Paul Stanford: su lucha contra Nixon y la CIA

Soft Secrets
08 Sep 2015

Paul Stanford fue perseguido por la CIA y por George W. Bush. Pero logró que la marihuana fuera legal en Oregón, y en todo EEUU. En los años 80 hacía campaña con Jack Herer de quién tiene los mejores recuerdos. Empezó a fumar a los once años gracias al cannabis de un veterano de guerra, no tiene planes de dejar el cannabis. Tiene la idea de escribir un libro. Y su fundación atendió a unas 200 mil personas.


Paul Stanford es uno de los activistas más reconocidos de Estados Unidos. Hace más de treinta años que pelea contra los poderes más poderosos de prohibición. Fue pionero con Jack Herer en Oregon por la legalización en 1984, presentando el segundo proyecto de ley para legalizar el cannabis en la historia de Estados Unidos. Hicieron una gran campaña en 1984, pero solo consiguieron el 27 por ciento de los votos.

El tiempo le dio la razón. En 1999 Paul Stanford fundó The Hemp and Cannabis Foundation (la Fundación del Cáñamo y el Cannabis). Desde entonces, 200 mil pacientes recibieron asesoría tanto sobre tratamientos médicos como en cultivo medicinal en 40 ciudades de Estados Unidos. Además, Paul Stanford es dueño de Hemp News y director de la Campaña por la Restauración y Regulación del Cáñamo.

Stanford siempre viaja por todo el mundo con su esposa y compañerísima y con el Volcano, son un trío poderoso, nunca se abandonan. La primera vez que se vaporizó le costó darse cuenta de las bondades del vapo, pero hoy en día es su opción favorita.

En su última visita a Chile conversamos con Paul Stanford, tranquilamente acomodados en una bella terraza, probando unas ricas variedades de cannabis al vapor. Bajola atenta mirada de Chirri Willi y Mike Bifari.

-¿Cómo empezó tu interés por la planta?

-La primera vez que usé marihuana fue en la casa de mi baby sitter cuando tenía once años. Fue en Dallas, Texas, donde crecí. El hijo de mi cuidadora volvía de Vietnam y usaba marihuana. En su garage probé cannabis varias veces. Mi madre se hubiera molestado mucho, pero no lo descubrió. Descubrí que me gustaba la marihuana, me hacía reír. Compré mi primera onza cuando tenía 13 años. Vendí marihuana desde los 13 años a los 18, pero paré porque no quería terminar preso por vender porro.

Siempre fui a las manifestaciones, en los setenta y ochenta cada vez había más. La primera protesta pública fue en Washington DC, estábamos frente a la Casa Blanca era 1978, fue una semana después de mi cumpleaños 18.

-Si empezaste a fumar a los once años fue 1971, el mismo año en que el ex presidente Richard Nixon empezó con la guerra contra las drogas. ¿No?

-Exactamente el mismo año.

-¿Nixon te inspiró a fumar?

-No. La verdad que no. Estaba atento a lo que pasaba pero no sabía que él era la persona frente a la guerra contra las drogas. No entendía todo eso cuando tenía once años. Ahora pienso que es uno de los seres humanos más malvados que pisaron la Tierra. Hizo un par de cosas buenas. Pero incrementó la guerra contra las drogas, bombardeó mucho Vietnam y Camboya. Esas fueron cosas malvadas.

-¿Cómo era la hierba en ese momento iniciático?

-Bastante mala, flaca. Me parecía fuerte pero en comparación a lo que tenemos hoy no era nada. Era toda sativa de México

-¿Había growers en USA en ese tiempo?

-No. No había ninguno en todos los Estados Unidos. A mediados de los 70 empezó a llegar algo de cannabis de Colombia primeramente. Era un poco mejor la calidad, alguna hierba de los mexicanos estaba buena también. Probé sin semilla por primera vez en Florida en la Universidad de Florida, en 1979. Fue la primera vez que fumé flores sin semilla. Hasta entonces todas las flores tenían semillas.

-Ese fue el tiempo que empezaste con el activismo. ¿Cómo era la cosa?

-Hasta que Ronald Reagan fue presidente parecía que la cosa sería legal en EEUU en cualquier momento. Todos pensamos que a finales de los setenta se legalizaría porque la descriminalización estaba en marcha. Ya había propuestas en California. Mucha gente pensaba que la marihuana iba a ser legal en 4 o 5 años. Pero cuando Ronald Reagan ganó las presidenciales atrasó el reloj y aumentó el financiamiento para la guerra contra las drogas.
Entonces, la población carcelaria empezó a crecer dramáticamente bajo su gobierno y todavía crece. También aumentó los poderes de la policía para confiscar la propiedad de cultivadores y usuarios y usarlo para sus propios propósitos: la guerra contra las drogas. Eso incrementó la corrupción policial. Fue una cosa muy mala. Reagan y Nixon, dos presidentes que salieron de California, fueron muy perjudiciales y nos regalaron esta prohibición en una forma mucho más intensa.

