Como limpiar un bong
Las técnicas preferidas de consumo de cannabis siempre han sido distintas en ambas orillas del océano Atlántico: en general, Europa fuma porros y Estados Unidos pipas y bongs. Sin embargo, los partidarios europeos de las pipas y bongs han ido aumentando, sobre todo desde que se empezó a popularizar el consumo de BHO y otros extractos de alta potencia, pues no se aprecian en toda su plenitud sino se usa el método de consumo adecuado.
Las pipas se ensucian con rapidez cuando se usan, el humo recubre las paredes interiores de un residuo pegajoso y maloliente que conviene eliminar con frecuencia para seguir disfrutando de un humo sabroso, limpio y aromático. La limpieza de estos objetos no es difícil si se conoce la forma correcta de hacerlo, pero la verdad es que muchos consumidores no saben cómo dejarlas impecables y con buen olor, seguramente porque aún no hay demasiada tradición de uso de pipas para cannabis.
Las pipas y bongs de vidrio son probablemente las piezas de parafernalia más valoradas por los consumidores de cannabis. Algunas de ellas, como las de vidrio soplado fabricadas artesanalmente, son auténticas obras de arte, piezas únicas y exclusivas que se atesoran con devoción y pueden alcanzar precios altísimos. También hay pipas más sencillas que sólo son objetos prácticos y funcionales y cuyo precio es mucho menor, pero todas deberían permitir apreciar perfectamente los matices de sabor y aroma del cannabis ya que no hay papel, tabaco ni ningún otro material quemándose junto con el cogollo o el extracto consumido.
De todos los materiales con los que se puede fabricar una pipa, sin duda el más noble es el vidrio de borosilicato, también conocido como Pyrex, un tipo de vidrio con un coeficiente de dilatación mucho menor que el del vidrio común, lo que lo hace mas resistente al choque térmico. No se quiebra tan fácilmente con los cambios bruscos de temperatura. Además, es completamente inerte y no libera ningún tipo de compuesto cuanto se calienta ni reacciona con la mayoría de ácidos o álcalis. Por ello es el material que se utiliza para fabricar artículos de vidrio para laboratorio como probetas, matraces, etc. También hay pipas de metal, madera o acrílico, que pueden resultar útiles para llevarse de viaje o de marcha por su resistencia a la rotura, su facilidad de transporte y su bajo precio. Sin embargo, quien quiera una pipa o bong para usar a diario en casa hará bien en buscar una pipa de vidrio de borosilicato, o dos o tres, ya que la combinación de cannabis y vidrio, de vez en cuando acaba en rotura.
Las pipas se ensucian con mucha rapidez, el humo cargado de resina va recubriendo las paredes interiores con una capa de residuo oscuro y pegajoso que les da un aspecto muy desagradable. El sabor de un buen cogollo nunca se puede apreciar totalmente en una pipa sucia.
Los fumadores de tabaco en pipa, que suelen emplear pipas de madera, las limpian tras cada uso, con unos bastoncillos de algodón semirígidos que venden en el estanco y que también van bien para las pipas de cannabis de madera, que no se deben limpiar sumergiéndolas en alcohol. Estos bastoncillos no van muy bien con las pipas de vidrio salvo que se empapen en alcohol previamente, y aún así cuesta mucho limpiar bien todos los rincones interiores de la pipa.
El principal problema al limpiar cualquier cosa que esté manchada de resina cannábica es que la resina no es soluble en agua, lo que implica que no se puede sacar con agua y jabón. Hace falta un disolvente distinto. El más fácil de conseguir es el alcohol etílico de 96º de la farmacia, pero también se puede emplear un licor de alta graduación como vodka o ron.
Sal y alcohol
El mejor sistema para lograr una limpieza fácil, rápida y sin mancharse es sin duda usar sal, alcohol y una bolsa de tipo ziplock. El procedimiento es muy sencillo, basta con introducir la pieza en la bolsa de plástico y añadir sal y alcohol. Las cantidades dependen, lógicamente, del tamaño de la pieza de cristal. Para una pipa pequeña basta con una cucharada de sal y un buen chorro de alcohol. Un bong mediano puede necesitar una taza de alcohol y tres cucharas soperas de sal, así como una bolsa de ziplock bastante grande.
A continuación hay que cerrar bien la bolsa procurando que quede la menor cantidad posible de aire dentro y dejar que repose un rato, para que el alcohol vaya ablandando la resina. En piezas muy sucias puede ser necesario dejarlas toda la noche. Luego, sujetando con cuidado la pipa para que no se golpee con nada, hay que agitar vigorosamente para que se vayan soltando todos los residuos, que se irán disolviendo en el alcohol, tiñéndolo de color marrón.
Si se va dejar la pipa en remojo en el alcohol durante unas horas conviene poner la bolsa en un bol, por si no ha quedado bien cerrada o tiene un poro, ya que el alcohol con el residuo resinoso disuelto huele bastante mal y puede manchar cualquier material que toque.
Si no se tiene sal a mano se puede sustituir por granos de arroz o incluso por arena muy fina, aunque este último material no es aconsejable usarlo con piezas delicadas o muy valiosas, ya que podría rallar el vidrio. Con el arroz no existe riesgo de rallar el vidrio pero, por ser los granos de mayor tamaño que los de sal, no limpia tan bien las piezas más pequeñas o con muchos recovecos.
