RITMO DE LA VENTILACIÓN

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12 Feb 2011

¿Con qué frecuencia debería cambiarse el aire de mi cuarto de cultivo? ¿En qué momento es más beneficioso, cuando las luces están apagadas, o cuando están encendidas? ¿Durante el crecimiento vegetativo o durante la floración?


La ventilación se usa con dos propósitos: para enfriar el espacio y para suministrar aire cargado de dióxido de carbono (CO2) a las plantas. Si utilizas lámparas refrigeradas por aire, llegará muy poco calor a la habitación, y es relativamente sencillo enfriar el espacio cuando el aire del exterior está más frío que el del cuarto.

Por otra parte, el clima suele afectar mucho en los espacios que no cuentan con aislamiento. En zonas frías, hay que dar calor al cuarto de cultivo para mantenerlo cálido. Igualmente, en climas cálidos, el aire del exterior puede estar demasiado caliente para refrescar el jardín.

Con estos factores en mente, así como el número de lámparas y el tamaño del espacio, puedes calcular los parámetros para el flujo de aire. Si no empleas sistemas para enriquecer el aire con CO2, la temperatura ideal es 21-22 ºC durante las horas de luz, y no más de 5 ºC por debajo durante el periodo de oscuridad. Con enriquecimiento del CO2, el espacio puede mantenerse a 30-32 ºC, lo cual estimula un crecimiento rápido.

Durante el periodo de oscuridad, las plantas no realizan la fotosíntesis, por lo que no usan CO2, pero sí transpiran, así que la humedad debe eliminarse mediante una brisa constante.

Como puedes haber notado, el CO2 forma parte de la ecuación de la ventilación. El CO2 es uno de los dos ingredientes que emplean las plantas para producir azúcar, usando la luz como energía para llevar a cabo el proceso. El aire contiene unas 380 ppm de CO2. En condiciones de luz intensa, como puede ser un día soleado de verano al aire libre, o bajo una lámpara de 1.000 vatios que cubre 1,5 m en interior, las plantas pueden usar hasta 1.200-1.300 ppm. La combinación de luz intensa, aire enriquecido con CO2 y temperatura cálida crea las condiciones necesarias para que las plantas crezcan más deprisa, se hagan más grandes y maduren antes.

Cuando ventilas el cuarto de cultivo, introduces aire con el nivel ambiental de CO2. Independientemente de lo bueno que sea el sistema de ventilación, no puede igualar el crecimiento en sistemas que usan enriquecimiento con CO2. Las plantas gastan muy deprisa el CO2 en un espacio cerrado, así que debe reponerse constantemente, o las plantas dejarán de crecer. Puedes comprobar cuánto CO2 hay disponible para las plantas situando un medidor de ppm de CO2 en la canopia. A medida que disminuye la cantidad en el aire, el ritmo de la fotosíntesis va cayendo. Para evitar que esto suceda, crea una brisa constante con ventiladores; de esta forma, llegará aire fresco a la canopia y las plantas seguirán realizando la fotosíntesis. Tanto la ventilación -entrada de aire fresco en el cuarto de cultivo- y la circulación -movimiento de aire fresco en la canopia- eliminan el aire gastado, y son necesarias para las plantas.

Por estos dos motivos, recomiendo un sistema cerrado con lámparas refrigeradas por aire, que introduzca aire de fuera del espacio de cultivo, y que también expulse fuera el aire caliente.

Lo ideal es que el espacio se enfríe con un aparato de aire acondicionado, y que se caliente con un generador de CO2, que quema gas natural o propano, y emite CO2, calor y humedad.

El aire estará enriquecido gracias al generador de CO2 cuando el jardín necesite calor, y mediante tanques de CO2 durante los periodos cálidos. Los tanques se conectan a un medidor de ppm y a un controlador de emisiones. El generador se conecta a un termostato, y se pone en marcha cuando hace falta calor.

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