Purple Kush

Impresionante híbrido de tamaño medio y abundante producción resultado del cruce de genéticas principalmente Indicas. Esta variedad de Kannabia Seed Company es de rápida floración, muy fácil de cultivar y genera abundantes cosechas, de densos y resinosos cogollos, con tonalidades púrpura. El aroma que desprende es algo dulce y terroso. El efecto que produce es muy placentero y relajante.

Esta magnífica variedad feminizada del banco de semillas Kannabia es el resultado de cruzar una Black Domina, una Purple y una OG Kush. Las Purple Kush son plantas muy completas de tamaño medio-alto y muy sencillas de cultivar, adquieren tonos púrpura muy llamativos, tanto en las hojas como en los cogollos.

Son bastante resistentes, por lo que también son una excelente opción para cultivar en exterior. Las flores son densas, abundantes y resinosas como en las Indicas. En exterior pueden llegar a medir dos metros, con producciones superiores a los 800 g/planta. Bajo lámparas se pueden llegar a cosechas que rondan los 500 g/m2. La floración es bastante rápida y los cogollos se vuelven densos y duros enseguida. Los tricomas están maduros a través del microscopio entre los 55 y los 60 días en interior, con una increíble concentración de THC, superior al 20%.

En exterior las plantas estarán listas entre principios y mediados de octubre. No es una variedad que demande una gran cantidad de abono, por lo que debemos ir con cuidado de no pasarnos con los fertilizantes. Su aroma es suave y combina sabores terrosos, con toques dulces y afrutados.

Tiene un efecto relajante y tranquilizador que sube despacio y se mantiene en el tiempo, pero que no llega a ser devastador, por lo que es ideal para consumir a cualquier hora del día. Sus llamativos colores, unidos a su maravillosa combinación de sabores, harán que esta planta se sitúe entre las favoritas de tu jardín.

Germinación y crecimiento

Germinamos 2 semillas de Purple Kush entre trapos húmedos, apenas unos dos días después ya estaban abiertas. A continuación las colocamos, con la radícula hacia abajo, en una pequeña maceta de algo menos de un litro, a menos de un centímetro de profundidad. En menos de un día y bajo el calor seco de las bombillas de sodio asomaron las primeras hojas a través de la tierra.

Utilizamos una tierra con baja concentración de nutrientes para los primeros días, añadimos enraizador y un abono de crecimiento a dosis muy bajas durante esta primera fase de desarrollo. En este pequeño contenedor estuvieron alrededor de 10 días. Después las trasplantamos a una maceta de 11 litros con una tierra más abonada. Volvimos a añadir enraizador los primeros días tras el trasplante, para fomentar la formación de un buen cepellón de raíces.

Luego fuimos añadiendo de nuevo un fertilizante específico para la fase vegetativa. El crecimiento de las plantas era continuo, vigoroso y con abundante ramificación y denso follaje. La distancia internodal es corta y los brotes son abundantes. El color púrpura hizo pronto su aparición, dando belleza al jardín y llamando la atención sobre el resto de las variedades. En poco más de cuatro semanas las plantas tenían un tamaño y desarrollo ideal, para cambiarles el fotoperiodo e inducirlas a floración.

Etapa de floración

Al principio de esta fase solemos realizar uno o dos últimos riegos con un fertilizante rico en nitrógeno, para posteriormente realizar un pequeño lavado de raíces y cambiar la alimentación por una específica de floración, que completamos siempre, como mínimo, con un potente bioestimulador.

A doce horas de luz por doce de oscuridad las plantas pegaron un buen estirón durante los primeros días, engordaron el tallo y las ramas, a la vez que nacieron un montón de nuevos brotes. Una vez que se ralentizó el desarrollo vegetativo aparecieron los primeros pistilos. Fue el comienzo de una rápida y continua formación de cogollos. Los cogollos de la Purple Kush son grandes, bastante peludos y se forman a lo largo de toda la planta.

Cada día eran de mayor tamaño y la capa de resina que los cubría era cada vez más abundante y pegajosa. Cuando las plantas llevaban casi siete semanas en floración les hicimos un buen lavado de raíces y dejamos de añadirles abonos al agua de riego. En aproximadamente dos semanas más los cogollos estaban completamente maduros para ser recogidos.

Cosecha

Daba pena cortar unas plantas tan hermosas. Cosechamos las plantas, rebosantes de cogollos, a los 60 días de iniciar la etapa de floración. Eran al cual más bonita, una de ellas casi entera de color púrpura. El ratio de hojas por cogollo fue algo elevado, por lo que la manicura de las dos plantas nos llevó algo de tiempo.

La cantidad y la calidad de la cosecha recogida fue excelente con cogollos perfectos, duros y cubiertos de sabrosa resina. Durante la manicura desprendían al ambiente un fuerte y dulce aroma. Se colgaron en un tendal en un cuarto bien ventilado, para que fuesen secando lentamente durante al menos dos semanas.

La cata

Es una hierba de sabor suave, pero que llena a cada calada y que tiene un gusto exquisito. Muy agradable, permanece en el paladar durante largo tiempo. No se hace pesada al fumarla y el regusto deja ganas de más. Tiene un sabor afrutado y con toques a hachís.

El colocón es cautivador, sube despacio y te deja sumido en un maravilloso estado de tranquilidad y relajación que se mantiene, pero que no llega a hundirte del todo y te deja seguir funcionando.