¿CÓMO FLUYEN LAS SUSTANCIAS EN LA PLANTA DE MARIHUANA?

Elizabeth Erhardt
26 Nov 2021

La planta de marihuana, al igual que todas las plantas, cuenta con diversos mecanismos para transportar sustancias. Estos mecanismos de transporte son claves para la regulación del metabolismo de la planta, y por ende, de la calidad y cantidad de su producción. ¿Será importante que la persona que cultiva Cannabis conozca estos funcionamientos? ¡Pues claro que sí! Por eso, te lo contamos en este artículo.


Los vasos conductores de las plantas se desarrollan cuando las primeras células que nacen tras la germinación, se deben preparar para transportar los nutrientes hacia las nuevas células en plena división celular. Así, las nuevas células podrán funcionar para que la planta continúe su desarrollo.

La importancia del transporte para la vida celular

Todos los organismos vivos se autorregulan, se relacionan, metabolizan, crecen, se reproducen, se adaptan y mueren. Así como para vivir necesitamos comida y transportar lo que no nos sirve hacia un lugar más útil, las plantas necesitan un suelo que les proporcione alimento, para que las sustancias que produce su metabolismo fluyan hacia dónde deben ir.

A través de la gestión de estos funcionamientos naturales, las personas que cultivan marihuana pueden regular las funciones de la planta para aumentar su rendimiento en función de las necesidades de la planta.

Estructura del xilema y floema, y la magia del cámbium

El tejido vegetal se compone de la epidermis y el mesófilo. El mesófilo es la “carne” que se encuentra entre la epidermis que la envuelve. El mesófilo contiene distintos tejidos entre los que se encuentran los vasculares.

Cuando terminamos de podar y cortamos el tallo de las plantas de Cannabis de forma transversal, lo que vemos es su xilema y floema, recubiertos de epidermis color verde. El xilema es la estructura central, y transporta agua y sales minerales. El floema transporta, en dirección contraria, la savia elaborada por las células.

Este sistema vascular se extiende desde el nacimiento del tallo, ramificándose en el interior de las ramas hasta alcanzar todas las nervaduras. Así puede alcanzar cada rincón de la planta para brindarle su servicio de transporte. Unas nervaduras sanas, fuertes y robustas son una buena señal, porque sabemos que esta función se está llevando a cabo bien. En una de las imágenes te enseñamos una planta con nervaduras fuertes, signo de un buen transporte de sustancias, que se puede comprobar observando el tono del color verde de las hojas.

El fino anillo que separa al xilema del floema es el cámbium. El cámbium es un grupo de células jóvenes y poco diferenciadas que renuevan las células de los tejidos vasculares. Son como la fuente de vitalidad del sistema vascular. Con estos tres componentes, el sistema vascular le sirve a la planta para que ésta contribuya al desarrollo del sistema vascular. A medida que las necesidades de la planta se van ampliando, el sistema vascular, así como todos los órganos y tejidos, también lo hacen para que el organismo funcione.

Por eso nos sorprende tanto ver los vasos conductores potentes de las plantas cultivadas en grandes superficies, donde las raíces pueden alcanzar una gran cantidad de nutrientes para que sean transportados. En tres de las imágenes de este artículo te mostramos distintos sistemas vasculares de plantas de Cannabis.

¿Qué elementos necesitan transportar las plantas?

  1. Nutrientes: Macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio), micronutrientes (boro, calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, molibdeno, azufre, zinc), oxígeno, iones, y seguramente alguna sustancia más que el humano aún no haya detectado. Algunos de estos nutrientes, una vez que llegan a donde se necesitan, no se mueven mucho más; mientras otros circulan por la planta desde el lugar donde más hay, hacia donde más se necesita. Este tipo de nutrientes son los móviles, y son el nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio. Por el contrario, los nutrientes inmóviles son calcio, boro, cloro, cobalto, cobre, hierro, manganeso, molibdeno, silicio, azufre y zinc. Esta particularidad la podemos ver en acción cuando las hojas de nuestra planta de marihuana amarillean. Eso quiere decir que el nitrógeno está escaseando y se transporta desde las hojas que almacenan más, hacia las hojas nuevas que lo necesitan, porque no hay otra fuente disponible desde donde obtenerlo. En dos de las fotos te enseñamos este ejemplo.
  2. Sustancias que se producen como subproductos de su metabolismo y no se necesitan en la misma célula.
  3. Sustancias de valor que se producen en una parte de la planta para que se utilicen en otra.
  4. Agua.
  5. Sustancias de comunicación como terpenos. En definitiva, el sistema vascular de la planta y las vías de transporte permiten que la energía circule a través de la planta y la mantenga viva. 

Transporte simplástico y apoplástico

Si bien el sistema vascular son las grandes autopistas de transporte de las plantas, no son la única forma que tienen de transportar sustancias. A diferencia de los animales, las plantas y los hongos disponen de un sistema de comunicación que se llama plasmodesmo. El plasmodesmo se forma gracias a pequeñas aberturas en la pared celular, por donde se comunican los interiores de las células entre sí, pudiendo intercambiar sustancias pequeñas.

Este transporte de sustancias lleva el nombre de transporte simplástico por unir a los protoplastos. Los protoplastos son las células sin pared celular, es decir, el primer cuerpo organizado de una especie. Así, todos los protoplastos forman un gran continuo.

El espacio que queda por fuera de los protoplastos se llama apoplasto. Este espacio también forma un contiguo por donde circulan sustancias muy diversas como CO2 y sales. El transporte de sustancias por el apoplasto se conoce como vía del apoplasto. En la vía del apoplasto intervienen las paredes celulares del xilema y el apoplasto. A través de estas vías se transportan agua y minerales desde el sustrato hacia el xilema, atravesando la banda de Caspary.

