Vamos Cosechando!
Por primera vez la ONU parece decir basta a la hipocresía. Un grupo de países de América Latina pisó fuerte en Viena para cambiar las absurdas políticas de drogas. Chile pegó un saltito con el tema de la marihuana medicinal. Jamaica dice que este año despenaliza y otros países de El Caribe coquetean con la idea.
Probablemente el Examen de Alto Nivel (cuánta pompa) de la Comisión de Estupefacientes (otro nombre atontado) de las Naciones Unidas haya sido el evento clave para el tema de las drogas como fenómeno global. O mejor dicho para que las rígidas políticas de drogas cambien hacia algo un poco más blando, hacia un modelo que deje de lado la represión contra los usuarios y se centre en la salud, por ejemplo. O hacia un modelo donde la represión quede exclusivamente confinada para aquellos grupos armados hasta las muelas que decapitan, torturan, secuestran y matan gente en el trasiego de las drogas desde nuestro Sur al Norte.
En marzo, dignatarios de todos los países del mundo se pusieron a charlotear en Viena, cuando no dormían en hoteles cinco estrellas. Tienen un menudo lío. Debían acordar cuáles serían los parámetros de discusión para una Asamblea Especial sobre drogas que en 2016 deberá decidir si el mundo sigue como hasta hoy, tirando balas y molestando a quienes usamos drogas (sin molestar a nadie), o por el contrario, esos tipos recios que gobiernan el mundo empiezan a respetar los derechos humanos (como el derecho a la salud, al autodaño y la integridad personal además del derecho a decidir por uno mismo sin molestar a nadie).
China, Rusia, Egipto, Perú y Canadá (además de algunos otros) se pusieron el fusil al hombro y se calzaron el discurso prohibicionista para dar la batalla con la cara pintada como Rambo, con el cuchillo entre los dientes.
Del otro lado, Colombia, Uruguay, México, Guatemala y Ecuador (entre otros) auspiciaron por primera vez un cambio en las políticas de drogas, respetuoso de los derechos humanos, admitiendo que la guerra está perdida, que cada país debe buscar alternativas para salir del paso. Porque las leyes antidrogas son peores que las drogas, son peores que el kokodril ruso y un gramo de cocaína peruana (que tomamos en Argentina, Uruguay y algo menos en Chile) todos juntos en la vena de tu brazo.
Claro que así no hablan los diplomáticos. Colombia, que viene dando la batalla más grande en la guerra contra las drogas, en su declaración fue clarita como agua de panela: “Con la autoridad moral que nos otorga haber honrado este compromiso durante décadas (el de la guerra contra las drogas), hacemos un llamado a que se analicen formas más eficaces de lograr objetivos, en el marco de la autonomía de los Estados y en el reconocimiento de la pluralidad de las manifestaciones del problema mundial de las drogas”, dijo Alfonso Gómez Méndez, ministro de Justicia colombiano.
Todos los países de El Caribe y América Latina realizaron su declaración también, donde dejan clarito que los esfuerzos represivos “no han sido suficientes para combatir este problema. Los desafíos parecen cada vez mayores y demandan, entre otros, una mejor comprensión de la naturaleza económica que subyace y anima el tráfico ilícito de drogas, a fin de fortalecer la respuesta de los Estados”.
Lo que pasará en 2016, en esa Asamblea de Naciones Unidas sobre drogas, será fundamental para ver si las policías del hemisferio nos aflojan la piola un rato y nos dejan cultivar un poco más libres. Hasta ahora en Naciones Unidas había un solo discurso sólido, el del prohibicionismo. Ahora las cosas no están tan claras, porque un bloque de países está pidiendo otro encare. Pero las cosas van lentas. Las policías, los jueces y los políticos conservadores seguirán atornillados a sus asientos. Pero por lo menos algo se va moviendo.
La de Michelle
Esos pequeños movimientos planetarios
Chile se llevó el premio del bimestre. Porque la presidenta Michelle Bachelet, que había incluido la marihuana dentro de la lista 1 de la ley antidrogas (la infame ley 20.000) en su gobierno anterior, ahora quiere sacarla de ese grado de peligrosidad y admitir el uso médico colocándola en lista 2, comparable con antidepresivos fuertes y la morfina por ejemplo. En una encuesta que se conoció a fines de marzo, el 65% de los interrogados se pronunció a favor de colocar la marihuana en ese segundo grupo.
El doctor Sergio Sánchez Bustos, del Colegio Médico de Chile y allegado a la presidenta Bachelet, en un artículo publicado por IDPC señala que todavía falta mucho para que Chile tenga una política integral que permita a los usuarios medicinales obtener marihuana, ya que el Estado debe decidir caso a caso a quien le permite obtener cannabis sintético. “Desde el punto de vista de la reforma a la política de drogas global, este asunto de la marihuana medicinal representa un pequeño avance en la desestigmatización de los consumidores de drogas y en la despenalización del uso de la misma”, dijo el especialista.
La de Zapata
México también
Los diputados del PRD presentaron un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en febrero, para despenalizar el consumo de estupefacientes. Esto permitirá revisar el gramaje de las dosis máximas permitidas para el porte, ya que las dosis que se penan actualmente no se condicen con el consumo de drogas habitual en el país.
“El segundo punto es que se reconozcan las propiedades medicinales y terapéuticas de la marihuana, como sucede ya en muchos países del primer mundo”, dijo Belaunzarán Méndez del PRD.
Y la de Roberto Nesta
Otros que vienen a pasos de gigante son los jamaiquinos
El gobierno de la isla dijo que durante este año se aprobará la despenalización de la mota. Esto implicará que se liberará el consumo, hoy penado. En principio se permitirán pequeñas cantidades, y fumarse un porro dejará de ser considerado delito castigado con cárcel. Puerto Rico, Santa Lucía y San Vicente y Granadinas en El Caribe están pensando hacer lo mismo. En Puerto Rico el proyecto de despenalización también sigue juntando voluntades de los legisladores.
Así están las cosas broder. Fácil no hay nada e n la vida, así que a seguir despenalizando, legalizando, regulando y sobre todo, plantando.