Otras alternativas caseras
Tengo un buen amigo que trabajó durante un tiempo en un coffee shop de Ámsterdam. Él me contó el sistema que usan en algunos coffee shops para limpiar los bongs, sin necesidad de usar alcohol, ni ningún productos específico. Emplean leche hirviendo, la calientan con la salida de vapor de la cafetera y la vierten muy caliente dentro del bong. La grasa de la leche disuelve la resina en pocos segundos. Luego sólo hay que tirar la leche sucia y enjuagar el vidrio con agua del grifo. Hay que tener en cuenta que este sistema tiene algunos riesgos, especialmente si la pipa está fría y la leche demasiado caliente. Aunque el vidrio de borosilicato es menos sensible a los cambios bruscos de temperatura, en algunas condiciones podría llegar a agrietarse, especialmente si las paredes son finas. Se puede reducir el riesgo calentando primero la pipa o el bong con agua caliente del grifo para templar el cristal antes de echar la leche hirviendo. También es conveniente hacer el enjuague final con agua templada.
Otro método que permite dejar la parafernalia limpia, sin ningún producto químico, es meter las piezas en una olla de agua hirviendo durante 10 minutos. Al igual que sucede con todos los métodos que emplean líquidos calientes, el riesgo es que el cristal se pueda quebrar, si está frío, al entrar en contacto con el agua hirviendo, por lo que conviene calentarlo antes entre las manos o sumergirlo en agua caliente del grifo durante unos minutos. Para evitar que el cristal golpee contra el metal de la olla se puede poner un trapo doblado en el fondo. El olor que desprende esta “infusión” suele ser bastante desagradable, conviene encender el extractor de la cocina y cerrar la puerta para evitar que el aroma se extienda por toda la casa.
Una variante del agua hirviendo es depositar la pieza sumergida en un recipiente con agua y meterlo en el microondas, a máxima potencia, durante cinco a diez minutos. La gran mayoría de la resina se convertirá en líquido y quedará flotando en el agua. Luego sólo hay que sacar la pipa del agua (mejor con pinzas de cocina para no quemarse) y enjuagarla bien bajo el grifo con agua templada que iremos enfriando progresivamente.
La mezcla de aceite vegetal y granos de arroz también se puede emplear para limpiar la resina pero, después de retirar el aceite una vez se ha disuelto la resina, hay que lavar la la pieza con agua y jabón para eliminar los restos de aceite que hayan quedado pegados a las paredes. Otras fuentes me recomiendan la mezcla de vinagre y sal, o incluso un enjuague bucal (de los que llevan alcohol) con sal, que consigue que además de limpia la pieza quede con buen olor.
Las rejillas metálicas se ponen en las pipas para evitar que los trocitos de hierba puedan verse arrastrados hasta la boca del consumidor, también acaban ensuciándose mucho. Se pueden limpiar sumergiéndolas en alcohol, pero por lo general, el método más sencillo es simplemente someterlas a una llama. El fuego consumirá toda la resina acumulada y dejará la rejilla completamente limpia en unos segundos. Todas las piezas metálicas, como los clavos de titanio que se emplean para consumir BHO y otros concentrados, pueden limpiarse con fuego con muy buenos resultados, especialmente si se emplea un pequeño mechero de soplete que, gracias a la buena combustión de su llama, quema sin hollín, y por tanto no mancha las piezas.
Limpiadores comerciales
Existen muchas marcas de productos de limpieza específicos para pipas y bongs. Algunos sirven para todo tipo de materiales mientras que otros están específicamente diseñados para vidrio o para acrílico. En general, funcionan bien y basta con dejar las piezas en remojo durante la noche para eliminar toda la suciedad sin necesidad de agitar el bong. Esto último es conveniente con piezas grandes y caras que se pueden romper fácilmente. En cualquier caso, tampoco funcionan mucho mejor que el alcohol y la sal.
Smoke Soap, Limpuro, Schmand Weg, Black Leaf o Bong nº1 son algunos de los productos comerciales específicamente diseñados para limpiar bongs y pipas. Suelen ser muy concentrados y se diluyen en agua antes de usarlos. Generalmente también son reutilizables, ya que no pierden sus propiedades limpiadoras con un solo uso.
Para que no se ensucien tanto los bongs se les puede colocar un recogedor de ceniza. Es como un segundo pequeño bong que se conecta al primer bong donde iría la cazoleta. Tiene su propia cámara de agua, donde se recoge toda la ceniza que viene con el humo, de manera que cuando éste pasa al bong principal, ya está considerablemente más limpio y evita que se ensucie con tanta rapidez.
Rez Block es un producto bastante revolucionario. No es un limpiador, sino que se autodenomina “supresor de resina” porque su acción consiste en evitar que la resina se pegue a las paredes del bong. El funcionamiento es muy sencillo. Hay que partir de un bong limpio y añadir unas gotas del producto al agua antes de empezar a fumar. El agua se tiñe de un color rosado, pero el producto no afecta al sabor de la hierba en absoluto. Conviene agitar ligeramente la pieza de vez en cuando para que todas las paredes interiores se vayan humedeciendo con la mezcla. Rez Block no evita completamente que el bong se ensucie, puesto que siempre hay zonas que no se acaban de mojar bien, pero hace que se mantenga limpio bastante más tiempo.
Para una buena fumada, limpia tu pipa con frecuencia, así podrás estrenarla cada día.