Cómo iniciarse en el cultivo de interior - Guía para novatos
¿Estás harto de gastar dinero en comprar marihuana? ¿No te gusta la calidad de lo que encuentras? ¿Sueñas con tener un cuarto de cultivo lleno de magníficos cogollos? Si estás pensando en cultivar en interior para cubrir tus necesidades de consumo, te voy a explicar lo que necesitas saber antes de empezar.
Cultivar en interior no es muy difícil, pero tampoco es demasiado fácil. Hay que aprender sobre el ciclo de vida del cannabis y sus necesidades de luz, temperatura, ventilación o nutrientes. Hay que crear un ecosistema con las condiciones adecuadas, cuidar las plantas cada día durante meses. Regarlas sin pasarse, ni quedarse corto, suministrándo la cantidad correcta de nutrientes y, en general, estando muy pendiente de sus necesidades.
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Cogollos de calidad todo el año cultivando en interior.[/caption]
En realidad, una vez que aprendes lo que las plantas necesitan y cómo dárselo, el resto es bastante sencillo, pero al principio puede parecer complicado. Mi consejo es afrontarlo con paciencia, aceptando que vamos a cometer algunos errores y que no pasa nada si en las primeras cosechas los resultados no son perfectos. Con el tiempo mejoraremos.
Algunas personas me cuentan que no les compensa cultivar en interior, que entre comprar el equipo y pagar la electricidad cada mes, no se ahorran demasiado. Aunque hay cultivadores que lo hacen muy bien y logran que les salga muy barato porque sus plantas producen mucho, para la mayoría el ahorro no es tan alto, pero es que el producto obtenido tampoco es igual a la marihuana comercial.
Cuando fumas un cogollo cultivado por ti mismo sabes exactamente lo que estás consumiendo, qué variedad es, si se han utilizado o no insecticidas tóxicos en el proceso, cómo se han cosechado, manicurado y secado las plantas. Además, tienes la gran satisfacción de haberlo producido con tus propias manos. Fumar tus propios cogollos es como tener un huerto y comer tus tomates, no tiene comparación con los tomates que se compran en el súper, ni con los cogollos que se encuentran en la calle.
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Los armarios de cultivo son la forma más práctica y sencilla de empezar.[/caption]
El cultivo tiene más atractivos además de autoproducir cannabis, el contacto con las plantas y la naturaleza es relajante y terapéutico; el ocuparse del bienestar de un ser vivo, tanto si es un perro como una mata de marihuana, nos vuelve menos egoístas, más solidarios.
El cariño, la ilusión y la esperanza con la que afrontamos el cultivo vuelve, de alguna manera, a nosotros. Los cultivadores suelen ser gente feliz, y no sólo por tener una provisión continua de cogollos.
Si tienes una habitación libre no necesitas armario de cultivo.[/caption]
Un cultivador medio, con experiencia, pero sin dedicación exhaustiva, que siembra variedades conocidas, pero tampoco mantiene madres de clones de élite ni nada parecido, puede cosechar habitualmente entre 0,5 y 0,8 g./W. Es decir, 300-480 gramos con 600W y 200-320 gramos con 400W.
Estos números corresponden a la producción de cogollos secos en una cosecha, que suele requerir unos tres meses. Como vemos, si se realizan varias cosechas al año, es relativamente sencillo cubrir las necesidades anuales de cannabis de un consumidor medio.
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Las lámparas de alta presión de sodio son las más eficientes del mercado y las preferidas por los cultivadores.[/caption]
Los fluorescentes funcionan bien con plantas jóvenes pero no son suficientes para florecer plantas grandes.[/caption]
Unas bandejas de cultivo facilitan el riego y colocan las plantas a una altura más cómoda.[/caption]
Este armario de pequeño tamaño se dedica a la producción de esquejes.[/caption]
Incluso con el equipo más barato y sencillo se pueden cultivar buenas plantas, pero normalmente la eficiencia de los equipos, la facilidad de uso y la durabilidad son mayores en los equipos caros. Un buen balastro electrónico, una bombilla de marca y un reflector ajustable sin duda producirán más lúmenes y los dirigirán mejor hacia las plantas, aunque en las primeras cosechas eso no es demasiado importante, la mayoría de los fracasos no se dan por poca luz, sino por malos cuidados.
Quien tenga ganas y motivación suficiente como para leer, informarse, preguntar y dedicar el tiempo necesario tendrá éxito con cualquier equipo, siempre se pueden ir renovando los elementos poco a poco conforme los necesitemos. En cambio, a quien no haga lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo, de poco le servirá el mejor armario con las mejores lámparas, si las plantas le fallan por falta de riego o una temperatura excesiva.
