¿Qué hacer antes de empezar a cultivar?

Artículo escrito para la edición nº6 de Soft Secrets 2021 por Igor Martínez

¿Qué debemos tener en cuenta para autocultivar marihuana?

Existen una serie de pautas y factores a tener en cuenta antes de empezar con nuestro cultivo de Cannabis, sobre todo si queremos obtener los mejores resultados posibles.

En primer lugar, debemos empezar haciéndonos algunas preguntas: ¿Qué queremos conseguir?, ¿Cuánta cantidad necesitamos para abastecernos? ¿Qué genética vamos a elegir? ¿Cuánto queremos invertir? Y ¿Cuánto tiempo va a tardar?

Una vez que tengamos claro nuestro objetivo, ya podremos elegir dónde vamos a situar nuestro cultivo.

¿Cuál será el mejor lugar para plantar nuestras plantas de Cannabis?

El cultivo de Cannabis se divide en dos tipos principalmente: cultivo de exterior o “outdoor” y cultivo de interior o “indoor”.

Los cultivos “outdoor” son cultivos al aire libre que están ligados a una época del año muy concreta, siendo desde la primavera hasta el otoño las épocas más recomendadas. Para este tipo de cultivo, es importante conocer el medio que les rodea, ya que no podremos controlar los elementos ambientales como la luz, temperatura, humedad o precipitaciones. Hay que tener muy en cuenta estos factores, ya que una mala previsión puede provocar que al final de nuestro camino nos encontremos con problemas no deseados, o peor aún, que se pierda nuestra cosecha.

Los cultivos “indoor” son cultivos en interior, que se pueden implementar tanto en armarios especiales de cultivo como en alguna habitación de nuestra casa. Una vez decidido dónde vamos a plantar, antes de comprar nada todavía, necesitamos diseñar y calcular un recorrido para la entrada y salida de aire, en donde usaremos extractores, ventiladores y tubos de ventilación.

Elegir las instalaciones de iluminación, con paneles reflectores, bombillas, LED, LEC o cualquier otro tipo, incluido los balastros si fueran necesarios y soportes para ajustar las posiciones o la altura de nuestra iluminación. Una vez resueltas las preparaciones para el cultivo, ya podremos sentarnos a elegir qué genotipo vamos a cultivar.

¿Qué tipos de semillas de Cannabis podemos elegir?

La clasificación técnica y general de la marihuana es Cannabis sativa. Pero dependiendo de su origen, podemos clasificar el Cannabis sativa en distintas variedades, variedad sativa y variedad índica, Cannabis Rudelaris (C. sativa variedad spontanea) y Cannabis Afghanica (C. sativa variedad afghanica). Cada variedad tiene un patrón de crecimiento propio, así como olores, formas y sabor distintos, etc.

Generalmente, para obtener unas buenas producciones en exterior siempre se recomienda el uso de tipos sativa o de dominancia sativa, que son plantas de gran estatura y ramas más grandes, más resistentes que pueden llegar a convertirse en auténticos monstruos de 3 m. Son muy utilizadas en las zonas ecuatoriales de África, Asia y América, donde tienen su origen. Destacan por su potencia debido al alto nivel de THC respecto al CBD.

Las plantas de tipo indica son muy apreciadas por los cultivadores de interior debido a su fisionomía más achatada. Son originarias de la India y Pakistán, con tallos robustos, hojas anchas y raíces concentradas. Sus flores son densas y pesadas, y contienen una mayor proporción de CBD por THC.

Otro tipo de planta son las autoflorecientes, que son el resultado de variedades sativa o índica con Cannabis Rudelaris (C. sativa variedad “spontanea”). El C. Rudelaris es una planta baja y asilvestrada que contiene muy poco THC, pero que florece tras unas semanas de crecimiento. El fotoperíodo no influye en el proceso de floración de estas plantas.

El Cannabis Afghanica, como su propio nombre indica es originaria de Afganistán. Es una planta bastante baja, con hojas anchas y de color verde oscuro. El C.Afghanica puro se cultiva por su resina, de la que gran parte se convierte en un hachís bien conocido por su alto contenido en cannabinoides.

