El metabolito responsable que comer pegue más que fumar

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13 Feb 2019

Cuando se fuma el cannabis el efecto es rápido. A los pocos minutos ya es palpable. Los pulmones absorben los principios activos y lo llevan al torrente sanguíneo. Al comer la marihuana pasa otra cosa. Primer, el hígado metaboliza el THC. Lo transforma en 11-Hidroxitetrahidrocannabinol (11-OH-THC). Es el metabolito más psicoactivo del cannabis.


11-OH-THC, el culpable

Su efecto se puede empezar a sentir incluso dos horas después de la ingesta. El colocón más duro, fuerte y vigoroso también tiene que ver con este metabolito. Porque se aloja en los tejidos adiposos que los va liberando de a poco. Segundo, lo hace durante horas. Comer cannabis significa absorber más cannabinoides para el cuerpo en varios órganos. Al fumar intervienen los pulmones. Al comer, lo hace el hígado y también varios tejidos. Entre los órganos que permea el metabolito psicoactivo está el cerebro. Al comer, el tracto gastrointestinal metaboliza el cannabis lentamente. Demora entre una hora y media a dos horas. Luego de la digestión es que queda disponible para el torrente sanguíneo que lo desparramará por todo el cuerpo. Al fumar el ratio del metabolito 11-OH-THC es bien bajo. Es uno de los tantos compuestos que se pierden con la combustión. Sin embargo, al comer cannabis sube exponencialmente su umbral . En un estudio de 1973 algunas personas fueron inyectadas coin el metabolito. Los efectos agudos no tardaron en aparecer. Hubo taquicardia y una sensación mental intensa. A pesar que el efecto de comer es mayor al de fumar en el plasma se expresan distinto. Los comestibles de cannabis dejan entre un 10 y un 20% de cannabinoides en el plasma sanguíneo. Mientras que inhalarlo deja entre un 50 y un 60%. Para evitar cualquier tipo de enfermedad pulmonar es preferible comer cannabis. De esta manera evitas el monóxido de carbono, la irritación de los bronquios y evitas un importante factor de riesgo para el desarrollo del cáncer.  

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