Nuevas miradas a la maduración de tricomas
Mostramos una investigación sobre maduración de tricomas. El punto óptimo de cosecha es un asunto profundamente debatible dentro de la comunidad de cultivadores, científicos y productores industriales. Algunas personas consideran que el momento de corte de las plantas de cannabis corresponde con gustos personales. Pero la ciencia tiene algunas cosas para decir.
Por Jhohan Rincón
Bajo esa lupa los tiempos quedan definidos por la creencia de que se obtiene determinado efecto de acuerdo a la maduración del cogollo. Esta forma de cosecha se sustenta a lo largo del mundo en criterios definidos por el color de las glándulas de los tricomas que suelen denominarse como transparente, blanco y ámbar. De esta manera, se establecen unos porcentajes que dictan el punto de corte de acuerdo a los valores y colores que se observen en los cogollos.
A partir de este escenario reconocido y difundido internacionalmente planteamos una posición alternativa respaldada por análisis de laboratorio bajo metodología de cromatografía líquida de alta resolución (HPLC). Estos resultados de laboratorio evidencian una alta concentración del cannabinoide THC están acompañados por la investigación realizada por Paul Mahlberg y Eun Soo Kim en el año 2004. A partir de un estudio a profundidad de los tricomas glandulares se evidenció un momento de desarrollo de los tricomas en donde era posible obtener las cantidades más altas de THC durante todo el proceso de formación y maduración del cogollo.
Para comprender el recorrido de este artículo es necesario reconocer las diversas partes de la planta y sus características morfológicas. Pues de esta precisión podremos adentrarnos en el complejo mundo de los tricomas glandulares y sus aspectos químicos más importantes. En primer lugar, las flores de cannabis están compuestas por brácteas perigonales, hojas y pistilos. Sobre las hojas y las brácteas se desarrolla el proceso de formación de los tricomas glandulares, tal y como puede observarse en la imagen 1.
Los pistilos están compuestos por estilo, ovario y estigma, este último es el responsable de la recepción del polen para el desarrollo de la semilla.
Morfología de tricomas glandulares en la maduración
Una vez se inician los periodos de floración, los tricomas comienzan a aparecer sobre el material vegetal y se expanden sobre las brácteas perigonales y hojas. Se han analizado dos tipos diferentes de tricomas que se desarrollan en los cogollos. El primero de ellos son los tricomas capilares no glandulares, que se desarrollan de forma simple, incluso en periodos vegetativos con gran cobertura sobre tallos, ramas, hojas y gran parte de la materia vegetal.
Y el segundo son los tricomas glandulares, responsables de la producción y biosíntesis de los cannabinoides. El interés estará enfocado en una descripción detallada de los tricomas glandulares, pues serán ellos los indicadores finales del punto de cosecha.
Características del tricoma de marihuana madurando
El tricoma glandular posee una interesante estructura que lo hace especialmente atractivo para las investigaciones médicas y científicas acerca de los componentes químicos que se desarrollan en su interior. Mahlberg y Kim (2004) elaboraron una reconstrucción minuciosa de los tricomas glandulares que permite evidenciar la morfología y la composición interna de los elementos que los componen, ofreciendo una ilustración que por primera vez permite separar cada una de las partes y tener una visión de su conjunto. En la imagen 2 se puede apreciar gráficamente la estructura del tricoma y el comportamiento de los elementos celulares, terpenos y fenoles, además de su ubicación dentro de la glándula.
Las glándulas de estos tricomas se han estudiado frecuentemente como portadoras de los metabolitos secundarios. Es decir que la planta no depende de ellos para su subsistencia y desarrollo. Y suelen describirse sus funciones como secretoras y protectoras. Pues es común atribuirles la formación de este tipo de tricomas a mecanismos de defensa de la planta. Sin embargo, la evidencia y el desarrollo analítico moderno enfatizan que estas glándulas cumplen la función de biogénesis, transporte y acumulación de cannabinoides, específicamente de THC.
Los cannabinoides se producen a partir de la biosíntesis y condensación de terpenos y fenoles que generan una primera ruta química que da lugar a la aparición del CBG, el primer cannabinoide y precursor del THC. Este proceso se realiza en la cavidad secretora señalada en la imagen 2. Y tal y como puede verse en la imagen 3, los terpenos sintetizados en los plástidos y los fenoles presentes en la vacuola permiten ubicar una primera aproximación a la biogénesis de CBG, en dónde sufre un cambio químico para formar enzimáticamente el THC dentro de la glándula del tricoma.
Maduración y punto de corte de la marihuana
A partir de los hallazgos de esta investigación sobre la ubicación del THC, procedemos a abordar el asunto más controversial en materia de cultivo de cannabis que apunta al momento de cosecha. Pues de acuerdo al lugar donde se realiza dicha síntesis química puede verse afectada la cantidad de cannabinoides con la edad del tricoma glandular.
En resumen, el tiempo de vida de la glándula afecta la presencia del THC en la planta. Esta afirmación es respaldada por Mahlberg y Kim (2004) quienes realizan un análisis del perfil químico de una planta cosechada en tres momentos diferentes de su maduración, y a partir de análisis cromatográfico, determinan la estructura del tricoma glandular con mayor contenido de THC de acuerdo a su edad.
Los resultados se pueden ver en la Tabla 1, donde se muestra la cantidad de nanogramos encontrados en cada análisis durante cada etapa. Se clasifican en tres diferentes: glándulas de tricomas maduros, envejecidas y senescentes. Clasificación que podría equipararse con la tradicional distinción entre transparentes, lechosos y ámbar que suelen citar los cultivadores y encontrarse en la red. El punto más óptimo de corte, de acuerdo a la cantidad de nanogramos de THC existentes en las glándulas traslúcidas, sería este momento.
Los hallazgos presentados en esta investigación permiten reconocer una importante evidencia respecto al momento de mayor producción de THC durante el desarrollo de la floración. La fase traslúcida descrita por Mahlberg y Kim (2004) posee las glándulas con mayor proporción de este cannabinoide y corresponde con el momento de síntesis química de transformación del CBG como principal precursor de esta síntesis entre terpenos y fenoles.
Por eso la importancia de reconocer su ubicación dentro del tricoma glandular, por lo que se requirió una aproximación morfológica que aportara dicha ubicación. Este interés también apunta a reconocer cosechas futuras que puedan ser sometidas a metodologías analíticas modernas para continuar el debate sobre el establecimiento de puntos de corte o de nuevos indicadores de reconocimiento de madurez y formación de THC que se conviertan en herramientas visuales para los cultivadores de cannabis y que se fundamentan en avances científicos.
Son temas que producen gran interés entre la comunidad cannábica médica, industrial y de disfrute personal. Artículos como estos, más que pretender acabar con una tradición de cosecha basada en sensaciones personales, sugieren una alternativa poco conocida pero bien fundamentada en resultados científicos, con metodologías precisas y sustento químico suficiente para continuar en nuevos escenarios de experimentación de esta maravillosa planta.
Referencias:
Paul G. Mahlberg y Eun Soo Kim (2004): Acumulación de cannabinoides en tricomas glandulares de cannabis (Cannabaceae), Journal of Industrial Hemp, 9: 1, 15-36.