Cómo eliminar cal, toxinas y nutrientes del agua del grifo
El agua potable que suministran las redes urbanas de abastecimiento suelen tener un valor de EC de 0,4-0,8, representa un buen nivel de salida cuando se trata de mezclar el agua en una solución nutriente para plantas de marihuana. Sin embargo, hay cultivadores que usan sus propias bombas de agua para tomar agua de riego con valores de EC que llegan a 1,5.
Ósmosis inversa
Con esta concentración, prácticamente no puedes añadir nutrientes al agua de riego. Si no dispones de bastante agua de lluvia para diluir el agua del grifo, realmente tienes un problema. No obstante, esto no debería ser un impedimento para los cultivadores. Pueden emplearse sistemas especiales para reducir el nivel de sales del agua hasta 0,6 EC (ten en cuenta que un sistema simple de ósmosis inversa no es suficiente para un nivel de EC de 1,5). Estos sistemas funcionan como las unidades normales de ósmosis inversa que se usan para acuarios, pero pueden encontrarse en growshops.
El agua se bombea a presión en el sistema y atraviesa un par de membranas de filtración, dando como resultado un agua purificada, mientras que el agua cargada de sales es desechada. El agua no es 100% pura, pero así se produce menos agua de desecho. Si la cantidad de sales del agua del grifo resulta inadecuada para las plantas, y no puedes añadir suficiente fertilizante al agua de riego, sería mejor para las plantas que utilizaras el agua limpia y libre de sales que producen los sistemas de ósmosis inversa. Esto fue lo que pensamos nosotros, estuvimos mezclando el agua de riego con agua sin sales durante seis meses. El valor final de EC era 0,6. No observamos ninguna diferencia en el crecimiento de las plantas, ni en la cantidad o la calidad de la cosecha.
Las plantas no necesariamente requieren un buen abono, una pequeña proporción de nitratos inservibles no causa daños. Por el contrario, en la etapa de floración, necesitan dosis específicas de abono para poder absorber la cantidad adecuada de un buen fertilizante. Las plantas sólo aprovechan este abono de manera parcial, ya que la mayor parte del producto se queda en el sustrato o acaba drenándose con el riego.
El agua del grifo es lo bastante buena para regar si tiene un valor de EC de 0,4-0,8. De esta forma, puedes evitar desperdiciar cuatro litros de agua por cada litro de agua pura. Como excepción, también están disponibles sistemas cerrados, que funcionan sin drenaje, y con los que puede rellenarse la solución nutriente en cualquier momento. No obstante, con estos sistemas, la fertilización debe llevarse a cabo con máximo cuidado.
Los nitratos que no puedan ser asimilados por las plantas se acumularán, contaminando el sistema de raíces. En este caso, probablemente debas utilizar agua libre de sales para preparar la solución nutriente. Si no usas agua sin sales para regar, la necesitarás para los humidificadores.
El agua calcárea debe ser evitada en cualquier tipo de humidificador, incluyendo los ultrasónicos; de lo contrario, los depósitos de cal los estropearán. Observarás una capa de cal en la superficie del humidificador si utilizas agua con alta concentración de cal. Los sistemas de ósmosis inversa nunca deben secarse. Si el sistema no se utiliza, los conductos de entrada no deben hacer llegar aire al compartimento que alberga las membranas, sino que han de mantenerse doblados hacia arriba.
La mayoría de veces, el grifo del sistema de ósmosis inversa se controla manualmente, suele provocar que el agua rebose el depósito donde se almacena. El depósito puede ponerse en una bañera, o cerca de un desagüe. Otra opción es comprar una válvula solenoide y un interruptor con bola de flotación en una tienda de bricolaje. El flotador ha de tener 4 cables (los que sólo tienen 3 cables están diseñados para bombear el agua desde depósitos). El cultivador debe comprobar cuando el depósito está lleno, ya que esto hará que la válvula solenoide actúe, desconectando el sistema de ósmosis inversa. Mientras el interruptor flotante permanezca suspendido, dejará pasar corriente a la válvula solenoide, esta continuará suministrando agua al sistema de ósmosis inversa. El sistema se apagará si el flotador se pone en posición vertical, y el agua no saldrá del depósito, manteniéndose lleno.
En nuestro experimento, utilizamos una bomba silenciosa de agua para proporcionar agua purificada a un humidificador Mist&Cool y rociar las plantas durante la fase de floración. La bomba se ajustó mediante un relé para que funcionara durante 20 segundos, seguidos de una pausa de 5 minutos para evitar que el Mist&Cool saturara el sistema. Más adelante, fue adquirido un humidificador ultrasónico, al que se le suministraba agua desde el depósito instalado encima. Esto evitaba que se estropeara la delicada membrana por los depósitos de cal, y el aire se humedecía incluso mejor que antes (por desgracia, los humidificadores ultrasónicos consumen más energía que los Mist&Cool). Al hacerlo de esta forma, el agua no se depositaba en la superficie, sino que la niebla se dispersaba en el aire. La humedad deseada puede ajustarse con un higrostato. Por este motivo, los humidificadores ultrasónicos son mejores para humidificar el aire, aunque deben instalarse en la dirección del aire de entrada. Las unidades pequeñas y compactas con depósito de 4 litros pueden colgarse a la altura de los reflectores, o por encima de estos. La ventaja que observamos en esta instalación con flotador y válvula solenoide es que no tienes que preocuparte de nada. El depósito siempre está lleno de agua limpia, y el suministro de agua, primero al humidificador Mist&Cool y luego al ultrasónico, es ininterrumpido.
Por Robert B.