Medicinal para cabros y cabras
Dispensario Nacional nació como el sueño de un grupo de amigos por traspasar lo aprendido cultivando en casa a personas que realmente lo necesitaran. Actualmente, de forma legal y en su oficina, entregan cannabis medicinal a 45 pacientes con distintas patologías, que van desde la fibromialgia al estrés, pasando por muchas otras como cáncer, espasticidad y VIH. Es uno de los tres dispensarios que funciona en Chile.
Con oficinas en Santiago de Chile, Dispensario Nacional es una ONG de salud privada que tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda por cannabis medicinal en el país. Funciona desde noviembre de 2016 y ya cuenta con tres exitosos cultivos a sus espaldas. Luis Quintanilla es el jardinero y presidente de Dispensario Nacional y junto a Vale Verdosa, coordinadora del proyecto, son los fundadores de este dispensario que se encuentra en expansión y en proceso de captar nuevos socios.
Es época de cosecha, no solo para el Dispensario. Muchas plantas están en proceso de secado y unas sativas de floración más larga empiezan a ser cortadas. Espigadas y de aspecto maduro, un cuarto bien climatizado es el hogar de estas plantas que sirven como solución médica a 45 pacientes. “Siempre quisimos hacer algo similar a un club cannábico, pero la ley no lo permitía”, reconoce Luis Quintanilla. La situación cambió en marzo de 2016, cuando un fallo de la Corte Suprema reconoció el uso medicinal de la planta y decretó que no corresponde a la policías ingresar a casas, decomisar plantas y detener a sus dueños tan solo por haber observado que hay plantas de cannabis en su interior. Muchos pacientes comenzaron a conseguir recetas gracias a Latinoamérica Reforma, ONG médica que prescribe recetas de cannabis a personas que tengan alguna enfermedad y que deseen usar la planta en su proceso de recuperación.
Sin embargo, pese a la legalidad de los tratamientos con marihuana, no existían en Chile organizaciones ni farmacias capaces de satisfacer la demanda de los usuarios. “Hay pacientes con enfermedades invalidantes o que simplemente necesitan rápido su tratamiento. No puedes decirles: compra macetas, carpa, extractores, mantén tu cultivo y en tres meses estarás cortando. A esa gente buscamos ayudar”, dice Luis Quintanilla, presidente de la Corporación Dispensario Nacional. Pese a lo novedoso que pueda sonar, Dispensario Nacional no es el único proyecto dedicado a esto. En Chile hay cuatro dispensarios medicinales, tres en Santiago, y uno en Arica. Además, está en proceso de la formación legal la Federación Nacional de Agrupaciones Cannábicas (FENAC); se reúnen mensualmente y funcionan como ONG de derecho privado, son integradas por pacientes medicinales y se rigen por estatutos. Todas se amparan en la misma figura legal, ONG sin fines de lucro, y entregan marihuana en formato de flores o aceite para que los pacientes puedan sostener sus tratamientos.
“No nos toca la Ley 20.000”
“El gobierno no puede impedir que cien personas se organicen y generen un cultivo. Son pacientes con Parkinson, fibromialgia y distintas enfermedades. Nos acercamos a la municipalidad de Providencia y creamos una organización comunitaria, que en un comienzo se inició con 15 personas durante el segundo semestre de 2016”, explicó Luis. Respecto a la Ley 20.000, que en Chile tipifica delitos y faltas relativos al tráfico y consumo de drogas, en Dispensario Nacional explican que su figura legal los protege. “Todo nuestro trabajo se rige bajo la Ley 20.500, que es la ley que regula a las organizaciones comunitarias.
Podemos facturar, dar comprobantes de donación, etc. La Ley 20.000 lo que castiga es el daño o infracción a la salud pública, pero lo que nosotros hacemos como corporación de derecho privado es salud privada”, entiende el presidente de Dispensario. “Es lo mismo que si tienes un indoor, la diferencia es que el nuestro es para 45 personas. Pese a que la ley está de nuestro lado, junto a las otras asociaciones queremos dar aún más claridad sobre nuestro rol y presentaremos próximamente un recurso de amparo preventivo, que busca evitar que carabineros o policías puedan objetar o entrar a nuestros cultivos. Buscamos dar una señal fuerte para la regularización del tema”, adelantó Quintanilla.
Dispensario Nacional funciona
Ya sea a través de Latinoamérica Reforma o con la receta de tu médico tratante, puedes acercarte a Dispensario Nacional. En general, la dosis promedio recomendada por los especialistas es de un gramo al día. “La mayoría de la gente nos contacta o conoce a través de las redes sociales o en las marchas. En Providencia tenemos nuestra oficina y es el lugar donde la gente va a inscribirse y presentar los papeles médicos. La entrega se puede hacer en su casa o en nuestra oficina. Siempre entregamos la hierba rotulada con sus respectivos porcentajes de THC y CBD. También nos preocupamos de un envasado correcto para que el olor no sea problema para el traslado a casa”, relata Vale Verdosa. Los socios pagan una membresía mensual por lo que dura su tratamiento.
