Cultivo de mini plantas de cannabis en espacio reducido

Soft Secrets
05 May 2017

Es increíble cómo la marihuana lucha contra las adversidades por llegar al final de su ciclo vital. Las mini plantas son una prueba más. Puestas a floración desde su enraizado y en macetas de menos de un litro, las plantas resisten y producen dos o tres cogollos a lo largo del tallo que aparentan estar aún más cargados de resina que en plantas de mayor tamaño.


Mini plantas de marihuana: la solución al poco espacio

Las mini plantas de cannabis son excepcionales para aprovechar el espacio en interior. La marihuana es una planta asombrosa que tiene un crecimiento vigoroso y que es capaz de adaptarse a casi todos los terrenos y condiciones recompensando con abundantes flores los cuidados que le proporcionemos durante su vida. Pero aunque todos desearíamos tener plantas enormes y darles las mejores condiciones existentes, cultivar en macetas muy pequeñas puede ser la única opción para jardineros con espacios reducidos. También es una excelente forma de aumentar la producción de manera sencilla para aquellos que disponen de emplazamientos más amplios. En interior la producción suele exigir mayores esfuerzos y gastos económicos que en exterior, por lo que conviene encontrar maneras de aprovechar mejor nuestros recursos y habilidades para aumentar nuestra cosecha, siendo las mini plantas una buena opción para este cometido.

Mini plantas de cannabis: Primera prueba

En nuestro caso, como en el de muchos otros de la historia, lo que en principio fue un error de cálculo nos llevó a descubrir esta curiosa forma de cultivo. La primera vez que preparamos esquejes para cultivar en exterior fue hace muchos años. Ya íbamos teniendo alguna idea de cómo cultivar en interior, pero el jardín de la montaña era una cuenta aún pendiente. Preparamos incontables clones y una vez enraizaron trasplantamos algunos a macetas de algo más de litro y medio y otros a macetas de menos de un litro. En estos recipientes pasarían un breve periodo de tiempo previo a su camino al exterior.

Para algunos clones este viaje no llegó a partir. Estábamos muy emocionados con nuestro primer cultivo de guerrilla y nuestro optimismo nos superó con creces. Hicimos muchos más esquejes de los que realmente después pudimos plantar. Cavamos y cavamos todos los agujeros que pudimos pero no dimos abasto. Nos encontramos con los sobrantes y los cuartos de cultivo interiores ocupados ya por las plantas en floración, las madres y las plantas en crecimiento que esperaban a ser cambiadas a 12 horas.

No sabiendo que hacer con ellos y sin previsión futura de cambio decidimos introducir los clones sobrantes en el cuarto de floración y ver cuál era el resultado. Desde que empezamos a cultivar nunca hemos tenido un mismo cultivo, siempre hemos disfrutado de un variado jardín de las delicias y los esquejes que teníamos preparados eran también bastante diversos, por lo que pudimos observar distintas reacciones según el tipo de planta. Las mini plantas florecieron sin problema.

La aplicación de abonos fue idéntica a la de las plantas en macetas de mayor tamaño situadas en el mismo cuarto, la única diferencia era la cantidad de riego. Las flores se formaron como lo hacían siempre y estuvieron maduras en el momento que les correspondía según la variedad. La cantidad de tricomas parecía ser mayor en estas pequeñas plantas, debido posiblemente al estrés producido por estar en un contenedor tan pequeño y a que únicamente hay unos pocos cogollos donde concentrar la energía. El resultado del primer cultivo con mini plantas de cannabis fue muy satisfactorio.

Cultivo actual de mini plantas de cannabis

Actualmente seguimos cultivando mini plantas de cannabis, pero no por falta de espacio o producción, sino porque disponemos de varias madres y los esquejes abundan. También consideramos que una buena cantidad de clones idénticos es la fuente más rápida y fiable a la hora de realizar diversos estudios.

El proceso de enraizamiento dura aproximadamente entre diez y quince días, tras los cuales elegimos las plantas que son trasplantadas a contenedores de gran tamaño. Las plantas restantes las usamos para realizar pruebas y como extras en el cuarto de floración. Los contenedores pequeños que usamos para las mini plantas miden 7x7x6 cm y 7x7x8 cm (ambas con menos de medio litro de tierra) y 11x11x12 cm y en ellos se pueden llegar a sacar muy buenos cogollos.

Una vez introducidos en el cuarto de floración apenas crecen. La planta entera es un gran cogollo. En variedades índicas apenas se aprecia desarrollo vegetativo, solo las sativas se alargan unos centímetros. A pesar de ello, son las índicas las que suben la media por planta en la producción.

Las pequeñas niñas se desarrollan con normalidad y no hemos percibido ningún hecho peculiar salvo el ya mencionado de que parecen tener un exceso de tricomas de lo cual dudamos que nadie se vaya a molestar. Se riegan fácilmente cada dos o tres días con unos 50 ml de agua. Días antes de cortar les hacemos un lavado de raíces, al igual que a sus compañeras. El día de la cosecha cada planta no llevará más de cinco minutos para su manicurado.

A favor y en contra La cantidad g/m2 obtenidos con plantas pequeñas o mini plantas es mayor. Existen diseños para aprovechar el cultivo tanto en vertical como en horizontal, dando como resultado una superproducción. El gasto en tierra es muy inferior y se pueden utilizar bombillas de menor consumo obteniendo abundantes cosechas. Es una manera muy sencilla de aprovechar al máximo el espacio y los clones que nos sobren.

Como contrapartida, es más fácil trabajar día a día con cuarenta plantas grandes que con 4.000 pequeñas, además de que quedan mucho peor 4.000 si un día de casualidad llegas a salir en las noticias. También en caso de que surja una plaga o un ataque fúngico al estar todas más juntas, para aprovechar el espacio, el problema se podría propagar con mayor facilidad.

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