En general, siempre que haya espacio disponible, es mucho mejor un armario algo grande para que las plantas tengan sitio y el cultivador puede moverse con facilidad. La medida de armario que recomiendo para empezar a cultivar con una sola lámpara de 400 o 600W es 1’2 x1’2 m y dos metros de altura.
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Indoor cerca de la cosecha.[/caption]
Si no tienes tanto espacio puedes escoger un modelo más pequeño de 1x1 m o 80x80 cm. Quien quiera poner dos o más lámparas deberá buscar un armario mayor, 1,2x 2,4 m va bien para dos lámparas de 600W o tres de 400W. Quien nunca haya cultivado antes, más le vale empezar con algo pequeño y aprender bien antes de pasar a algo mayor.
Los buenos growshops son tiendas especializadas con dependientes que conocen su trabajo y te saben aconsejar. Visita uno, mira los productos, habla con el vendedor, explícale tus necesidades y déjate guiar.
Cuando llegues a casa con el equipo no quieras empezar a germinar el primer día. Ten paciencia, monta el armario, conéctalo todo y déjalo funcionando un par de días para comprobar que nada falla, que la ventilación es suficiente, que la temperatura se mantiene en el rango correcto, etc. Sólo entonces, cuando el armario está probado y en marcha, llega el momento de germinar las semillas y comenzar el nuevo camino como cultivador de interior.
José T. Gállego
Cogollos de calidad todo el año cultivando en interior.[/caption]
En realidad, una vez que aprendes lo que las plantas necesitan y cómo dárselo, el resto es bastante sencillo, pero al principio puede parecer complicado. Mi consejo es afrontarlo con paciencia, aceptando que vamos a cometer algunos errores y que no pasa nada si en las primeras cosechas los resultados no son perfectos. Con el tiempo mejoraremos.
Algunas personas me cuentan que no les compensa cultivar en interior, que entre comprar el equipo y pagar la electricidad cada mes, no se ahorran demasiado. Aunque hay cultivadores que lo hacen muy bien y logran que les salga muy barato porque sus plantas producen mucho, para la mayoría el ahorro no es tan alto, pero es que el producto obtenido tampoco es igual a la marihuana comercial.
Cuando fumas un cogollo cultivado por ti mismo sabes exactamente lo que estás consumiendo, qué variedad es, si se han utilizado o no insecticidas tóxicos en el proceso, cómo se han cosechado, manicurado y secado las plantas. Además, tienes la gran satisfacción de haberlo producido con tus propias manos. Fumar tus propios cogollos es como tener un huerto y comer tus tomates, no tiene comparación con los tomates que se compran en el súper, ni con los cogollos que se encuentran en la calle.
[caption id="attachment_11129" align="alignnone" width="800"] Los armarios de cultivo son la forma más práctica y sencilla de empezar.[/caption]
El cultivo tiene más atractivos además de autoproducir cannabis, el contacto con las plantas y la naturaleza es relajante y terapéutico; el ocuparse del bienestar de un ser vivo, tanto si es un perro como una mata de marihuana, nos vuelve menos egoístas, más solidarios.
El cariño, la ilusión y la esperanza con la que afrontamos el cultivo vuelve, de alguna manera, a nosotros. Los cultivadores suelen ser gente feliz, y no sólo por tener una provisión continua de cogollos.
¿Qué esperar?
Yo mismo he escrito en numerosas ocasiones que se pueden alcanzar producciones de un gramo de cogollo seco por cada vatio de iluminación. Es decir, 600 gramos de cogollo seco por cosecha con una lámpara de 600W y 400 gramos con lámpara de 400W. Este nivel de producción es posible, pero no es fácil, por lo general, sólo lo logran los cultivadores que le ponen mucha dedicación, tienen un cuarto de cultivo perfectamente montado, conocimientos avanzados y variedades seleccionadas conocidas, probadas y de gran producción. Los cultivadores novatos o principiantes, que parten de un sobre de semillas y que están realizando sus primeras cosechas, no van a lograr una producción tan alta. Con suerte, y si no se despistan ni cometen errores graves, pueden llegar a cosechar entre 200 y 300 gramos con una lámpara de 600W, y entre 130 y 200 gramos con una de 400W. Eso sí, los cogollos pueden ser de buena calidad y la producción irá subiendo en las siguientes cosechas, conforme vayan conociendo la variedad y perfeccionando su sistema. [caption id="attachment_11130" align="alignnone" width="800"] Si tienes una habitación libre no necesitas armario de cultivo.[/caption]
Un cultivador medio, con experiencia, pero sin dedicación exhaustiva, que siembra variedades conocidas, pero tampoco mantiene madres de clones de élite ni nada parecido, puede cosechar habitualmente entre 0,5 y 0,8 g./W. Es decir, 300-480 gramos con 600W y 200-320 gramos con 400W.
