Marihuana medicinal, ¿para cuándo?

Soft Secrets
12 Jul 2017

Es increíble que, en pleno siglo XXI, en la era de la información, en el mundo digital, la marihuana medicinal, una planta con numerosos beneficios terapéuticos testados siga viéndose como una droga. Tal vez sea la ignorancia, unida a los intereses de unos pocos, lo que hace que su regulación siga estancada en España.


La marihuana fue prohibida tras hacerse famosa gracias a las generaciones hippies que la consumían de manera habitual en Estados Unidos. Pero, antes de esa época, podíamos encontrar canutos liados en las farmacias para tratar múltiples enfermedades. Por desgracia, el gobierno estadounidense impulso su prohibición tras las revueltas hippies de los años 60, desapareciendo así de las farmacias para llegar a manos de las mafias. Es curioso que los mismos que impulsaran su prohibición sean ahora pioneros en despenalizarla y en ganar millones de dólares gracias a su venta, mientras Europa sigue con su política prohibicionista. Bien es sabido que Europa siempre ha sido de políticas conservadoras, y se puede llegar a entender que la regulación del cannabis recreativo tarde en calar en los gobiernos, -a pesar de estar viendo cómo EE.UU se hace rico gracias a su regulación-. Lo que no es comprensible es que, en pleno siglo XXI, todavía se esté criminalizando a los pacientes que consumen marihuana medicinal como alternativa a los tratamientos convencionales que ofrecen las farmacéuticas.

El dolor no espera, y numerosos estudios han constatado los ya conocidos beneficios de la marihuana terapéutica. Personas que padecen graves enfermedades como cáncer, alzheimer, parkinson, epilepsia o esclerosis múltiple (entre otras muchas) han encontrado en la marihuana alivio a su dolor. Una medicina con apenas efectos secundarios, -en contra de los riesgos de las medicinas convencionales-, y con múltiples beneficios, que ha ayudado a estas personas a encontrar una razón por la que seguir luchando. Es egoísta seguir frenando el avance de la regulación en pro de los intereses de una minoría. La marihuana medicinal se va a legalizar tarde o temprano, y su regulación ya ha llegado a numerosos países como EE.UU, Uuruguay, Holanda, México o Colombia.

¿Por qué seguir empeñados en prohibirla aquí? Más absurdo se vuelve el prohibicionismo, cuando pensamos en los millones de dólares que está ganando Estados Unidos con su regulación. Mientras, aquí seguimos echando mano a la hucha de las pensiones, mientras miles de personas siguen desempleadas. Estos dos graves problemas tendrían una solución si se regulara la marihuana; más empleo, más recaudación en impuestos, y una notable disminución de gastos en cuerpos del estado dedicados ahora a frenar el tráfico de cannabis, su cultivo y su consumo. Se dice que España es uno de los mejores países del mundo donde cultivar marihuana. El clima y la tierra son los dos factores principales que convierten a la península en un huerto gigante ideal para cultivar cannabis. La agricultura, tan machacada actualmente, volvería a estar en auge, y las comunidades que viven principalmente de la tierra, volverían a ser prósperas, dejando así de depender de los ingresos de otras comunidades. El cambio está cada vez más cerca, pero ahora, más que nunca, toca unirse en pro de una regulación que permita a los enfermos poder medicarse con marihuana sin ser tratados como delincuentes, y por supuesto, que contemple el autocultivo tanto medicinal como recreativo.

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