Aeroponias para principiantes: un cultivo re volado
La aeroponía es una forma increíble de sacar un mejor rendimiento después de cortar los clones. No junta plagas y es muy eficiente. Además, en quince días ya puedes pasar los esquejes al sustrato definitivo con buenas raíces.
Por Alpargata Haze
Después del esquejado no hay dos posibilidades. Hay que conseguir que esos tallos cortados a la madre desarrollen su mejor raíz. Para eso hay algunas posibilidades. Una de ellas es la aeroponía, una técnica hidropónica bastante extendida.
Con este método la NASA hizo crecer lechugas en su International Space Station. Uno de los motivos por los que la agencia espacial estadounidense usa esta tecnología es para cultivar vegetales sin sustrato. Pero sobre todo para no disponer de una masa liquida de agua que se balancee por todo el cuarto del cohete espacial.
La aeroponía asperja continuamente agua a las raíces para que se desarrollen. Y lo hace con un aspersor que empapa la raíz todo el tiempo. La NASA estudia con particular interés la aeroponía porque el suelo de la Luna o de Marte es rocoso.
Ningún vegetal podría crecer allí. Es muy probable que no sepamos si la aeroponia salvará a los humanos de un cataclismo ambiental en la Tierra. Lo que si podemos aprender de este método es a sacar unas buenas raíces de nuestros esquejes de marihuana.
La aeroponía es genial para el cannabis. En 20 días es posible hacer el trasplante al suelo, maceta o el sustrato elegido. El esqueje tendrá un denso manojo de raíces excavadoras dispuestas a absorber todos los nutrientes disponibles que se prenderán del sustrato como un alpinista sube la montaña. Y esto ocurre porque la raíz, como bien sabemos, necesita oxígeno.
Y nada mejor que la aeroponía para brindárselo. Además, tiene unas características que la hacen más genial de lo que parece. Una de sus estrellas es la baja, por no decir nula, capacidad de atraer plagas. El agua es el “sustrato” más limpio.
Aeroponía casera para cannabis
El sistema aeropónico ocurre en dos espacios. Uno es el del jardín que está elevado para recibir un fotoperíodo de al menos 18 horas de luz para que vegete. En ese espacio, además de cuidar el fotoperíodo, habrá que mantener una humedad alta, al menos hasta que las primeras hojas se desarrollen con vigor.
Este método de cultivo requiere una humedad elevada para fomentar el crecimiento no solo de las raíces sino de la generación de hojas nuevas. He cubierto con una bandeja plástica transparente para dar la humedad característica que necesitan los esquejes al menos durante los primeros días, hasta que el esqueje está más fuerte y sano. El modelo para el desarrollo de los esquejes consta de un segundo espacio, el estanco.
O sea, el depósito con el agua y algún abono si fuera el caso. Las raíces quedarán colgando y las hojas recibiendo la luz. En mi caso lo que hice fue confeccionar el sistema en un tiesto de 20 litros con una bomba de pecera pulverizadora que hace entrar el agua y otra que la saca. El pulverizador es uno de los normales de riego para el jardín. Uno sencillo pero efectivo.
Así se configura el sistema de circulación nutriente también proviso de un segundo bote donde está el agua que sale del tiesto al sistema de aeroponía. Busca un color oscuro para este tiesto. Uno que deje pasar la luz podría fomentar la aparición de moho o bacterias que colonicen el agua.
No debería de pasar porque el agua recircula, pero puede acontecer si la actividad bacteriana es alta. El balde tiene su tapa. Pero está agujereada en círculos porque allí, en ese hueco, pegué una goma eva que lleva dos cortes en cruz. También puede ser un material como caucho o silicona o lo que se te ocurra que permanezca firme y sea fácil de limpiar de cultivo en cultivo.
En el medio del corte de la goma eva se introduce el esqueje que estará suspendido por abajo y por arriba recibirá lúmenes con sus hojas despelucadas. Las raíces quedarán suspendidas en el aire mientras que la bomba las pulveriza a cada segundo.
Con este sistema de aspersión el frágil tallo de los esquejes consigue nutrirse todo el tiempo y respirar, es decir absorber oxígeno. Así se fomenta el desarrollo radicular sin ningún tipo de dudas. Los resultados hablan por sí solos. Si el agua del grifo contiene una electro conductividad (EC) mayor a 300 ppm TSD no se necesita añadir abono.
Aunque si decides hacerlo chequea bien las tablas para hidroponía y por supuesto mide la EC regularmente. La temperatura del agua osciló entre los 21º y 28º C. Esto fue posible por la ayuda de un calentador de peceras. La tecnología de los peces de colores, como la de la NASA, también es funcional al cannabis y cualquier planta pueda aprovecharla. A las dos semanas el tallo ya tiene unas buenas raíces que varían entre 10 y 15 centímetros.
Cuando el sistema radicular está desarrollado, se muestra grandecito, fuerte, lleno de cofias vigorosas colgando es cuando se puede trasplantar al sustrato elegido. Las raíces desarrollan una magnífica capacidad de resistencia que se expresa en el crecimiento vertiginoso y con muchísimo vigor en el sustrato de destino. Este método requiere muy poca agua para llevar a cabo el cultivo ya que la misma agua recircula y se asperja a través de las bombas instaladas.
Una que saca y otra que llena el aspersor de riego de jardín que usé para este sistema casero. Esta fase de crecimiento radicular por supuesto que puede mejorar con enraizantes. Busca bien, asesórate en tu grow shop de confianza sobre las hormonas para este tipo de cultivo. También puedes hacer tu propia solución hidropónica de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK).
Pero ese es otro cantar. Yo siempre lo hago con el agua del grifo que tiene una EC decente y da buenos resultados. El agua de la canilla tiene lo necesario y suficiente. La hidroponía es muy delicada y los nutrientes deben usarse con sumo cuidado y conocimiento de causa. Su proporción y dosificación son más parecidos a la homeopatía que a otra cosa.
También ten cuidado si hubiera un cortocircuito o fallara el suministro de electricidad. Cuando la raíz deja de recibir agua muere al poco rato y el cultivo podría enfermarse de muerte. Este sistema de cultivo es especialmente valorado en cultivos a larga escala, sobre todo por su simplicidad, pero también por su higiene y su ausencia de contaminantes.
Aunque es caro, muchos growers y breeders entienden que hay un mejor desarrollo de los tricomas al final del camino. Sus defensores también entienden que es un sistema muy eficiente y uno de los argumentos es que la raíz no tiene la necesidad de pelear por espacio con el sustrato, se desarrolla de forma libre. La aeroponía es un buen sistema para desarrollar raíces.
Además, funciona solo. Si el automatismo tiene lo que necesita: agua y energía eléctrica todo funcionará de lujo. Por algo la NASA lo utiliza. Así que apronta un espacio en tu sala de vegetativo y que se haga la luz, se haga la raíz, se haga el crecimiento y el fruto. Buenos humos y buena empapada.