Cultivando con Gunter II
Hace dos número atrás, podías leer un primer artículo de la saga "Cultivando con Gunter" publicado bajo el mismo nombre. En el tratábamos la nutrición por EC y la "dieta de Gunter". Desde entonces, hemos seguido ampliando la información con diferentes aspectos del proceso de cultivo en nuestra web cannabis.info. En estas páginas queremos acercaros precisamente esos temas que se trataron en la web, por lo que si queréis ampliar conocimientos, ahí están publicados al completo.
Hace dos número atrás, podías leer un primer artículo de la saga "Cultivando con Gunter" publicado bajo el mismo nombre. En el tratábamos la nutrición por EC y la "dieta de Gunter". Desde entonces, hemos seguido ampliando la información con diferentes aspectos del proceso de cultivo en nuestra web cannabis.info. En estas páginas queremos acercaros precisamente esos temas que se trataron en la web, por lo que si queréis ampliar conocimientos, ahí están publicados al completo.
Hace dos número atrás, podías leer un primer artículo de la saga "Cultivando con Gunter" publicado bajo el mismo nombre. En el tratábamos la nutrición por EC y la "dieta de Gunter". Desde entonces, hemos seguido ampliando la información con diferentes aspectos del proceso de cultivo en nuestra web cannabis.info. En estas páginas queremos acercaros precisamente esos temas que se trataron en la web, por lo que si queréis ampliar conocimientos, ahí están publicados al completo.
Podríamos decir que los procesos descritos se tratan de una serie de actividades básicas y esenciales que en ningún cultivo debemos de olvidar. En absoluto se tratan de todo los elementos a tener en cuenta, pero se trata de la segunda entrega, ya tendremos cabida para más.
Riegos, nutrición y sobre fertilización
Antes de empezar, os redirijo a todos a “Cultivando con Gunter. Controla tu EC” del nº1/2014 si no lo leísteis. Aprovecho para añadir algunas cosas que se quedaron en el tintero y matizar otras. Lo primero los riegos: tenemos que saber cuanto agua vamos a necesitar antes de preparar mezcla alguna. ¿Como se calcula esto? Muy fácil, sabiendo cuanta agua necesita cada maceta y multiplicándola por el número de ellas. En interior, lo más normal es encontrarse macetas de unos 7 litros, este tipo de tiestos se pueden regar con 400ml de agua con nutrientes cada 2 días. En ocasiones se usan macetas pequeñas para plántulas o esquejes de 1,5 a 3 litros de capacidad; con estas, lo ideal es regarlas cada tres días con 250ml de agua con nutrientes.
Ya tenemos calculado el agua que necesitamos y disponemos de una cubeta con capacidad suficiente. Entonces podemos rellenarlo de agua. En diversas ocasiones, sobre todo hablando sobre hidro, os he dicho que el agua debería de estar a 18ºC para que contenga la máxima cantidad de oxigeno. Nosotros, en nuestra sala, usamos agua que no esté a menos de 20ºC. ¿Por que? La sala está a unos 23-24ºC y por lo tanto la tierra y las raíces también. Si las regamos con agua que tiene una diferencia de 5ºC (o a veces más), las plantas se nos estresan y se bloquean temporalmente las funciones del sistema radicular. Si eso pasase de forma continuada, la planta no se nos moriría, pero si que veríamos una disminución en la cosecha.
Ya sólo queda añadirle los productos en su justa medida, para ello lo más sencillo y eficaz es un Blue Guardian. Pero no todo el mundo puede disponer de uno e incluso teniéndolo, a veces se nos va la mano provocando una sobrefertilización. Ya explicamos como identificar una planta con demasiados nutrientes (básicamente por el engarrotamiento de las puntas de las hojas, así como su estado quebradizo), pero todo tiene solución. Hay una larga, que es una semana a base de agua con el pH corregido; y otra corta que es usando Canna Flush o cualquier otro tipo de enzimas. Con un sólo riego de ellas puedes disolver gran cantidad del exceso de nutrientes que se ha acumulado en el sustrato, en seguida veréis como la planta vuelve a su estado natural.
Un pequeño truco para tener unos tallos más fuertes y anchos es usar silicato, viene de perlas en un exterior que se ve azotado por el viento. Uno de los productos comerciales más conocidos es el Barrier de Top Crop, pero lo que te interesa saber y recordar es “silicato”. Se emplea un par de veces en el paso de vegetativo a floración, con muy poquito ya verás resultados. Lo bueno que tiene el silicato es que se puede añadir a cualquier mezcla de agua y nutrientes, no te varía ni la EC, ni el pH.
