para evaluarlas con tiempo y dedicación.La selección final
Una vez evaluadas todas las muestras, debemos revisar nuestras anotaciones y hacer un balance adecuado de sus características. Podemos ayudarnos mediante una hoja de cálculo o una tabla gráfica para ayudarnos en esta tarea. Podría ser necesario volver a revisar cualquier muestra dudosa, mal etiquetada o que nos plantee dudas. De esta forma, podríamos actualizar fácilmente la información para el descarte final. Debemos tener en cuenta que las plantas también van cambiando su perfil químico a medida que pasa el tiempo o son almacenadas. Desde que la planta es cosechada, su composición química va cambiando de forma irremediable, haciendo que su efecto psicoactivo y su perfil organoléptico también lo hagan. [caption id="attachment_10497" align="alignnone" width="800"] La GG#4, un clon élite bajo los criterios comerciales: productiva, potente, resinosa y penetrante.[/caption] Por esta razón, deberíamos probar todas las muestras después de unas semanas o incluso unos meses de almacenado. Igualmente, deberíamos probarlas en diferentes momentos, pues el efecto psicoactivo del Cannabis se ve enormemente influenciado por lo que el psiquiatra americano Norman E. Zingberg acuñó como el Set and Setting, que no es otra cosa que el conjunto de influencias que tienen nuestras expectativas, actitud y el entorno de consumo en los efectos percibidos. Una vez realizado todo esto, deberíamos contar ya con una buena colección de anotaciones varias. Nos ayudarán a sacar conclusiones finales y quedarnos con la planta o plantas que más han destacado en todos los aspectos analizados. Es interesante volver a cultivar estos clones seleccionados lo antes posible, para seguir evaluando sus cualidades y llevándolos a su máximo potencial. A veces, hasta que cultivamos 2 o 3 veces una misma variedad o clon, no podemos exprimirlo al máximo o aprender las exigencias individuales de dicho ejemplar. Tampoco estaría de más probarlo en diferentes entornos, con diferentes productos y sustratos, iluminación, exterior/interior, por diferentes manos… todo ello nos ayudará a evaluar nuestra selección y verificar que todos nuestros pasos han dado finalmente sus frutos. Es ahora el momento de conservar y etiquetar correctamente los esquejes que habíamos conservado de todos los ejemplares y poder así mantenerlos de forma indefinida. Así como deshacernos de todos los restantes, para tal vez embarcarnos en nuestra próxima selección. Esperamos que este artículo haya sido de utilidad y os anime a trabajar en vuestra próxima selección. Recordad que una nueva planta élite está esperando detrás de cada semilla para ser descubierta. El Cannasseur
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