Estos números corresponden a la producción de cogollos secos en una cosecha, que suele requerir unos tres meses. Como vemos, si se realizan varias cosechas al año, es relativamente sencillo cubrir las necesidades anuales de cannabis de un consumidor medio.
[caption id="attachment_11131" align="alignnone" width="800"] Las lámparas de alta presión de sodio son las más eficientes del mercado y las preferidas por los cultivadores.[/caption]
Ventajas del cultivo de interior
• Se puede cultivar durante todo el año, independientemente de la temperatura o el fotoperiodo que haya fuera. Como dice un amigo mío, “siempre es verano en el indoor”. • No es necesario disponer de jardín, huerto, terraza ni balcón. Basta con una habitación vacía o con un rincón de poco más de un metro cuadrado. • Es el método más discreto porque las plantas no son visibles desde la calle. Si se hace bien, nadie tiene porque notar nada raro, aunque vivamos en un piso rodeado de vecinos. • Se pueden hacer fácilmente tres o cuatro cosechas al año, que pueden ser más pequeñas, y por tanto más seguras, que la cosecha de exterior. Nunca tendremos tanta cantidad de hierba a la vez en casa como un cultivador de exterior, que cosecha en octubre para todo el año. • En interior, se puede cultivar cualquier variedad, incluso Sativas puras tropicales, porque el cultivador controla el clima totalmente. En exterior, en cambio, sólo se dan bien las variedades que soportan el clima local. En zonas lluviosas o de veranos cortos la gama de variedades cultivables en exterior es bastante escasa. • Control absoluto del proceso, se conoce con seguridad la variedad, la técnica de cultivo, los pesticidas que se han usado, si han sufrido plagas u hongos, etc. Los usuarios terapéuticos pueden estar seguros de que no se han usado productos que puedan ser perjudiciales, algo que nunca se sabe cuando se consume marihuana comercial, ni siquiera con la que se consigue en los clubes de consumidores de cannabis. [caption id="attachment_11132" align="alignnone" width="800"] Los fluorescentes funcionan bien con plantas jóvenes pero no son suficientes para florecer plantas grandes.[/caption]
Inconvenientes del cultivo de interior
• Es necesario disponer de una habitación libre o, al menos, espacio donde colocar un armario de cultivo. Las casas de hoy en día no son muy grandes y no todo el mundo tiene una habitación desocupada que pueda dedicar a un cultivo. Si lo tienes, ¡enhorabuena!, pero si no es así tampoco te vengas abajo. Los modernos armarios de cultivo son una gran solución para quien tiene poco espacio. Son fáciles de montar, muy prácticos y discretos, no dejan salir nada de luz y tienen bases impermeables, así el agua que escurre de las macetas no se filtra a los vecinos. • Para que las condiciones del cultivo sean realmente buenas es necesario una ventilación correcta y una extracción del aire caliente al exterior de la casa. Para ello, hay que agujerear la pared o la ventana para pasar el tubo. Muchos cultivadores principiantes se resisten a hacerlo y extraen el aire del armario a la misma habitación donde está. Este error está detrás de muchos fracasos, cuando llega el calor las plantas sufren. • Hay que mantener el cultivo oculto a las visitas que no sean de confianza, lo que a veces es complicado. Si vienen amigos íntimos no es un gran problema, pues probablemente sabrán que cultivamos, pero con personas de menos confianza como operarios, vecinos o familiares poco tolerantes con el cannabis la situación puede ser algo estresante. • Las plantas son seres vivos y requieren cuidados constantes. Si se descuidan o no se les proporciona lo que necesitan en el momento adecuado, no se obtienen buenos resultados. No es un hobby para aquellos fumetas que se quedan tirados en el sofá dominados por la pereza, cuando hay que regar, ni se puede dejar para más tarde. • El montaje de un cuarto de cultivo de interior es caro y laborioso. Es necesario comprar todo el equipo e instalarlo correctamente. Los kits actuales son sencillos, pero aun así, requiere un mínimo de habilidad y conocimientos. No olvidemos que dentro del armario habrá aparatos eléctricos encendidos y se usará agua para regar las plantas. El agua y la electricidad combinan mal y es necesario mantenerlas separadas. Sitúa los enchufes y los cables en alto para que no puedan tocar el agua. • La lámpara de cultivo consume bastante electricidad, el gasto medio de un pequeño armario con una sola lámpara suele ser de entre 50 y 75 euros mensuales, dependiendo de la potencia de la bombilla y del resto de aparatos como extractores o ventiladores. • Puede que en las primeras cosechas la calidad y la producción sea mediocre. Hace falta cierto tiempo para optimizar los resultados. Se requiere constancia y paciencia para llegar a ser un buen cultivador de interior. • Durante los meses que dura el cultivo hay que estar pendiente de la salud de las plantas, de mantenerlas ocultas a visitas y vecinos; de que los olores estén controlados y no se perciban desde la calle. [caption id="attachment_11133" align="alignnone" width="800"] Unas bandejas de cultivo facilitan el riego y colocan las plantas a una altura más cómoda.[/caption]