Trasplantes
Trasplantar es sencillo, necesario y se puede hacer en familia. ¿Por que es necesario? No es que sea estrictamente necesario dado que se puede usar en todo el proceso pequeñas macetas que den lugar a miniplantas (eso si, aprovechando que ocupan poco y producen lo mínimo, se ponen muchas), o por otro lado también se puede plantar directamente en las macetas grandes definitivas (como ocurre en ocasiones en exterior). El problema del primero es obvio (no queremos un centenar de miniplantitas) y en el segundo caso, la planta no se alimenta bien hasta que no ha desarrollado un buen sistema radicular que ocupe gran parte del volumen de la maceta.
Por eso, nosotros llegamos a usar hasta 3 tipos de tiestos (lo que implica una siembra y 2 trasplantes). El primer tiesto se trata de un vasito de plástico con unas rajas en el fondo para que drene. Es aquí dónde los esquejes o semillas desarrollan las raíces durante dos semanas antes de meterlos en la sala de crecimiento. Otro tiesto pequeño de 3 litros cuando metemos los esquejes en la sala y por último, otro de 7 litros cuando los llevamos a la sala de floración (o las trasplantamos antes de ponerlas a florar).
Por lo tanto, nuestra metodología siempre es la misma, sea el tamaño que sea el tiesto. Se trata de un proceso sencillo, a veces pesado (no tanto como pelarlo todo) pero que indudablemente da sus frutos. Los pasos a seguir son los siguientes:
-Lavar: todas las macetas que vayamos a usar para el trasplante hay que limpiarlas, ya sean nuevas o usadas anteriormente. En un recipiente grande o bañera, rellenamos de agua y vertemos un chorrito de lejía (no te pases, con 2 tapones para 50l vale). Dejamos en remojo todas las macetas durante una hora y luego las aclaramos bien. Muy importante el aclarado, que no queden restos de lejía en las macetas. Ahora las dejamos secar o las secamos manualmente con papel de cocina o unos trapos (limpios por supuesto)
-Extraer: ya tenemos listas las macetas a las que queremos cambiar, nos toca sacar las raíces y la tierra del tiesto originario. Si hemos usado recipientes de plástico, es bastante sencillo: con tan solo apretarlos un poco para que se separe la tierra de las pareces y darles la vuelta, el cepellón cae por si solo (que no se te caiga al suelo ni marees a la planta dándole vueltas por el aire).
-Trasplantar: a las macetas limpias les ponemos una primera capa de arlita para que drene, seguida de una capa de tierra hasta la mitad del tiesto. Entonces colocamos el cepellón y la planta en el medio, el espacio sobrante lo rellenamos con tierra hasta que cubra el borde del tiesto. Si te sobresale la base la superficie del cepellón por encima de la maceta nueva, prueba a verter menos tierra en la primera capa y hundirlo más, de todos modos, esto puede ser señal de que no estás usando la maceta adecuada. Cuando hagamos un trasplante, la maceta nueva tiene que ser el doble que en la que esté la planta.
-Fortalecer: una vez realizado el trasplante, regamos con una solución de agua y nutrientes sin olvidar usar un poco de estimulador de raíces. Otra buena opción es usar en la mezcla algún producto que palíe el estrés de la planta, aunque unas plantas sanas aguantan y agradecen un trasplante.
Desinfección de esquejes
Esto es un tema que precisamente trataba con Hugo de Recoge y Siembra para un artículo en este mismo número. El caso es que si los esquejes que usemos no los hemos hechos nosotros y no tenemos la total certeza de que la esquejera estaba totalmente esterilizada y los clones están completamente limpios y libres de plagas u hongos, hay que tomar medidas preventivas.
He visto diversas salas infectadas porque los esquejes venían con pulgón o araña roja. Ante la duda, más vale prevenir que curar. Una buena solución es hacer un fumigado con algún producto fuerte. Este es el momento ideal de usar insecticidas y acaricidas químicos que a)nos asegure de erradicar la plaga, ninfas, larvas o huevos que haya visibles o no, y b) que de tiempo a que desaparezcan los residuos del producto durante todo el proceso y sobre todo, antes de empezar a florar.
