Sativa

Soft Secrets
02 Feb 2018

Las variedades Sativa destacan por ser las más grandes y psicodélicas dentro de las subespecies de cannabis. Provocan una sensación de energía y euforia a nivel corporal y mental. Es por ello por lo que son las preferidas de muchos cultivadores a pesar de que su cultivo es algo más complejo y su periodo de fructificación mucho más largo.


Author: TricomaTeam (tricomateam@gmail.com)

Cannabis Sativa subespecie Sativa 

El Cannabis es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Cannabáceas. Es una planta anual, dioica (hay ejemplares machos y ejemplares hembra) y en algunos casos monoica. Su sistema radical consta de una gran raíz central que crece hacia abajo de la cual parten las raíces laterales. El desarrollo de la planta es parecido al del sistema de raíces y consta de un tallo central del que parten las ramas laterales. Todo el Cannabis está clasificado como Cannabis Sativa independientemente de donde provenga. Tras extenderse por todo el planeta y con el paso del tiempo las variedades fueron adaptándose a su hábitat y desarrollando unos patrones de crecimiento y unas características morfológicas comunes.

Es por ello por lo que a su vez el Cannabis Sativa está dividido en tres subespecies: la Cannabis Sativa ssp. Sativa, la Cannabis Sativa ssp. Indica y la Cannabis Sativa ssp. Ruderalis. Estas subespecies poseen una serie de características mutuas. En este artículo nos centraremos en la Cannabis Sativa ssp. Sativa. Originalmente el Cannabis Sativa ssp. Sativa se originó en la franja tropical y subtropical de las regiones de Asia, América y África. Las variedades de Cannabis asiáticas como las tailandesas, camboyanas o nepalesas suelen ser muy potentes, gracias a una alta concentración de THC, pero también son bastante difíciles de cultivar, producen cogollos pequeños y esponjosos, además de tender al hermafroditismo. Los ejemplares de África central producen igualmente ejemplares muy altos de varios metros, pero que también desarrollan cogollos muy poco densos.

En las regiones como México, Jamaica o Colombia la concentración de THC es asimismo muy elevada y la marihuana produce un efecto verdaderamente veloz y enérgico. Suelen tender también al hermafroditismo, por lo que la hierba suele estar llena de semillas. Las variedades cultivadas en cada una de estas zonas tienen sus propios rasgos, pero poseen características similares tanto en su estructura morfológica como en su desarrollo. Son plantas de porte muy alto que pueden llegar a medir varios metros, muy ramificadas y con mucho follaje. Su sistema de raíces está menos concentrado y se extiende ampliamente por todo el terreno. Las ramas son muy largas y la distancia internodal es mayor. Los tallos son muy flexibles y se pueden guiar fácilmente. Las hojas son de un verde más claro y los foliolos son más largos y estrechos.

Los cogollos son menos compactos y suelen formar largas colas en las puntas. Su periodo de floración es bastante más largo, pueden llegar a tardar varios meses en las variedades más puras. Presentan también una mayor resistencia al ataque de hongos y plagas y contienen por regla general una mayor concentración de THC y una menor cantidad de CBD, lo que se suele traducir en un efecto mucho más estimulante y excitante que el narcótico producido por la Cannabis Sativa ssp. Indica. Por sus potentes efectos eran el gran deseo de muchos cultivadores, pero suponían todo un reto y una espera para el cultivador de exterior y especialmente para el de interior. El tiempo de espera, la cosecha final y la calidad de esta podían llegar a ser desesperantes.

A través de cruces con variedades de otras subespecies de Cannabis se consiguió reducir el tamaño y los tiempos de floración, además de mejorar la cantidad y la calidad de la cosecha. El desarrollo de nuevos sistemas de cultivo y el cada vez mayor conocimiento de las plantas ayudaron también a que se puedan obtener maravillosas cosechas de variedades Sativas en exterior y también bajo lámparas. Como contrapunto, actualmente es muy difícil encontrar variedades puras ya que los cultivadores locales de estas regiones de origen han introducido nuevas genéticas para mejorar su producción, lo que ha hecho que casi desaparezcan.

Crecimiento de variedades Sativas 

El increíble tamaño que alcanzan en poco tiempo es a veces el problema de estas variedades. El desarrollo vegetativo del Cannabis Sativa ssp. Sativa es mucho más rápido y explosivo que el de las demás subespecies. Debemos tener esto en cuenta a la hora de planificar nuestro cultivo, ya que de lo contrario podríamos encontrarnos en exterior con plantas de varios metros en pocos meses o que nos quedemos sin altura para las lámparas en caso de cultivarlas en interior. Si queremos evitar esto debemos seguir una serie de prácticas que nos llevarán a obtener una excelente cosecha, sin que se nos vaya de las manos. Desde el momento en que germinan y se desarrollan los cotiledones, el crecimiento se dispara en comparación con las variedades Indicas. La primera maniobra que podemos realizar para evitar que nuestra cosecha se desmadre es, lógicamente, reducir el tiempo que pasan en la fase de crecimiento.

En interior se pude reducir el tiempo que las plantas están a 18 horas de luz diarias por 6 de oscuridad, o incluso iniciar el cultivo con el fotoperiodo fijado con las mismas horas de luz por el día que por la noche (12/12). En exterior comenzaremos la siembra lo más tarde posible sino queremos ejemplares monstruosos, cuanto más entrado esté el verano mejor. Procuraremos también introducirlas en una maceta de menor tamaño que la de sus compañeras de otras subespecies, a fin de reducir la expansión de las raíces. Esto conllevará una reacción parecida por parte del tallo y de las ramas laterales que crecerán algo más concentradas también.