¿Qué tipo de sustratos podemos usar para plantar marihuana?

Son tres los factores que condicionan el desarrollo de las raíces de nuestras plantas en el suelo: la textura, el pH y el contenido de nutrientes. Debemos conocer qué sustrato vamos a usar para nuestras plantas. Los que mejor funcionan para el cultivo de Cannabis son los que contienen una mezcla de arcilla, cieno y arena. También la vermiculita y la perlita son muy buenos añadidos. Existen una infinidad de variaciones, mezclas y tipos de sustratos distintos, incluidos los cultivos hidropónicos, donde es el agua el único elemento transportador de nutrientes hacia nuestras plantas.

El pH puede medirse en la tierra y en el agua, existen una serie de kits y medidores electrónicos de pH que pueden obtenerse en cualquier tienda especializada. El cannabis crece mejor en una tierra con un pH en torno a 6,5, donde puede absorber los nutrientes más eficazmente. Para hidroponía el rango oscila entre 5,8 y 6,8. El pH de las mezclas orgánicas determinará la capacidad de trabajo de aquellas bacterias que sean sensibles al pH de la tierra. La manera más fácil de estabilizar el pH es mezclar la tierra con caliza dolomita fina o caliza hidratada.

En exterior podremos elegir no usar macetas, y plantar nuestra cosecha directamente en el suelo si es apto para ello, y si no lo es, también podremos realizar nuestra propia mezcla para obtener una base adecuada, aquí entran a formar parte los fertilizantes naturales, el humus de lombriz y el guano, con el que se obtienen unos excelentes resultados. Recordar que un sustrato rico en microorganismos, lleno de nutrientes y con buena oxigenación, es la base de una buena cosecha.

¿Qué tipo de luz es la mejor para cultivar cannabis?

Antes de empezar a cultivar, debemos tener en cuenta la luz. La radiación solar es un espectro lumínico compuesto de rayos infrarrojos, visibles y ultravioletas, los cuales afectan directamente a nuestras plantas en su proceso de fotosíntesis. Los más importantes son los espectros de color rojo y azul, siendo el azul o violeta más importante durante la fase de crecimiento, ya que ayuda a la formación del tallo y a la clorofila, pero cuidado porque un exceso de este espectro de color azul hará que la planta deje de crecer verticalmente y se desarrolle de manera más frondosa hacia los laterales. Y por otro lado, el espectro de luz roja o anaranjada es ideal para el desarrollo de las flores, aumenta la concentración de terpenos y mejora el sabor, la calidad y cantidad de las flores o cogollos de la marihuana.

En el caso de los cultivos de exterior, estamos expuestos simplemente a la luz directa del sol, pero en los cultivos de interior, podremos encontrar una gran variedad de sistemas de iluminación: Sodio de alta presión o HPS, LED, LEC, CFL o lámparas fluorescentes de bajo consumo, bombillas de UVB y tipos de instalaciones adecuadas a nuestros objetivos o aptas para cualquier bolsillo. Tendremos que conocer cuales son las características de cada tipo de iluminación para elegir la opción que más nos convenga, ya que unas consumen más energía y desprenden más calor, y otras tienen costes más altos pero consumen menos.

Es importante saber que tanto la luz como la oscuridad, así como la contaminación lumínica, especialmente en exterior, son factores muy importantes en los periodos de crecimiento y floración de una planta. Por ello, es fundamental que la planta consiga distinguir estos periodos de luz-oscuridad, ya que de lo contrario, los resultados podrían ser desastrosos. Por ejemplo, la luz de alguna farola puede confundir a nuestras plantas y no provocar el cambio de periodo.

Artículo escrito para la edición nº6 de Soft Secrets 2021 por Igor Martínez

Bibliografía:
CERVANTES, J. Marihuana : horticultura del cannabis La bíblia del cultivador Médico de interior y exterior. Van Patten publishing. 2007