Regulación en California
Mucho se está hablando sobre la propuesta 64 de California que, de facto, supone la legalización del cannabis, tanto medicinal como recreacional, en la octava economía mundial. Esto que, a priori parece una estupenda noticia, puede suponer un arma de doble filo para todas aquellas personas que, hasta ahora, han trabajado en el sector cannábico californiano tradicional. Nuevos actores con poco amor a la planta y mucho al dinero van a entrar en la industria. Si no se establecen ciertos controles y medidas, pueden acabar con el modelo tradicional de cultivo en granjas a pequeña escala que han dado fama a la región. Esa es una de las sombras que están trayendo consigo la legalización en estados como Colorado, donde ya hay un 70% de sobreproducción en un mercado en el que la mayor parte de la hierba es de baja calidad. Nos lo cuentan los breeders del banco de semillas californiano Humboldt Seeds Organization, con quienes hablamos para conocer de primera mano qué va a suponer para los cultivadores locales y, en general, para el mundo, la nueva regulación californiana.
Soft Secrets: ¿Cómo va a afectar la propuesta 64 a los cultivadores de Humboldt Seeds Organization y, en general, de California?
Humboldt Seeds:
Hay muchos factores que aún tienen que clarificarse antes de que se pueda entender en su totalidad cómo van a interactuar todos los actores del mercado. En cualquier caso, lo que sí está claro es que la diversidad del sistema impositivo, junto con el uso de la tierra y el cumplimiento de las regulaciones que impondrá cada condado acabarán teniendo como consecuencia largos retrasos en la organización de cada empresa, haciendo el proceso de transición aún más complicado. Las granjas tardarán al menos uno o dos años en poder acatar las reformas que la nueva regulación impone. Mucho tiene que pasar para que todo esté funcionando al 100% en los próximos años. Eso sin contar que han de crearse agencias que puedan regular las diferentes facetas de la industria. Desde España lo que está pasando en estados como Colorado o Washington, en los que el cannabis es completamente legal, se percibe como una situación ideal. ¿Es oro todo lo que reluce? En el estado de Washington muchos negocios han sufrido retrasos precisamente por la falta de agencias de regulación y de organización para atender las solicitudes a tiempo. Esto ha ido seguido de enormes fianzas y gastos que han de pagarse antes de cultivar una sola planta, lo que perjudica enormemente a los pequeños cultivadores y negocios similares. Tal normativa favorece la entrada de grandes inversores en los negocios para darles estabilidad económica, con la consecuente pérdida de autonomía de los granjeros, pues deben ceder grandes porcentajes de sus negocios que quedan en manos de grandes corporaciones. En el caso de California, esperamos ver una transición más suave, que permita que los negocios queden en manos de las pequeñas empresas, como ha sido en los últimos 20 años. Los reguladores de los condados californianos han de tener estas cuestiones a la hora de decidir qué sistema de impuestos imponer y cómo planificar la transición.¿Qué medidas deberían tomarse en California para defender a los cultivadores tradicionales y pequeños negocios de las grandes corporaciones que amenazan con acabar con el modelo tradicional?
Primero es importante que se establezcan alianzas entre pequeños granjeros de todo el Estado. Entre otras cosas, es vital que mantengamos la integridad del precio a través de certificaciones y estándares de alta calidad. Si creamos estándares de calidad más altos, más allá del marco que establece la Ley, conseguiremos definir un mercado premium de cannabis que nos diferenciará de las corporaciones. Además, debería crearse un lobby que represente los intereses de las pequeñas granjas. Estos lobbys deben estar diseñados para proteger los intereses de los pequeños granjeros y empresas, asegurando leyes que les protejan. Para ello deben enfocarse en tapar los resquicios legales de los que se aprovechan las grandes corporaciones y en prevenir los monopolios que practiquen una política de precios muy agresiva. Esto debería ser una prioridad colectiva.¿Qué medidas pueden tomarse para evitar esa guerra de precios que puede ser letal para los granjas y negocios a pequeña escala?
Hay que asumir que se va a dar inevitablemente un “punto de saturación” de la producción en el mercado. Por eso, es necesario imponer un límite en el cultivo para las grandes corporaciones. Ahora mismo en el mercado recreacional de Oregón, en la temporada post-cosecha, se estima que hay una sobreproducción de un 70%. En muy poco tiempo se ha llegado a un punto de saturación, dando como resultado una drástica caída de los precios, mientras que la mayor parte de producto a la venta –alrededor del 90%- tiene una calidad media muy pobre. Esto empuja a muchos pequeños cultivadores a volver al mercado negro, ya que aquí se obtienen mayores márgenes. En lo que respecta a la calidad del producto, es evidente que la mejor hierba se obtiene en las pequeñas explotaciones que trabajan con lotes más pequeños y, por tanto, más fáciles de controlar y de cuidar.¿Qué papel juega la defensa del medio ambiente en este nuevo escenario?
Por supuesto, este punto es también vital. Sería necesario dar incentivos fiscales a las granjas para transformar las viejas maneras de trabajar por modelos más regenerativos y sostenibles, reduciendo el impacto medio ambiental. Creando unas instrucciones medioambientales más comprensibles y estándares de certificación más altos que los exigidos por el Estado y, por tanto, ofreciendo reducciones de impuestos importantes, podemos tener la oportunidad de cuidar del agua, la tierra el aire y los bosques de cada comunidad. Esto se ha propuesto en el condado de Humboldt y podría encontrar su hueco en el sistema impositivo local.¿Qué es, en vuestra opinión, lo mejor que trae consigo la legalización?