-¿En esos años de activismo conociste a Jack Herer?

-Sí. Había una revista que sacaban los hippies, se llamaba Overthrow. Los contacté y me convertí en el coordinador para el estado de Washington y cuando fui a Los Angeles estuve en muchos programas de televisión. Puedo responder muchas preguntas de trivia. ¿Cuál es el río más largo? ¿El edificio más alto? Sé esas cosas. Traté de dedicarme a los juegos de trivia en la televisión de Los Angeles mientras disfrutaba de las vacaciones del colegio. Ahí contacté a Jack Herer y me quedé un mes en su head shop en Los Angeles, California.

Jack me dio una copia de su primer libro que era un cómic sobre cómo criar marihuana. Se llamaba Ungrass. Luego nos mudamos a Oregon en 1984 para trabajar en el proyecto inicial de legalizar la marihuana. El primero había sido en California, en 1976 y solo se consiguió el uno por ciento de los votos. Era la Propuesta 19 y en 2010 tuvo el mismo número, fue una magnífica coincidencia.

Con Jack presentamos la iniciativa para reformar la ley en 1986, en Oregón. Un año antes juntamos firmas. El zar anti drogas era el viejo Bush, George W. Bush. Fue a Oregon y estuvo de tour durante dos semanas, era el vicepresidente de EEUU y estaba en cargo de la lucha contra las drogas. Había estado en la CIA, había sido jefe, pero antes de eso estuvo a cargo de la operación para invadir Cuba y sacar a Fidel Castro de la isla. También estuvo probablemente implicado en la jornada que mataron al ex presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy. Bush hizo esta gira entre 1985 y1986 para que perdiéramos. Hizo campaña en cada pequeño pueblo durante dos semanas. Oregon tiene la misma población que Uruguay y más o menos el mismo tamaño. Bush quería construir la oposición, pero nosotros ya sabíamos que íbamos a perder. Al final sacamos el 27%. No estuvo mal siendo que tuvimos a toda la CIA arriba de nosotros. Fue una victoria.

Pero al final le ganaron a esos grandes poderes como la CIA, no estamos hablando de niños…

Estuve en cosas que fueron completamente una locura por lo que nos hizo el gobierno. Nos espiaron, nos pusieron drogas.

-¿Qué más les hicieron?

-Lo voy a escribir en un libro algún día. Tenían informantes, escuchaban los teléfonos, hicieron todo tipo de cosas para asustarnos. Yo estaba asustado pero seguí adelante.

Paul Stanford... ¿Cómo describirías a Jack Herer?

Era un buen amigo mío. Tengo una sola palabra para definirlo en ingles: bombastic. Era muy, muy fuerte. Tomaba su libro e iba pueblo a pueblo, como un evangelizador. Hacía eventos y se quedaba en las esquinas a hablar con la gente. Además, me enseñó a hacer las formalidades necesarias para las peticiones para conseguir las firmas.

Al final las firmas que se usaron para conseguir los votos en Colorado, Washington, Oregon y Alaska de este último tiempo fueron la base de las nuevas campañas. Particularmente en la de 1984 había mucha gente involucrada entonces que todavía están involucrados hoy y fueron los que ayudaron a que se concretara la regulación. Sabíamos desde el principio que la manera de legalizar iba a ser a través del proceso de peticiones.

Si estaré convencido que yo mismo conseguí más de 15 mil firmas en los últimos 20 años. Todas las organizaciones juntas consiguieron medio millón de firmas para poner esto en votación durante años.

-¿Qué pasó en EEUU para que ahora haya 24 estados con marihuana medicinal y otros 3 con marihuana recreacional?

-Y además Washington DC que no es estado, es ciudad. Creo que la educación posibilitó el cambio. Con la marihuana medicinal la gente ve que el paciente recibe una buena ayuda, que no es solo estar colocado, estar drogado. Hemos educado a la gente sobre que la marihuana es más segura que el alcohol. La marihuana es benéfica para la gente, en muchas maneras. Cuando Jack herer me dijo: si usas marihuana vivirás más, pensé que estaba un poco chiflado. Ahora sé que eso es verdad. La marihuana es casi un nutriente para el cuerpo. El cuerpo crea su propio sistema endocannabinoide y la marihuana interactúa en el cuerpo.

-¿Conociste Eagle Bill el pionero del vaporizador?

-Sí, empecé a vaporizarme con él y su sistema: el hit Bong. Me costó tiempo adaptarme, pero ahora es la única manera que me gusta usar cannabis, vaporizado. Llevo este Volcano alrededor del mundo.

-Tu Volcano tiene muchos miles de quilómetros ¿Podríamos decir cuántos?

Es difícil, perdí la medida, han sido demasiados. Gracias Paul Stanford por tanto.

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