Marihuana Kush, apuntes fenotípicos
La marihuana Kush es uno de los pilares del cannabis moderno. Sobre todo de los híbridos de preponderancia índica. Pakistán, India y Afganistán son la cuna de esta marihuana. Hace miles de años nace silvestre en las montañas que le dan nombre. Las del Hindu Kush que comparten esos países.
Kush, la marihuana de los dioses Hindu
La Kush es una variedad muy estable. Y esa estabilidad para el cultivo, buen rendimiento y aroma tan típico son las principales características que le permitieron estabilizar otras. El cruce de Kush con las marihuanas de diversas latitudes posibilitó muchas de las varieades que plantamos en nuestros jardines y en indoor.
Entre los exitosos híbridos que incorporaron el Kush están las afamadas AK-47, la White Widow, Sensi Star, la OG Kush. Todos esos cruces y otros fueron posibles porque en la década de los setenta los pioneros de los bancos de semillas comenzaron a cruzar las variedades Kush con otras. Hasta encontrar los parentales deseados.
Marihuana Kush: su fenotipo
Con el tiempo los cruces siguieron recogiendo características deseables. Presentes en variedades que han realzado su costado cítrico a limón, picante y con olor a gasolina terrosa y coníferas.
Su apariencia es bien peculiar. Los pistilos Kush son naranjas o amarronados brillantes y sus cálices fornidos se ven bien verdes, redondos e hinchados. Todas estas expresiones de su fenotipo han sido realzadas por los bancos de semillas que trabajan con ese maravilloso legado Kush del fondo de la historia.
Las Kush además son reconocidas por sus propiedades medicinales y su colocón potentísimo. También por sus características sedativas que la hacen perfecta para dormir. Es una gran productora de THC de tricomas cargados y blanquecinos. Ideal para extracción de hachís.
El Kush es la base de mucho de lo que fumamos. Gracias dioses del Hindu Kush por esos pistilos naranjas y sus flores cargadas de sabiduría ancestral.