Sin ninguna duda, aunque parezca una obviedad, sacar a nuestra querida planta del paradigma de la criminalidad. Lo bueno de esta nueva era va a tener lugar en los pequeños jardines caseros. Por primera vez, las personas mayores de 21 años van a tener la oportunidad de participar en el proceso de cultivo, cultivando hasta seis plantas. El cannabis se codeará con otras plantas como flores, volviendo a su estado natural en jardines comunes por todo el Estado. Desde los cultivadores amateurs hasta los más aventajados, todos pueden ahora trabajar con sus semillas y explorar las posibilidades de esta mística planta sagrada. Esto es algo sin precedentes, teniendo en cuenta que hay casi 30 millones de personas mayores de 21 años en California. Esto debería suponer un silencioso pero, aun así, potente impacto en el desarrollo del mercado de consumo.¿Van a ser todos estos cambios beneficiosos para Humboldt Seeds Organization?
Es difícil decir algo aún, pero somos optimistas teniendo en cuenta las circunstancias. Públicamente hemos sido claros en mostrar nuestra postura en contra de la Propuesta 64 por diferentes razones. Esta nueva regulación se considera la ley más amplia que se ha presentado hasta la fecha, pero aun así, amplia no necesariamente quiere decir “completa”. Faltan aún importantes cláusulas recomendadas por las comunidades de cultivadores que han sido significativamente ignoradas. No estamos preocupados por nuestra propia capacidad de evolucionar y tener éxito en el nuevo entorno. Nuestro día a día sigue centrándose en crear nuevas variedades en base a las mejores genéticas. Todo el mundo debe evolucionar de las viejas formas de funcionar , interiorizar una forma funcional de mantener un negocio que exige tener en cuenta temas financieros, desarrollo de marca, y en general, gestión organizativa. Nosotros sólo deseamos lo mejor a los pequeños negocios y granjas en su camino a evolucionar hacia esa nueva era de la industriaEl sistema impositivo californiano varía, en gran medida, en función de cada condado. ¿Cómo puede afectar esto a la puesta en marcha de la nueva regulación y a la actividad de los productores?
Esto plantea un problema potencial. Por ejemplo, cada condado impone sus propios impuestos por metro cuadrado de espacio de vegetación por gramo de hierba, así como un 15% al consumidor. El Estado también ha implementado un impuesto de 9.25$ por cada onza (28.349 g). Mientras dos ciudades de Watsonville cargan 20.000$, condados como Calaveras o Humboldt tienen impuestos de 1$ por pie cuadrado en outdoor y 2$ por pie cuadrado de invernadero con luz artificial. Esto podría dificultar que algunas granjas puedan competir en las áreas con mayores impuestos una vez la saturación entre en juego, aunque estas regulaciones impositivas pueden cambiarse en cada condado dependiendo de la gente y de los procesos de voto.¿Qué pronostico hacéis para California en los próximos años?
Basándonos en la evolución que hemos visto previamente en otros mercados, creemos que California será un híbrido de los tres Estados previos –Oregon, Washington y Colorado-. Los precios se mantendrán altos durante los 2-3 primeros años, como pasó en Colorado, gracias al gran número de empresas de extractos, que consumen una gran porción del mercado de flores (alrededor del 70%, potencialmente). Como llevará alrededor de dos años o más para la mayor parte de las granjas y empresas operar de acuerdo a la nueva regulación, la saturación no será aún un problema. Sin embargo, después de ese periodo, sí va a haber muchas empresas. Una vez se llegue al punto de saturación (nuestra predicción es que esto será en el tercer año), los precios empezarán a caer significativamente, aquí es cuando la gestión empresarial empezará a marcar la diferencia entre los que se mantienen y los que no. Un montón de compañías van a florecer, pero otras muchas no. Para el quinto año las grandes corporaciones se convertirán en un factor muy a tener en cuenta y quién sabe cómo puede afectar esto al mercado. El único aspecto esperanzador es que la gente de California sabe lo que es buena hierba. La cuestión es que aún no hemos visto muchos –de hecho, muy pocos- grandes cultivos en los que se esté cuidando la calidad por encima de la cantidad. No decimos que no pueda hacerse, pero en este momento el mercado legal está copado de cannabis mediocre, en el mejor de los casos. Nosotros estamos convencidos de que California tendrá el mercado de cannabis orgánico de alta calidad del mundo.¿Qué tipo de impacto va a tener la nueva regulación en el resto del planeta?
Esperamos que la nueva regulación ayude a la formación de más empresas cannábicas en otras comunidades del mundo. California ha sido fuente de inspiración para muchas comunidades cannábicas, gracias a su larga trayectoria de cultivo, especialmente en el norte. Desde 1996 hemos visto el papel que la Proposición 215 ha jugado en el conocimiento y aceptación de esta controvertida planta. Esperamos ver políticas y regulaciones justas que permitan acceder a hierba medicinal segura y de alta calidad, así como el crecimiento y éxito de pequeños negocios en una industria llena de oportunidades.
S
Soft Secrets