Así que manos a la obra. Nosotros el producto que usamos es un insecticida/acaricida llamado Milbeknock. Es bastante fuerte y tan sólo se usa 1ml por cada litro de agua (contando que con un litro de agua tenemos para fumigar una bandeja entera de esquejes). El mejor momento para aplicarlo es antes del amanecer, lo que en interior se traduce entre una y dos horas antes de que se enciendan las luces. Una vez tengamos la disolución preparada, no olvidar emplear unos guantes de plástico y una mascarilla (ya dije que era un producto fuerte) para evitar el contacto con la piel o respirarlo mientras fumigamos (provocaría graves irritaciones como mínimo).
Con todo listo, vamos pulverizando la mezcla por cada planta. La rociamos por arriba, por abajo, en los nudos de la ramas, en el envés de las hojas y hasta en la superficie de la tierra un poco. Pulverizamos todo de forma que si hubiese alguna plaga en cualquiera de sus estados, estaría a punto de morir. Una vez terminado, salimos de la sala y esperamos a que se enciendan las luces. En este periodo de tiempo se habrán secado las gotitas que se pudiesen haber formado, al estar todo bastante fresco, en cuanto suba la temperatura de la sala y la plaga se ponga a comer, lo primero a lo que le va a dar un bocado es al producto. Su exterminio está asegurado.
Podas
Este es un tema que ya se ha tratado varias veces en este periódico, con mayor o menor profundidad. En este punto voy a mostrar las podas que hacemos nosotros, diferenciándolas en 3 tipos: de limpieza, de oxigenación y de pelado. La de pelado es bastante clara para el que coseche, pero ¿para que hacer podas de limpieza y oxigenación? Cada una tiene sus motivos y se hacen en momentos diferentes, pero básicamente lo que se pretende conseguir es enfocar la energía y el trabajo de la planta donde nosotros más deseamos: las ramas de cogollos.
-Poda de limpieza: en esta poda nos vamos a llevar por delante todas las partes bajas de la planta. No deseamos que pierdan tiempo y energía en unos pequeños cogollos de las partes más bajas que apenas les da la luz. Hay quién los deja para usarlos luego en las extracciones, no es mala idea, pero nosotros guardamos ya todas las hojas de la poda final. Teniendo como referencia la rama principal, que será más fácil de identificar en semillas que en esquejes, nos vamos hasta la base y divisamos en que punto empiezan a nacer las ramas secundarias fuertes (me refiero a esas ramas que están alrededor de la principal, un poco más bajas que esta). Todas las hojitas y ramitas blandas que estén por debajo de estás, las cortamos con unas tijeras bien afiladas. Si hay ramitas de las débiles por encima de las ramas secundarias, haríamos lo mismo. En cuanto a las ramas secundarias en sí, si contamos dos codos empezando por la punta hacia el tallo, también podemos quitar las hojas y nudos que nos encontremos. El mejor momento para hacer esta poda es a mitad de la fase vegetativa.
-Poda de oxigenación: el objetivo es rebajar la densidad interna de la planta para que respire mejor, le entre más luz y corra mejor el aire entre ellas. Si ya hicimos una poda de las partes bajas, esta va a resultar bastante más fácil. Siempre con unas tijeras bien afiladas, vamos quitando esas ramitas débiles y sobre todo las hojas y pequeños brotes que albergarían pequeños cogollos. Si nos pasamos quitando hojas, a la planta le costará respirar y hacer la fotosíntesis, así que no dejes tus plantas con aspecto de peladas (sólo hay que rebajar la frondosidad). El momento ideal es hacerla justo antes de la floración o nada más entrando en ella. Con esto, obtendremos unas plantas que respiran adecuadamente y que se centrar en producir unos cogollos grandes en la ramas que tienen.
-Pelado: enfocado al pelado cosechero en 3 tiempos. Una vez finalizado todo el proceso de cultivo, tenemos que pelar y limpiar todas las plantas, lo cual en ocasiones resulta un trabajo tedioso (sobre todo si hay muchas que pelar con muchas hojitas pequeñas). Así que vamos a hacer el trabajo lo más sencillo posible. Con la planta aun en el tiesto, vamos a quitar todas hojas más grandes y que más sobresalen de la planta. Quitadas estas, nos disponemos a quitar todas esas hojas de tamaño medio que recubren los cogollos. Ya podemos cortar el tallo y llevarlas al secadero, dónde una vez colgadas o antes (según le parezca más cómodo a cada uno) nos dedicamos a hacer una manicura detallada de cada cogollo. Si se desea aun más precisión, se puede añadir una cuarta fase, una vez secadas las plantas, antes de meterlas en botes, analizando la superficie del cogollo y quitándole con la punta de unas tijeras de precisión los restos de hojas que se quedaron entre los pliegues de los cogollos.