Prevención de la elongación del tallo en el cannabis

Demian Jara
19 Oct 2021

La elongación del tallo en el cannabis es un problema poco frecuente pero muy complicado si aparece en el jardín. Porque impedirá a la planta completar sus funciones. Y a ti fumar tus merecidos cogollos.


Si ocurre la elongación es que estás tendiendo un gravísimo problema. Y lo más probable es que ni siquiera consigas flores, si es que la planta llega al estadio de la floración. La elongación del tallo afecta severamente la floración, puede interrumpirla, sin problemas y hasta matar raíces.

Si el tallo crece y crece y crece y no ves la formación de nudos (es decir la fromación de ramas laterales), ocúpate del asunto. Ten cuidado de no confundir este fenómeno con las grandes distancias internodales de las variedades sativas.

El tallo debe crecer muy rápidamente, después de la segunda o tercera semana a partir de esqueje debe comenzar a tener un crecimiento vigoroso. Cuando ese crecimiento no se acompaña de nudos (ese espacio donde nacen las ramas laterales) puede haber un gran problema si además los tallos se tornan quebradizos y muy débiles. No es algo habitual, pero ocurre.

Una de las maneras de frenarlo (aunque sea harto difícil), es con el uso de hormonas. Hay preparados comerciales que ayudan a prevenir, por lo general aquellos que contienen giberelinas (hormonas de crecimiento) ayudan a conseguir un tallo fuerte.

Cuando la planta no se está desarrollando bien y tiende a ralentizar su crecimiento las giberelinas y también las auxinas ayudan a conseguir altura, estabilidad, porte y si el problema no está muy avanzado ayudarán a salvar el cultivo. Estas hormonas intervienen en el crecimiento saludable de la planta y son buenas para usar a lo largo de todo el ciclo.

El elongamiento del tallo también es un problema porque el cannabis necesita una distancia intermodal lo más corta posible para tener unos buenos racimos florales bien densos. Uno de los motivos por los que se puede producir es que el sustrato esté cargado de fertilizantes y que ese daño haya comenzado a matar cuando menos parte de las raíces. Así que un buen lavado de raíces preventivo tampoco es una mala idea.
 

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Demian Jara