Por dónde empezar
La mayoría de la gente empieza comprando un armario de cultivo por lo sencillo que resulta en montaje y la instalación de luces, extractores y demás equipo. Quien disponga de una habitación para el cultivo se puede ahorrar el armario, pero deberá invertir en pintar de blanco las paredes o forrarlas con mylar o algún otro material reflectante, para aprovechar bien la luz de la lámpara y colocar ganchos en el techo para colgar la lámpara, el filtro antiolor y el extractor. Un kit con armario de cultivo, lámpara de alta presión de 400 o 600W, programador para encender y apagar la luz, extractor con filtro antiolor de carbón activo, ventilador y termohigrómetro. Es la forma más sencilla y básica de introducirse en el cultivo de interior. La mayoría de growshops físicos y de internet tienen kits de este tipo desde unos 300 euros aunque pueden subir mucho más conforme se van añadiendo mejoras como balastro electrónico en lugar de magnético, reflectores de mayor calidad, bombillas de marcas de prestigio o extractores de mayor potencia. Como pasa en cualquier ámbito, los productos más caros suelen ser mejores que los baratos. Lo mismo sucede con el material de cultivo. Hay armarios de 120x120 cm. desde 90 hasta 250 euros, lámparas desde 100 hasta 300 euros, reflectores desde 10 hasta 250 euros. [caption id="attachment_11134" align="alignnone" width="800"] Este armario de pequeño tamaño se dedica a la producción de esquejes.[/caption]
Incluso con el equipo más barato y sencillo se pueden cultivar buenas plantas, pero normalmente la eficiencia de los equipos, la facilidad de uso y la durabilidad son mayores en los equipos caros. Un buen balastro electrónico, una bombilla de marca y un reflector ajustable sin duda producirán más lúmenes y los dirigirán mejor hacia las plantas, aunque en las primeras cosechas eso no es demasiado importante, la mayoría de los fracasos no se dan por poca luz, sino por malos cuidados.
Quien tenga ganas y motivación suficiente como para leer, informarse, preguntar y dedicar el tiempo necesario tendrá éxito con cualquier equipo, siempre se pueden ir renovando los elementos poco a poco conforme los necesitemos. En cambio, a quien no haga lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo, de poco le servirá el mejor armario con las mejores lámparas, si las plantas le fallan por falta de riego o una temperatura excesiva.
En general, siempre que haya espacio disponible, es mucho mejor un armario algo grande para que las plantas tengan sitio y el cultivador puede moverse con facilidad. La medida de armario que recomiendo para empezar a cultivar con una sola lámpara de 400 o 600W es 1’2 x1’2 m y dos metros de altura.
[caption id="attachment_11135" align="alignnone" width="800"] Indoor cerca de la cosecha.[/caption]
Si no tienes tanto espacio puedes escoger un modelo más pequeño de 1x1 m o 80x80 cm. Quien quiera poner dos o más lámparas deberá buscar un armario mayor, 1,2x 2,4 m va bien para dos lámparas de 600W o tres de 400W. Quien nunca haya cultivado antes, más le vale empezar con algo pequeño y aprender bien antes de pasar a algo mayor.
Los buenos growshops son tiendas especializadas con dependientes que conocen su trabajo y te saben aconsejar. Visita uno, mira los productos, habla con el vendedor, explícale tus necesidades y déjate guiar.
Cuando llegues a casa con el equipo no quieras empezar a germinar el primer día. Ten paciencia, monta el armario, conéctalo todo y déjalo funcionando un par de días para comprobar que nada falla, que la ventilación es suficiente, que la temperatura se mantiene en el rango correcto, etc. Sólo entonces, cuando el armario está probado y en marcha, llega el momento de germinar las semillas y comenzar el nuevo camino como cultivador de interior.
José T. Gállego
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