La banda de Caspary: El filtro de la planta

La banda de Caspary es el circuito formado por pequeñas perforaciones de la pared celular de las células de la endodermis de la raíz. A través de este circuito fluyen sustancias hacia y desde el xilema, en definitiva, hacia dentro y fuera de la planta. Estas perforaciones son de suberina, un polímero natural hidrofóbico. Así, esta banda actúa como filtro, impidiendo el paso de ciertas sustancias desde y hacia la planta.

Las células del cannabis también se whatsappean

Si bien esto sería más análogo al sistema nervioso que al circulatorio, también forma parte de las vías de intercambio de sustancias de la planta. La revista Science publicó un trabajo de investigadores de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, el Instituto Gulbenkian de Ciencia de Portugal y la Universidad Nacional Autónoma de México, que describe un mecanismo similar al del glutamato en las neuronas de los animales, a pesar que las plantas no cuenten con sistema nervioso. En este mecanismo los receptores que se encuentran en la membrana de las células, y se denominan GLRs, forman una red de comunicación entre las células.

La marihuana también tiene Wi-Fi

Continuamos con la circulación de sustancias entre las plantas, y queremos ir más allá para dejaros boquiabiertos con la magia del universo vegetal. Cuando las plantas están conectadas a través del suelo, las une una red de hongos que se llama micelio. El micelio les permite a las plantas tanto comunicarse, como transportar nutrientes, incluso a grandes distancias. Además de comunicarse por el suelo, las plantas también se comunican por el aire a través de compuestos orgánicos volátiles (COV) como los terpenos pineno y limoneno.

Relación entre el transporte y la energía

Todo es energía que se expresa a través de diversas formas en la naturaleza. La energía se encuentra disponible de dos formas: cinética y potencial. La energía cinética es la energía en movimiento, mientras que la energía potencial es la energía contenida en un punto. Por ejemplo, la energía de una roca cayendo de una colina es cinética, mientras que la energía de la piedra en la punta de la colina es potencial.

Conociendo cómo fluye la energía en el entorno, podemos comprender cómo circula también en las plantas. Cuando el metabolismo de la marihuana es estimulado, la energía potencial del Cannabis pasa a ser energía cinética. La energía cinética es la que utiliza la marihuana para desarrollarse, mientras que su energía potencial son nuestras posibilidades de potenciar la cosecha.

¿Cómo gestionar la velocidad del transporte?

Aportando a la marihuana lo que le hace falta y llevando lo que ya no hacia donde es más útil. Esto se consigue manteniendo el equilibrio del ambiente a través de:

  • La fertilidad del suelo: Para esto se pueden utilizar fertilizantes (siempre es mejor contribuir a la agricultura orgánica) y/o microorganismos (bacterias u hongos como hemos explicado en artículos anteriores). También es necesario regular adecuadamente el aire y agua del sustrato. Por eso se debe garantizar una buena aireación (puede hacerse con perlita, vermiculita y/o turba), además de un riego que permita mantener la humedad del suelo.
  • Los riegos: Cuanto más tiempo se mantenga la tierra húmeda, más podrá trabajar la planta. Ten en cuenta que el objetivo de los riegos es que la tierra se mantenga húmeda y no crear una piscina municipal.
  • El aire: Tanto la circulación de aire, como la renovación, son claves para el funcionamiento metabólico de las plantas. Un ambiente saturado de oxígeno hace más difícil que la marihuana logre captar el CO2 (dióxido de carbono) que necesita para respirar. Por lo tanto, una atmósfera rica en CO2 estimula su metabolismo.
  • La luz: Hablamos de la tierra, del agua, del aire, y ahora nos queda comprender cómo la luz influye en el sistema vascular de la marihuana. La luz es una onda electromagnética que se expande desde una fuente hacia un cuerpo que la absorbe, en este caso el Cannabis. Pero todo tiene su punto de equilibrio, por lo que no se trata de freír la marihuana ni al sol, ni bajo un kit de iluminación de cultivo indoor, sino que hay que conseguir que nuestra planta sea irradiada con la frecuencia y longitud de onda que necesita para que todas sus funciones se puedan ejecutar.

Una manera de ayudar a la fortaleza del sistema vascular de la marihuana es incorporar silicio en el sustrato, para que la planta lo metabolice y refuerce la estructura de sus paredes celulares. El silicio refuerza la pared celular, a pesar de no ser un nutriente esencial en la planta. Este refuerzo le hará más fácil a la planta transportar el agua y las sustancias a través de su sistema vascular, para que dé lo mejor de sí.

La importancia del sistema de conducción no termina en la cosecha de la marihuana. En el caso del xilema y el floema, serán de importancia para la elaboración de papel de cáñamo y fibras textiles, entre otros productos. Por más que pierden su función de transporte, las sustancias que quedan de su estructura son la materia prima para la elaboración de estos productos. Todo se trata de la gestión de los recursos naturales, su potencial es inmenso.

Hemos recorrido distintos caminos del mundo vegetal en este artículo. Ahora cada vez que entremos a nuestro jardín, tendremos más información para gestionarlo. Cuando preparemos la mezcla para regar, sabremos hacia dónde debemos dirigir las sustancias que estamos mezclando. Si, seguiremos regando en las raíces, pero esta vez con la intención de que circule, ya que en conclusión lo que vimos fue que en la naturaleza todo cicla, tal como debe funcionar un cuidado apropiado del cultivo. Nuestro objetivo ahora se enfoca en que el agua y los nutrientes entren en el xilema de la planta para que estas puedan darnos lo mejor de sí.

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Elizabeth Erhardt