Si por ejemplo tu tratamiento es de un gramo al día, entonces mensualmente puedes retirar tus 30 gramos desde la oficina. “En octubre del 2016 entregamos los primeros tratamientos a un grupo de diez personas. Después nos cambiamos de oficina, empezamos a captar nuevos socios y actualmente abastecemos a 45 miembros activos que consumen en promedio 30 gramos mensuales cada uno”, explicó Verdosa. Los pacientes llegan de distintas comunas buscando solución y sus enfermedades son tan variadas como su origen. “Recibimos muchos pacientes con fibromialgia, cáncer, espasticidad. Tenemos pacientes con VIH positivo, estrés e insomnio, por nombrar algunas de las enfermedades que atendemos. Para nosotros es una alegría poder cooperar con ellos desde lo que mejor sabemos hacer”, agrega Vale Verdosa.
Recetas para todos
El uso medicinal del cannabis ha irrumpido en el debate público con fuerza. Los casos más comentados guardan relación con enfermedades graves y tratamientos paliativos en el caso de enfermedades terminales. Sin embargo, existe un amplio campo de patologías donde la marihuana muestra resultados positivos. “Es importante decir que no es necesario estar muriendo para tener una receta y entrar a Dispensario. Hay mucha gente con insomnio, estrés, gente que tuvo adicción a drogas duras o personas que estuvieron en tratamiento con antidepresivos o ansiolíticos como benzodiacepinas y alprazolam, por nombrar algunos”, indica Luis Quintanilla.
Medicinal más allá del CBD
Dispensario Nacional comenzó con siete variedades y con el paso del tiempo se han sumado nuevos clones y semillas. Índicas y sativas conviven en su cultivo y de acuerdo a las patologías tratadas y con los comentarios de los pacientes se va definiendo qué hierba entregar a cada miembro. “La mayoría ya son consumidores de cannabis y llegan a la consulta a regularizar su condición médica. Muchos llegan queriendo saber si van a tener índica o sativa, pero con el paso del tiempo van viendo cómo funciona y te van contando cuáles les resultan mejor. Star Killer de Rare Dankness les gusta a todos, nos cuesta mucho tenerla en stock ya que todos la piden, a todos les gusta. Así, entre la recomendación de los pacientes, sumado a los estándares clásicos del cultivador, como producción, sabor y calidad, vamos seleccionando nuestras variedades”, agrega Luis. Si bien se suele decir que en cuestión de gustos no hay nada escrito, Luis y Vale se han ido familiarizando con el paladar de los agrupados.
“Los pacientes con insomnio suelen tratarse con variedades índicas. De ellas gustan muchos las variedades Kush, Northern Lights y Critical. Para los pacientes que se tratan con sativas, las más destacadas por ellos son de la familia haze. Otras como Sour Tangie de DNA Genetics y Jack Herer, también son muy bien recibidas”, indica Luis. Un cromatógrafo de gases les permite entregar su hierba con los valores de THC y CBD precisos. Sin embargo, destacan la importancia de entender el valor medicinal de la planta en su conjunto, y no sólo en relación al CBD como actualmente lo enfoca la industria farmacéutica. “La investigación sobre el uso médico del cannabis tiene mucho camino por delante. Recién estamos empezando a descubrir sus beneficios y su funcionamiento en el cuerpo humano. Sabemos que la planta de marihuana es medicinal y no solo su CBD. Hay pacientes que reaccionan al THC y no al CBD.
Es importante el ratio que hay entre todos sus cannabinoides”, explica Luis. Hace algún tiempo en Dispensario Nacional “se nos acercó una mamá con un hijo que tenía espasticidad. Vale decir, su cuerpo se ponía tenso y no podía relajarlo. Ese niño solo reaccionaba al tratamiento con aceite hecho de Moby Dick, no sabemos por qué, pero ningún otro aceite le hacía efecto. Es curioso cómo plantas con índices idénticos de THC o CBD no muestran el mismo comportamiento en el cuerpo” cuenta el presidente y fundador de Dispensario Nacional. Es así como el Dispensario Nacional, junto a la Federación Nacional de Agrupaciones Cannábicas (FENAC), abren las puertas para la regularización del cultivo medicinal y se presentan como una solución para cientos de pacientes, que pese a tener una receta médica, no reciben el tratamiento indicado producto de las incoherencias legales que aún presenta nuestra legislación. Marihuana de calidad y con indicadores claros, al servicio de quienes más lo necesitan. Esa es su apuesta. Esa es la apuesta de todos nosotros. por Lucho Thompson