Cannabis y dependencia: señales de alerta y consejos

¿Fumar porro todos los días te convierte en adicto? La respuesta no es tan simple. Aunque el cannabis no tiene el mismo nivel de adicción que otras drogas, sí puede generar dependencia, sobre todo cuando el consumo es por costumbre.
¿El cannabis genera adicción? Mito, realidad y matices
Los fumadores de cannabis solemos entender que el cannabis es una sustancia inofensiva. Pero lo cierto es que la marihuana puede generar dependencia en ciertos usuarios especialmente si el consumo es frecuente, si se empieza a edades tempranas o existen factores psicológicos previos. Desde la perspectiva oficial de Health Canada, la adicción al cannabis es una realidad que afecta aproximadamente al 9% de los usuarios. Pero, ¿qué significa realmente ser “adicto”?
En Soft Secrets recogimos otra cara de la moneda en nuestro artículo “¿Adicto al cannabis?”, donde se relativiza este concepto. Muchos consumidores habituales —y funcionales— no se consideran adictos, sino más bien entusiastas de la planta. La dependencia al cannabis suele ser más psicológica que física, y comparada con otras sustancias, su perfil de riesgo es considerablemente bajo. También hay matices culturales y sociales en juego, como señalan en este análisis sobre marihuana y salud mental.
El problema aparece cuando el consumo interfiere con la vida cotidiana: si dejas de hacer ejercicio, te aíslas socialmente o ya no disfrutas sin fumar, es momento de prestarle atención. No es lo mismo disfrutar del cannabis que depender de él para todo. Y como todo en la vida: moderar es mejor que prohibir.
Cómo saber si dependes del cannabis
Si te cuesta reducir el consumo, si sientes ansiedad al dejar de fumar o si todo gira en torno al porro, quizás sea hora de poner límites. Hay recursos disponibles para ello, desde terapias hasta apps de control. También es útil informarse con artículos como este sobre cómo dejar el cannabis.
Adicción al cannabis: ¿mito moderno o realidad clínica?
A diferencia de drogas duras o incluso el alcohol, el cannabis no produce síndrome de abstinencia grave en la mayoría de los casos. Pero sí puede alterar rutinas, motivación y estados de ánimo. La clave está en el uso consciente.