Con el mismo fin debemos disminuir el número de trasplantes durante el crecimiento o incluso introducir la semilla directamente en el contenedor donde vaya a realizarse la floración. Tutorar las plantas desde el primer momento e ir atando las ramas laterales ayudará también a controlar su expansión. Gracias a su gran flexibilidad podemos guiarlas también a nuestro gusto, facilitando además la entrada de luz a todas las partes de la planta. En algunas plantas puede ser necesario usar un tutor por cada rama. Si las Sativas son tu elección, hazte con cuerda y con una gran cantidad de largos tutores.

La demanda de nutrientes por parte de las Sativas es constante, pero la concentración ha de ser un poco más baja o enseguida las hojas se torcerán en forma de garra indicándonos que se ha producido una sobrefertilización. El consumo de nitrógeno es bastante elevado durante todo el crecimiento y gran parte de la floración, sin olvidarnos de un aporte constante de calcio y magnesio. Podar las plantas puede servir también para controlar su tamaño y moldearlas a nuestro gusto o necesidad, el problema es que con las variedades Sativas en muchos casos puede dar un resultado contraproducente no obteniendo el efecto deseado y provocando un crecimiento más bien descontrolado tras cada poda, incluso puede mermar la futura cosecha. La elección más idónea con estas variedades es tutorarlas o guiarlas. 

Floración 

Más de uno se ha puesto nervioso al ver que pasaban las semanas y mientras todas las variedades ya están floreciendo las Sativas siguen creciendo a un ritmo constante, sin mostrar ni un solo pistilo. Mucha paciencia. Al ser mucho más largo el periodo de fructificación las plantas suelen tardar bastante más en mostrar su sexo. Las variedades Sativas puras llegan a doblar o triplicar su tamaño en floración, ya que siguen creciendo durante esta etapa a la vez que van madurando sus frutos. Alguna sigue desarrollándose hasta casi el momento de la cosecha. Son las últimas en ser recogidas lo que puede ser un gran problema en exterior, ya que algunas pueden llegar a madurar bastante después de pasar el otoño, mientras el resto de la vegetación se marchita nuestras Sativas se verán de un color verde exuberante.

En interior debemos controlar la distancia e ir subiendo constantemente las lámparas para mantener la separación necesaria con las bombillas. Cambiaremos los abonos de la anterior fase por los específicos de floración y seguiremos con el plan de abonado. Os recomendamos añadir algo de nitrógeno las primeras semanas de floración para evitar un temprano amarilleamiento de las hojas. Aparte de esto debemos realizar al menos un lavado de agua dos semanas antes como todas las demás variedades y añadir solo agua las dos últimas semanas. Estas plantas son muy resistentes, tanto al ataque de plagas, como, en especial, al de los hongos, gracias a que la formación de los cogollos es más bien alargada y presentan una buena aireación. Aun así no son invencibles y si nuestra cosecha se encuentra en el exterior y el jardín está situado en una zona fría y húmeda deberemos reforzar la salud de nuestras plantas, con algún producto como el propóleo o el Botryprot.

Al igual que con el resto de las variedades, disponer de una lupa nos ayudará a elegir el momento óptimo para la cosecha. El proceso de secado es el mismo. Como podéis ver el cultivo de Sativas no difiere mucho del de las demás especies, al final todo se reduce a lo mismo “paciencia y buenos alimentos” solo que en este caso se necesita un poco más de lo habitual. A continuación os citamos dos de las técnicas más utilizadas en el cultivo de variedades Sativas en interior.

12/12

Para este sistema debemos utilizar variedades Sativas o híbridos con predominancia Sativa. Sin crecimiento previo se introducen las semillas directamente a un fotoperiodo de 12 horas de luz por 12 de oscuridad. Además de ahorrarnos luz es uno de los sistemas más utilizados para controlar el tamaño de las variedades Sativas y reducir el ciclo vital de las variedades más puras. Lo haremos tan pronto como broten y de esta manera conseguiremos reducir su tamaño y que la distancia internodal sea algo más corta. También se reduce la ramificación lateral, por lo que podemos aprovechar a meter alguna planta más en el mismo espacio.

Las plantas no florecerán a pesar de introducirlas directamente a 12/12, dado que antes de florecer necesitan alcanzar su madurez sexual lo que lleva al menos dos o tres semanas desde la germinación. Las sembraremos directamente en el contenedor en el que vayan a florecer, de manera que evitaremos un estrés innecesario a nuestras plantas por realizar trasplantes. Al principio regaremos también algo menos, dado que el desarrollo es más lento que con un fotoperiodo 18/6. Podaremos las ramas inferiores al principio de la floración para forzar la formación de largas colas en las puntas. Por lo demás atenderemos nuestro cultivo como lo hacemos habitualmente. Estaremos atentos a la aparición de los primeros pistilos para comenzar con el abonado de floración.

SCROG

Es el otro de los sistemas preferidos por aquellos cultivadores que se decantan por sembrar variedades mayormente Sativas. Esta técnica consiste básicamente en ocupar todo el espacio disponible a lo ancho con el menor número de plantas posibles. Las plantas se controla con través de una malla o red que se sitúa unos 30-40 cm por encima de las macetas, se pasan por debajo según van atravesándola, de manera que todos los brotes quedan a la misma altura.

Al situarse los cogollos a la misma distancia de la luz son todos prácticamente idénticos. Las variedades Sativas son las más propicias para este sistema, ya que su explosivo crecimiento permite rellenar la malla con mucha rapidez y cuando tan solo tienen ocupado aproximadamente el 50-60% del espacio ya podemos cambiarlas a la etapa de floración, mientras que con otras variedades deberíamos ocupar al menos el 75-80% de la red.  

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